Basada en la novela "Badfellas" de Tonino Benacquista, se adentra en la vida de la peculiar familia de los Manzoni, unos mafiosos italianos que, amparados por un programa de protección de testigos del FBI, se trasladan a Normandía, Francia. Allí tratan de comenzar una vida sosegada y apacible dejando atrás la violencia y las amenazas propias del pasado. Pero a pesar de poner todos sus esfuerzos en adaptarse al nuevo hogar, antes de lo esperado, se ven forzados a emplear sus antiguos métodos para solucionar un imprevisto, recuperando así sus viejos hábitos. critica: Lo cierto es que la idea no es mala, pero el desarrollo es completamente alocado y sin una conexión sólida con una realidad plausible. Malavita Las personalidades psicóticas de todos los miembros de la familia podrían tener su punto de gracia si el film se centrara en otorgarles esa gracia... de manera firme y bien hilvanada, pero eso aquí no existe. Pasamos de la risa a lo sentimental, de lo grotesco a lo improbable, con demasiada facilidad, sin decidirnos por un eje conductor que dé estabilidad a todo el conjunto. De esa forma, es imposible desarrollar empatía con el espectador o que la historia atrape algún tipo de interés debido a sus contínuos cambios y superficiales personajes. Lamentable film de Besson, lamentable film de Lee Jones y De Niro, lamentable producción del señor Scorsese que no parecen saber a qué están jugando con una historia que más parece una parodia cartoon del género mafioso pero sin sentido ni entidad alguna. Malavita
La película comienza con la fuga de un extraño y poderoso extraterrestre llamado Boris el animal. Es el último superviviente de la raza alienígena boglodita, que sobrevive mediante el ataque, toma, y ocupación de otros planetas habitados. Boris es un asesino, que fue capturado por el agente K y encarcelado en una prisión secreta en la Luna. K también pudo desplegar un sistema de defensa (denominado "Arca Net"), y evitar una invasión boglodita, logrando así su extinción. Sin embargo, Boris logra burlar la seguridad y destruir gran parte de la cárcel, para escapar y vengarse de K. critica: Muy grata mi sorpresa tras visionar la tercera entrega de los Hombres de Negro. Y digo grata porque tras su última y decepcionante secuela en 2002 y tras el anuncio de que gente como Justin Bieber o Lady Gaga aparecerían en esta película no sabía muy bien qué esperar. Sin embargo todas estas dudas se han ido disipando nada más avanzar el metraje. Men in Black 3 En primer lugar ofrece lo que uno quiere ver, y eso es un punto muy a su favor. Will Smith es amo y señor de la película desde su inicio hasta el fin. Si bien no destaca por unas dotes interpretativas apabullantes, Smith sabe administrar perfectamente su carisma e histrionismo y eso (nos) hace caer en gracia. Por desgracia el gran Tommy Lee Jones apenas aparece en la película; algo lógico teniendo en cuenta que un K tan mayor (con todos mis respetos, señor Jones) no podría ser el mismo dentro de las oficinas del MIB ni combatiendo contra extraterrestres por todo Nueva York, por lo que es sabiamente reemplazado por un Josh Brolin ("No es país para viejos") que cumple con creces y que protagoniza algunos de los mejores momentos del filme. Inteligente es -no cabe duda- el viaje en el tiempo que nos propone el guión, ya que de otra manera no habría encajado la introducción del K Jones en escena, y éso constituye en mi opinión uno de los mayores aciertos de MIB III, poniendo al alcance del espectador la atmósfera que podríamos contemplar perfectamente en cualquier película de finales de los 90 o principios del 2000, recordando así en muchos momentos a la primera entrega de los Men In Black (la mejor hasta la fecha, sin lugar a dudas). Sin embargo esto no supone un impedimento para seguir gozando de las habituales misiones de los MIB controlando la actividad extraterrestre ilegal, así como de los magníficos efectos especiales o CGI (aunque a veces recargados) que potencian y de qué manera la película como espectáculo visual. Tampoco nos olvidemos de la fenomenal banda sonora original de Danny Elfman; una música tan poco ligada a excesos como fácil de asociar. Eso sí, espero que me perdonen cuando diga que Pitbull ha interpretado un tema horrible para la ocasión. Sobre todo si tenemos en cuenta los temas de las dos anteriores entregas a cargo del propio Will Smith, que si bien no eran para ganar un Grammy sí eran pegadizos, y gozaban de unos videoclips realmente buenos. En fin, los años pasan para todos, y puede que el mismo Smith ya pidiera un relevo en ese sentido. Continúo en "spoiler". Men in Black 3
