Alex vive en Inglaterrra, trabaja arreglando aparatos eléctricos en una empresa que no va bien económicamente, se acuesta con mujeres casadas y bebe alcohol como si no hubiera mañana. Su vida es un completo desastre hasta que un día, su tío Raymond le propone pagar todas sus deudas a cambio de irse a vivir al extranjero durante un año, en concreto, a Nueva Escocia. Una vez allí, el joven intenta buscar trabajo en la pequeña localidad en la que vive y descubre que tiene el don de curar a las personas, pero ni siquiera cree en su propia habilidad. En su lucha por comprender su nueva realidad, una adolescente con cáncer le mostrará el camino. critica: Ayer fui a verla en la primera sesión de su estreno,aunque solo sea por aportar mi granito de arena a Paco Arango y su fundación "Aladina". El 100% de lo recaudado la primera semana irá destinado a mandar a niños y adolescentes con cáncer a los campamentos de la fundación Paul Newman, en donde abandonarán sus vidas rodeadas de frías paredes hospitalarias por lo que debería ser la vida normal de cualquier niño (jugando y rodeado de otros niños) Centrándonos en la peli comentaros que es una comedia con momentos dramáticos,con un guión bastante flojito,previsible a más no poder y con moraleja. No se hace larga en sus casi 2 horas de metraje. Es simplemente bonita y con la cantidad de mierda que vemos y gastamos nuestro dinero a lo largo del año creo que verla merece la pena. En resumen: Película 5 desde el punto de vista cinematográfico y 10 desde el punto de vista social. Lo que de verdad importa
Cuando Ricardo, un padre responsable, decide llevar personalmente a su hijo a un campamento en Asturias, otros padres proponen que sea él quien se haga cargo también de sus hijos. Cuando el tren está a punto de partir, Felipe, un extravagante individuo y abuelo de dos de los niños, se presenta en la estación. critica: Tras la buena acogida que tuvo "Padre no hay más que uno", y tras producir su secuela, Santiago Segura ha querido repetir la fórmula ,olvidando por completo cualquier atisbo de originalidad. Guión completamente inverosímil y actuaciones mediocres. Me gustaría saber en qué estaba pensando el director del casting cuando eligió a estos niños para la película, parece que estén leyendo un discurso en lugar de actuando. Carlitos en Cuentamé, los de la película de los Goonies..También se puede ser creible e interpretar bien tu papel a esas edades, solo hay que elegir bien a los actores. Y hablando de actores, Santiago Segura demuestra que cuando le sacas de Torrente hay poco que rascar. El único que se salva y da algo de vidilla a la película es David Guapo. A todo tren: destino Asturias En cuanto a la historia en sí, más de lo mismo. Si la valoramos como una " película para niños" podemos justificar absolutamente todo, incluidas todas las escenas de los vagones con Flo. También en esta corriente están las críticas que lo " perdonan" todo diciendo que es una película entretenida, para pasar el rato.Sin embargo, algunos le pedimos más a Segura. Una persona ocurrente, inteligente y graciosa como él debería aportar más originalidad y calidad al cine español, en vez de deciarse simplemente repetir un producto que sabe que va a funcionar en taquilla. A todo tren, destino la mediocridad. A todo tren: destino Asturias
Flora y Víctor son los padres que todo niño querría tener: modernos, divertidos y cariñosos. Sin embargo, todo se tuerce el día que deciden divorciarse y aparece la oportunidad laboral con la que llevan soñando toda la vida. Solo hay un problema: la custodia. Ninguno está dispuesto a ceder. Así que, por orden de la jueza, los niños tendrán que decidir con quién se quedan: con mamá, o con papá. A partir de este momento, los padres modélicos se declaran la guerra y no habrá tregua. Ambos harán todo lo posible por no obtener la custodia de sus hijos. critica: Lo primero es especificar que no soy asiduo a las comedias españolas.., la mayoría no las veo (me suelen parecer fotocopias una detrás de otra), o como mucho, después de un tiempo tras su estreno, aguanto escasos minutos delante de la pantalla, al intentar darles una oportunidad. Ví hace un tiempo otra de Dani de la Orden, "Hasta que la boda nos separe", y me resultó pasable, entretenida, aunque claro, previsible desde el comienzo e igualmente repetitiva, pero repito, entretenida y amena, y en este caso, me he reído bastante. Mamá o papá Se trata de un remake, si, pero como la original francesa no la he visto, no sé si los buenos diálogos son para esta adaptación o copiados, pero si puedo decir que