Christine (Catherine Frot) es una sintecho que vive en París. Una noche de invierno encuentra a Suli (Mahamadou Yaffa), un niño eritreo de 8 años, sollozando frente a su refugio. Unidos por sus condición de marginales, ambos se embarcarán en un viaje emocional para intentar encontrar en París a la madre del niño. critica: Seis años después del documental Au bord du monde" sobre las personas sin hogar que viven en París. Claus Drexel vuelve al tema en su nueva película en clave de fabula o cuento con muy pocas palabras narrándonos el encuentro entre una mujer vagabunda que vive en la calle y un niño de 8 años migrante, que ha perdido a su madre y que esta a punto de ser deportada. Las intenciones son nobles, y el director nos consigue transmitir la dureza de la situación sin caer en un sentimentalismo barato. Pero peca de lentitud en el desarrollo de la historia, con secuencias demasiado largas deambulando por París. También la falta de comunicación entre los dos al no hablar francés el niño resta bastante complicidad entre ellos y momentos conmovedores. Catherine Frot desaliñada y con una voz ronca interpreta muy bien a Christine la cual parece recuperar en cierto modo el instinto maternal, ya que parece que en el pasado perdido a su hijo. Mahamadou Yaffa es Suli el niño camerunés perdido, el cual sigue ciegamente a Christine consiguiendo ablandarle el corazón. Un cuento de esperanza, solidaridad y humanidad, que en estos días de pandemia agradecemos ese bonito mensaje que nos da, contado con muy pocas palabras con claras referencias al cine mudo, y en particular me recuerdo a la obra maestra de Chaplin "The kid". Destino Arrakis.com Bajo las estrellas de Paris
Historia de una camarera sin seguro (Biel) que inicia una cruzada contra Washington tras recibir el impacto de un clavo en la cabeza. Allí, se convierte en la cara visible de los afectados por “extraños accidentes” e intentará conseguir los favores de un congresista de pocos escrúpulos (Gyllenhaal). critica: Cuando una comedia te recuerda de vez en cuando a las Movies de los infames Friedberg y Seltzer es que hay algo que no funciona, y eso es exactamente lo que me ha pasado con Accidental Love. Entiendo que la comedia es probablemente el género más subjetivo que existe, que a cada uno le hace gracia una cosa, e incluso que una misma persona puede responder de diferentes formas ante una según su estado de ánimo. También entiendo que esta película en particular ha dado muchísimos quebraderos de cabeza durante su producción, incluyendo problemas financieros y actores que abandonaron el proyecto a mitad, hasta el punto de que el director, David O. Russell, se desentendió de la película allá por 2010 para centrarse en el exitoso y, a mi parecer, estupendísimo biopic que fue The Fighter. A pesar de todo esto, yo lo único que puedo valorar es el producto que ha caído en mis manos, no los problemas que dio o lo que podría haber sido. Y qué queréis que os diga, me parece un truño considerable. Un accidente llamado amor Accidental Love intenta ser una sátira inteligente sobre el sistema sanitario americanos, centrando sus dardos en los entresijos de la política y los parásitos que la pueblan. Un intento loable, pero sus méritos se quedan ahí, en la intención, porque el resultado es un caos. El montaje parece hecho con prisas por un grupo de alumnos de secundaria, todo está acelerado y la progresión de la historia está desastrosamente contada. Una idea que en teoría podría haber funcionado y dado lugar a una comedia ácida y negrísima se diluye entre chistes de culos rotos, pollas empalmadas, caídas y demás lindezas (me ha faltado una bromita de pedos para redondear, pero bueno, no se puede tener todo), con diálogos incómodamente faltos de gracia, personajes insoportablemente estúpidos y a menudo innecesarios (aún me estoy preguntando qué coño aporta el reverendo al argumento, pero en fin) y resoluciones absurdas. No pido una verosimilitud máxima en una comedia, pero sí un mínimo de coherencia y de cohesión, y aquí no los veo por ninguna