Después de que su intercambio de parejas da un giro, cuatro amigos llegan a una playa remota para afrontar las repercusiones y dejar salir las verdades más profundas. critica: Nadie puede creer lo que aquí se cuenta... considerando que el cine es espectáculo y la credibilidad es un elemento accesorio, pues se acepta la premisa. Ahora bien, para convencerme tiene que ofrecer algo que me apetezca, o inquiete, o bien me perturbe, y nada de eso sucede. Cuatro por cuatro Ni siquiera los propios personajes parecen muy seguros de lo que allí está sucediendo. Existe como una barrera entre ellos que en vez de acercarlos a esa relación de cuatro, por todos aceptada, los confunde y aleja. No podrían mirarse unos minutos a los ojos sin decir nada. Progresa evitando una coherencia que jamás rozó, para resolverse en una línea de idéntico desconcierto. Cuatro por cuatro
Un grupo de amigos adolescentes deben resistir el hechizo de un malvado showman que se presenta en una casa de los horrores en su pequeña ciudad. critica: Es evidente que esta película es un truño para mi, aburrida y ñoña a más no poder pero, obviamente, yo no soy el público objetivo para este tipo de producción, así que valorarla en función de mi opinión me parece fuera de lugar. Bienvenidos a la Casa de la Muerte Supongo que si hubiera visto esta película cuando tenía 12 años, me hubiera gustado. Por lo que me pudo llegar a gustar ver esta película es por reconocer un nuevo "subgénero" desconocido para mi e inexistente cuando yo era un niño: el terror adolescente. Cuando yo era niño había dibujos y películas que usaban el "terror" desde la comedia pero no recuerdo yo productos que explotaran el género de terror para un público infantil o adolescente. Bienvenidos a la Casa de la Muerte
La vida de Norval (Elijah Wood) está siendo difícil. Mientras vive con su madre entra y sale de terapias de rehabilitación relacionadas con el alcohol sin rumbo aparente. Un día recibe una carta de su padre solicitando una visita y no se lo piensa dos veces: acude rápidamente a su casa, convencido de que reunirse con él llenará el vacío emocional que lleva sintiendo desde su adolescencia. Sin embargo, al cabo de poco tiempo Norval comienza a sentir que hay algo que no encaja en la actitud de su padre, un adictivo empedernido al alcohol. El joven muchacho pronto se da cuenta de que su soñada reunión familiar se ha convertido en un camino hacia una pesadilla. critica: En ‘Come to Daddy’, ópera prima del canadiense Ant Timpson, Elijah Wood juega en casa. Actor de rostro extraño, ojos saltones y pequeña estatura, moldea su interpretación al ritmo impuesto por un guión con pronunciada tendencia a despendolarse. Habiendo tocado la gloria gracias al papel de Frodo Bolsón en la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’, estamos ante un artista con personalidad. Hace lo que le pide el cuerpo, no se deja arrastrar por modas, ni urgencias para acaparar el foco mediático de antaño. En alguna ocasión ha reconocido su amor por España, lo que ha mostrado poniéndose a los órdenes de Alex de la Iglesia y Nacho Vigalondo. Aquí acepta el proyecto de un debutante, en una apuesta, cuanto menos arriesgada. Consigue brillar, aportando oficio y veracidad a un papel bastante exigente. Ven con papá Timpson fusiona thriller y comedia negra, dando forma a una película que busca apartarse de los convencionalismos apelando al exceso. Wood da vida a un joven apocado que pasa de la treintena. Viaja a una apartada cabaña para reunirse con su padre, al que no ve desde que tenía cinco años. Su progenitor le ha escrito una carta con la finalidad de retomar la relación, clausurada por él mismo tras abandonar el núcleo familiar. La curiosidad inicial del hijo da paso al escepticismo, para desembocar en la perplejidad, conforme la actitud del padre se vuelve cada vez más extravagante. ‘Come to Daddy’ comienza como una cinta de suspense al uso, jugando con las verdaderas motivaciones de los personajes. Presenta a un protagonista inseguro, que ha vivido su particular caída a los infiernos por el alcohol. Desea causar buena impresión, que su padre, al fin y al cabo un desconocido, sienta orgullo por su vástago. Sin renunciar a determinadas trampas narrativas, Timpson se recrea en la tortura psicológica de Wood mediante escenas hilarantes, de humor negro inteligente. En su tercio final, ‘Come to Daddy’ se desparrama. Es una pérdida de control acelerada, no la intuyes. Esta es su principal peculiaridad, para bien y para mal. Forma parte de su ADN. Sangrienta, brutal, escatológica, surrealista y con secundarios que parecen sacados del manicomio, estamos ante una propuesta que sabe reírse de sí misma. Una burla hacia determinadas relaciones sociales que me hace pasar un buen rato. Acabado el metraje, esbozo una sonrisa. Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es/ Ven con papá