sean de donde sean, me gustaron, bastante rapidez y fluidez en todo momento, y algunos toques de mala leche (bastantes), mezclado, por supuesto, con otros momentos juveniles o light, algo lógico, ya que se trata de una comedia familiar, sobre todo la escenita final, que me recordó a aquella de Hugh Grant, "Niño Grande", pero en esta ocasión más chorra, eso sí. Buenos trabajos de Paco y Miran, ya profesionales en este ámbito, incluso de los jovencitos. Lo del tema "inclusivo", personalmente lo he apreciado como una crítica de los momentos que estamos viviendo sobre todo en este siglo XXI (cada día la humanidad nos merecemos más un meteorito), sobre todo durante las apariciones del maestro implicado en el tema (genial la chorrada del jersey espantoso con todas las religiones). Y bueno, que no está bien hacer pasar a los críos malos ratos, y aún más por egoísmo personal, pero está todo bien llevado, no veo razones para intentar crear polémica (para eso está la serie "You", sobre un acosador, secuestrador y demás que debe parecer simpático). Para los dudosos, es difícil que vea comedietas españolas, ya os digo (ni camarones, ni Garcías, ni Superagentes, los trailers ya me provocan ronchas, lo siento), y esta puede ser recomendable para echar un rato, y reírse en familia, que nunca viene mal. Wolf. Mamá o papá
Kenshin Himura (Takeru Sato) es un famoso samurái conocido por su destreza con la katana y su frialdad a la hora de matar. En el pasado estuvo al servicio de los Ishin Shishi, un grupo de patriotas que luchaban para devolver el poder al Emperador, librando cientos de batallas y cobrándose muchas vidas. Pero tras terminar todos los enfrentamientos, jura no volver a matar y decide pasar al anonimato para dedicarse a viajar por el país como un vagabundo ayudando a quien lo necesite, como penitencia por todas las muertes que provocó. Diez años después, en 1878, Kenshin llega a Tokio donde conoce a Kaoru (Emi Takei), quien le invita a quedarse en su dojo hasta que decida volver a vagabundear. Sin embargo, el pasado que Kenshin intentó dejar atrás pronto volverá para cobrarse venganza contra él. Adaptación del manga de Nobuhiro Watsuki. critica: No lo entiendo. De verdad que no entiendo cómo la adaptación de "Rurouni Kenshin" sale bien parada en el aspecto estético, donde Keshi Ohtomo se enfrentó al handicap más difícil al tener que pasar el dibujo a la carne y hueso sin que llegue a resultar una aberración; y en cambio en su guion, que de haberse centrado en sólo una parte de la saga de Tokio, exprimiendo su arco argumental ya escrito, habrían obrado el milagro de hacer un buen filme, la hayan cagado de esta manera. Kenshin, el guerrero samurái De acuerdo, es la carta de presentación de Kenshin fuera del mundo de la animación. Es lógico por tanto, centrarse en su etapa introductoria para que todos los espectadores, conozcan o no la historia de "Battousai el carnicero", vayan a verla. Ya habrán otras entregas en las que centrarse en la saga de Kioto, el plato fuerte por excelencia. Pero me parece absurdo que se haya metido a golpe y porrazo prácticamente toda la saga de Tokio -bastantes capítulos-, dejando una historia confusa para el espectador que nunca haya visto o leído Rurouni Kenshin, y para los que sí, la sensación de haber querido meter con calzador tanta trama en tan pocos minutos. Va a trompicones, y lo que es peor: con bajadas de ritmo fallidas. Básicamente han fusionado las historias de Jinei Udoh -un villano menor que sirvió como telón de fondo para presentar a la pandilla del dojo- y de Aoshi, uno de los villanos más interesantes de todo el manga. La gracia es que este último, el líder de la banda Oni y verdadero némesis de la trama en la que se nos presenta a Megumi, ni tan siquiera aparece. Meten al traficante de opio que a nadie le importa lo más mínimo y ni cómo se llama, y no meten a los otros. Incomprensible. Los que molan son Aoshi y su banda, de la que sólo aparece un amago de Han'Nya en la caracterización más mala del filme. ¿Todo para qué? Para meter a Jinei Udoh y así unir ambas historias a base de unas costuras sacadas de la propia cosecha de los guionistas que hacen más mal que bien en el ritmo del metraje. Evidentemente todo esto cabrea al fan o al que haya visto el Anime o Manga que a los que no; pero como digo, tal experimento no ha beneficiado en absoluto al resultado como película en sí, sin entrar en su valor como adaptación. Le falta ritmo, los hechos suceden de forma abrupta... Son muchas taras para que verdaderamente pase de ser una película pasable para el espectador