parte. El elenco de actores es una broma de mal gusto. Por un lado, Jessica Biel demostrando que no solo es inexistente su versatilidad dramática, sino también su vena cómica. James Marsden tal vez funcione un poco mejor en la comedia que en el drama, pero eso tampoco es decir demasiado. Jake Gyllenhaal, un actor que ha demostrado su talento en numerosas ocasiones en los últimos años, está histriónico y fuera de lugar, protagonizando varios de los momentos que más vergüenza ajena me han hecho pasar. Y lo de Catherine Keener directamente no me lo explico. ¿Qué hace esta mujer aquí? Ni ella lo sabe. La pobre hasta se esfuerza por sacar su papel adelante, pero con ese guion lo tenía muy difícil. En fin, como he dicho, no hay nada más subjetivo que la comedia. Otros pueden descojonarse vivos, y yo que me alegro por ellos, pero pocas cosas me parecen más frustrantes que ponerte una comedia y que te bombardeen cada quince segundos con bromas que, al menos para mí, no tienen ni puta gracia. Me preguntaba por qué Russell había lanzado la película bajo el pseudónimo "Stephen Greene". Una vez vista, lo entiendo perfectamente. Aunque me haya arrancado alguna que otra sonrisa ocasional, en Accidental Love no encontré ningún gag que me hiciera reír de verdad, que ya es difícil. Y por si fuera poco, su crítica queda tan enterrada bajo el aura de chapuza que envuelve todo el proyecto que acaba siendo inaudible y completamente inocua, y eso en una sátira es algo imperdonable. Strike uno, O. Russell. Por favor, no vuelvas a cagarla así. Puntuación: 3,5 Un accidente llamado amor
La muerte del patriarca de la familia congrega por primera vez en años al clan de los Foxman. Judd, está de luto doble, no sólo ha muerto su padre, tambien lo ha hecho su matrimonio. Jen, su mujer, tiene un romance con su jefe que está en boca de todos. critica: Jason Bateman es posiblemente uno de los actores cómicos que mejor labor están llevando a cabo en el cine comercial estadounidense, encasillado en el rol de persona normal sobrepasada por las circunstancias (que tanta empatía genera en el espectador). Está acompañado esta vez por una coral solvente en estas lides: Tina Fey, Adam Driver, Rose Byrne, Corey Stoll y sobre todo la veteranísima (y recauchatada) Jane Fonda en un personaje en el que se autoparodia. Los nombrados (y el resto de intérpretes) cumplen con creces las expectativas, con la cantidad justa de comicidad y almibarada ternura que puede esperarse en este tipo de películas. Ahí os quedáis A pesar de este capital humano en pantalla, Ahí os quedáis no pasará a la historia ni por originalidad ni por resultados. La historia, cien veces contada, de una reunión familiar provocada por un funeral que reaviva los sentimientos de padres, hijos, hermanos y cónyuges provoca en esta cinta algunas risas, emoción barata y gags sobre tetas. Facilona, superficial y bastante más vacua de lo que el primer acto prometía, se salva por algunos tramos realmente divertidos y un tono amable que, al menos, produce un efecto general de bienestar. Muy apta si lo único que se pretende es un pasatiempo agradable, poco trascendente y con bastante parecido a un capítulo de comedia de situación inusualmente largo. Publicado en blog www.fascinoscopio.com Ahí os quedáis
Un joven que cumple cadena perpetua en prisión rememora las circunstancias, la gente y el sistema que lo empujaron a cometer su crimen. critica: El principal problema de ‘Todo el día y una noche’, primer largometraje de Joe Robert Cole, coguionista de ‘Blak Panther’ (2018), radica en acercarse a una temática exprimida hasta la extenuación. La situación de la comunidad afroamericana en Estados Unidos se ha mostrado con títulos que empequeñecen la obra de Cole. Al no aportar nada novedoso ni en lo social, cultural y dramático, la cinta se hunde rehén de sus premisas. Es como intentar reflotar un tractor atascado en el fango apretando a fondo el acelerador. Todo el día y una noche En la primera secuencia vemos a un joven (Ashton Sanders) tarareando estrofas de una canción rapera