Cuando unos invasores alienígenas capturan a los superhéroes de la Tierra, sus hijos tienen que aprender a trabajar en equipo parea rescatarlos... y salvar el planeta. critica: Como ya he indicado en varias ocasiones, el incombustible Robert Rodriguez es capaz de lo mejor, como la sensacional Abierto hasta el amanecer (aunque parte del mérito es de su amigo Tarantino) o la reivindicable The Faculty (de la que la película que nos ocupa coge algunos elementos), y de lo peor, como su insufrible saga de Spy Kids. Y es que, desde que fue padre, decidió que quería contentar también a sus hijos, una decisión muy loable, aunque los resultados fuesen poco menos que ridículos, en una cruzada que no ha hecho más que manchar su variopinta filmografía. Superniños Sin que nadie se lo pidiese, el director ha decidido traernos una especie de spin-off o continuación de Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl (que admito que no he visto… ni pienso hacerlo), en exclusiva para Netflix (con un gusto por los productos de baja calidad que da que pensar…) y rodeándose de un gran elenco de populares actores, no vaya a ser que nadie quiera ver su nueva bobada. Porque eso es exactamente lo que es Superniños/We Can Be Heroes, un atentado al buen gusto que no merece llevar en su título original la letra de la mítica canción (Heroes, para los despistados) y que supone una de las mayores pérdidas de tiempo de este terrible año 2020. Y eso, amigos míos, es decir mucho. Jamás entenderé la necesidad de Rodriguez de encargarse de la dirección, el guion, la fotografía, la banda sonora, los efectos especiales y todo lo que se le ponga por delante, cuando ha dejado bien claro que es incapaz de desenvolverse con buen hacer en todos esos apartados, ofreciendo, en no pocas ocasiones, trabajos mediocres. Su última película no es una excepción, con unos efectos visuales que son impropios hasta de la década de los 80, feos y chirriantes a más no poder, notándose que el estudio detrás de esta tontería no ha sido demasiado generoso con el presupuesto. Repito, ¿quién ha pedido esto? Tampoco ayuda el libreto, demasiado estúpido hasta para los niños a los que se supone que va dirigida, con unos giros de guion supuestamente sorprendentes pero que se ven venir de lejos o un final que es la guinda del pastel (de lo idiota que es), y con unos personajes que no conocen lo que es el carisma, ni se espera que lo aprendan. Obviamente, la película está dirigida a los más pequeños de la casa (los adultos la van a sufrir, ya que parece escrita por unos alumnos de preescolar…), pero dudo que ni éstos la disfruten, en un cóctel sin sustancia y con poco que ofrecer. Sí, hay un gag inspirado (el momento “Carros de fuego“), pero nada más, en una hora y media que te hace plantearte el sentido de la vida. Aviso a los fans de Sharkboy y Lavagirl: su presencia es testimonial, rozando el cameo, al igual que sucede con los populares intérpretes, secundarios de lujo que apenas aparecen cinco minutos, y que han sido aprovechados de forma sucia en el material promocional, con el único objetivo de intentar enganchar espectadores que de otra forma no se hubiesen acercado a esto ni a punta de pistola. Porque sí, sin la presencia de Pedro Pascal, dudo que me hubiese acercado a esto, y total, para que aparezca dos minutos… Y es que da mucha pena ver a actores de la talla de Christian Slater, Boyd Holbrook (protagonista de Narcos junto a Pascal) o el actor de moda, Pedro Pascal (protagonista de The Mandalorian y villano en Wonder Woman 1984), pasearse por esta memez, aunque sea en pocos minutos, con el único objetivo de llamar la atención de los incautos espectadores, como ha sido mi caso. Una estafa, se mire por dónde se mire. Los niños tampoco están demasiado inspirados (salvo alguna excepción), y menos la protagonista, poco creíble y sobreactuando a cada momento. Lo de Priyanka Chopra ya ni lo menciono… En conclusión, estamos ante un subproducto bobalicón, al que no se le hubiese hecho el mismo caso sin ese director, estrenándose en otra plataforma menos conocida y con otros actores menos conocidos, siendo un despropósito que cuesta digerir, en lo que es una de las mayores tonterías de los últimos años, y creo que me quedo corto. El Cats del cine infantil. Mira que ya tenía confeccionado mi top de lo peor del año 2020, pero Superniños se cuela sin esfuerzo alguno. Otro bodrio para un año lamentable. Gracias, Robert Rodriguez… Más críticas: ocioworld.net Superniños