que se adentre por primera vez en las aventuras de Kenshin. Habrá momentos que le parecerá confuso lo que sucede. Si con tan sólo haberse centrado en el arco argumental de Aoshi tal cual y añadiendo algún detalle sacado de la cosecha como la presentación que han hecho de Sanosuke, suficiente. Entiendo que quieran meter a Saito por el tema comercial, aunque no fuera al caso por la etapa en la que se centra, pero bueno. Una llegada de Kenshin al dojo para conocer a Kouru que sea simple y efectiva, algún flashback de su etapa como Battousai en la que se le vean sus dotes con la katana, la presentación sacada de la manga de Sanosuke... Todo bajo el arco argumental de Aoshi. ¡Punto! No obstante, como digo, el aspecto estético me ha sorprendido para bien. El actor que hace de Kenshin es lo mejor de la película. Es un calco, tanto en su forma de expresarse como en el estilo de lucha. Realmente ahí no hay nada que objetar. El resto de secundarios -a excepción del carnavalesco Han'Nya- bien. Si acaso no me termina de convencer del todo Saito, le falta lago más dureza e ironía al personaje. Las localizaciones son... Si yo pensase en cómo sería el Tokio de Rurouni Kenshin en la vida real, no llegaría a pensarlo tan fiel. ¡Si hasta el restaurante es idéntico! Le casco un 6, porque al menos se nota que le han puesto empeño y ganas de querer hacer algo bien, y no una estafa al nivel de Dragon Ball: Evolution. Espero que para la segunda parte sean algo más fieles en la trama y mantengan ese buen hacer que han tenido para la caracterización del universo de Kenshin. Es como mi crítica. No creo que el resultado sea del todo bueno, pero le he puesto corazón. Kenshin, el guerrero samurái
Directamente de Jersey llega Patricia Dombrowski, alias Killa P, alias Patti Cake$, una aspirante a rapera abriéndose camino en un mundo de centros comerciales y clubes de striptease en búsqueda de un improbable triunfo. critica: El primer escupitajo que te lanzan a la cara es una frase célebre de un suburbio marginal, se dice un segundo antes de anunciar el título de la película, Patti Cake$. Este efecto funciona como un imán, te atrae, junto con la protagonista que es la antítesis del rap y que busca a través de sus sueños llegar a la cima, gracias sobre todo al talento familiar heredado. Con el estigma de perdedora y un mote cruel que arrastra desde la adolescencia, la protagonista de apellido Dumbrowski pelea para que su música vea la luz. Patti Cake$ Ella encandila. Australiana, su primer papel protagonista. Killa P, es su nombre de guerra, no sorprende por su aspecto ni por la desenvoltura con la que se mueve en la dificultad de esa vida que le ha tocado vivir. Dumbrowski llama la atención porque es una tía autentica, y sea el sueño que sea que tenga, bien merece el esfuerzo que haya que hacer para alcanzarlo. Si tienes algo bueno que contar, que el mundo se entere que existes. Danielle Macdonald en su debut principal lo peta. No es una película fácil de ver, desde luego, quizás sea porque es una ópera prima, pero entre los diálogos, la mala leche de los comentarios, la música que se va creando a medida que avanza la historia y el personaje de Patti, que es excelente, deja al final un gran sabor de boca, tan bueno como el hit creado por ella misma y su grupo PBNJ que acaba sonando en los títulos de crédito. ¿Nadie tiene un buen recuerdo de aquel concierto en el que tocaba un grupo al que no conocías y del que te hiciste un ferviente fan? Lo que Patti Cake consigue dejar en la retina es esa misma sensación. Ah, que cual es la frase del comienzo… no voy hacer un spoiler ahora, ve la peli. Ah, que ya la has visto… “puto barrio de mierda”. Patti Cake$
Un grupo de amigos adolescentes deben resistir el hechizo de un malvado showman que se presenta en una casa de los horrores en su pequeña ciudad. critica: Es evidente que esta película es un truño para mi, aburrida y ñoña a más no poder pero, obviamente, yo no soy el público objetivo para este tipo de producción, así que valorarla en función de mi opinión me parece fuera de lugar. Bienvenidos a la Casa de la Muerte Supongo que si hubiera visto esta película cuando tenía 12 años, me hubiera gustado. Por lo que me pudo llegar a gustar ver esta película es por reconocer un nuevo "subgénero" desconocido para mi e inexistente cuando yo era un niño: el terror adolescente. Cuando yo era niño había dibujos y películas que usaban el "terror" desde la comedia pero no recuerdo yo productos que explotaran el género de terror para un público infantil o adolescente. Bienvenidos a la Casa de la Muerte