como método de concentración ante el doble asesinato que va a perpetrar. Ya en la cárcel, y con una cadena perpetua por delante, recuerda acontecimientos vitales que le han colocado en semejante tesitura. ‘Todo el día y una noche’ arranca y finaliza con pinceladas que rememoran sendos anhelos de su desdichado protagonista: convertirse en cantante y no seguir la estela marginal de su padre. La propuesta se desenvuelve mejor cuando nos adentra en su interior, intentando descifrar qué pasa por su cabeza, analizando una conducta zigzagueante, contradictoria. Se sustenta en un gran trabajo de Sanders, exhibiendo durante todo el metraje una actitud inescrutable. Un pozo insondable para crear una atmósfera enigmática. Vemos a un perdedor. Un niño criado en una familia desestructurada, con un padre violento y drogadicto. Un barrio sólo para gente de color, dominado por la violencia, la exclusión, el trapicheo. Y la sombra del presidio esperando en la puerta a una juventud condenada. Ese es el subtexto con el que Cole martillea al espectador: no hay salida, el futuro está dictado para esta pobre gente. No me lo termino de creer. Sus razones van en línea recta en una exposición de motivos uniforme, sin fisuras. Ve todo claro en cuestiones enormemente intrincadas. Reduce la iniciativa y responsabilidad personales a meros espectadores, echando la culpa de todo a eso que llamamos ”sociedad”. Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es Todo el día y una noche
La vida de Martha y Sean Carson, una pareja de Boston, cambia radicalmente tras perder a su hijo durante un parto casero por una negligencia cometida por una matrona a la que posteriormente denuncian ante los tribunales. Comienza entonces un largo vía crucis para Martha, que además de tener que superar el dolor por la pérdida de su hijo tiene que hacer frente a una compleja relación con su marido y a su madre, una mujer dominante por naturaleza. critica: Esta película dramática narra el parto casero de una joven, que termina de forma trágica. Está dirigida por Kornél Mundruczó y protagonizada por una sobresaliente Vanessa Kirby. La actriz interpreta a Martha Weiss de forma que es capaz de sumergir al espectador en su estado mental y sentir la ira, la confusión y la desolación por la que atraviesa su personaje. Asimismo, considero que tanto Ellen Burstyn como Shia LaBeouf han realizado unas actuaciones impecables. Fragmentos de una mujer La escena del parto, rodada majestuosamente en forma de plano secuencia en tiempo real, impacta de tal forma que encoge el corazón, entristece y duele hasta hacerte gritar en silencio. Es totalmente desgarradora. De esta manera, se muestra la pérdida del bebé en el parto, que se convierte en el foco central del relato. A partir de ahí, observamos como se derrumban los cimientos de la vida y el equilibrio emocional de los personajes, que no saben como enfrentarse a la tragedia. Sin embargo, durante el transcurso del filme, he estado sintiendo una paulatina pérdida de interés. Cada revelación me parecía predecible, la trama se va volviendo algo tediosa. Probablemente, el prólogo tan intenso elevó mis expectativas y, con comienzos tan potentes, se hace complicado mantener esa intensidad durante el resto del filme. A pesar de que Mundruczó no ha sido capaz de conseguir que el resto de la película estuviera a la altura de la primera media hora, logra que mantengas tu atención en la evolución del estado mental de Martha y de las relaciones con las personas que la rodean. Cabe destacar el uso de alegorías, como el puente en construcción o las semillas de manzanas, que pueden resultar demasiado obvias para algunos pero, desde mi punto de vista, ayudan a sostener la carga dramática de esta devastadora experiencia. Fragmentos de una mujer
Después de un accidente automovilístico casi fatal, una popular estudiante de secundaria pierde la memoria y tiene una segunda oportunidad de una vida más significativa...The Mystery of Her critica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... The Mystery of Her