Servidor | Formato | Idioma | Tamaño | Descargar |
---|---|---|---|---|
Torrent | 1080p Dual | Español Latino | 1.60 GB | Descargar |
Historia de la relación entre un padre y su hija a lo largo de 25 años. Todo comienza en Nueva York en la década de los 80, donde Jake Davis (Russell Crowe), novelista ganador del Pulitzer y viudo reciente tras la muerte de su esposa, lucha contra una enfermedad mental al tiempo que intenta criar a su hija de cinco años. critica: Independientemente de alguna pega que se le puede poner a esta película en cuanto a que algunos de los personajes se retratan de una sola pieza —sin matices ni contradicciones— y de la ducha escocesa de emociones que a algún sector del público le puede contrariar, ésta es una película que funciona muy bien y que creo cumple los objetivos previstos en su diseño: Habrá espectadores que se sientan identificados con alguno de los protagonistas, nos hace reflexionar, nos emociona —aunque la emoción, como el miedo, es libre— y reivindica la vida. De padres a hijas El gran mérito de la película es su construcción, que permite que funcione tan bien, ya que para contar la historia, que se compone, a su vez, de dos historias distanciadas en el tiempo —una de las cuales condiciona a la otra—, renuncia a hacerlo cronológicamente, y opta por entremezclarlas, pero no en grandes bloques como estamos acostumbrados a ver en la utilización de "flashbacks", sino prácticamente mezclando las secuencias de cada historia, una a una: A cada secuencia de la primera historia le sigue una secuencia de la segunda. Eso que se dice muy fácil es muy difícil de llevar a la práctica, porque lo normal sería que hubiese alguna secuencia que ofreciese dudas acerca de a qué historia pertenecía, con la consiguiente desorientación, y la película empezaría así a venirse abajo. Para evitar estas posibles confusiones se utiliza un recurso, que es el de que cada historia se cuenta desde el punto de vista de uno de los dos protagonistas de la relación que da título a la película: "de padre a hija". Es decir de la primera historia no sabemos nada ni lo sabemos antes de lo que lo sabe el padre —sólo sabemos lo que sabe él—, y de la segunda no sabemos nada ni lo sabemos antes de lo que sabe la hija cuando ya es adulta. Así la estructura acaba resultando de una claridad meridiana porque en ninguna secuencia van a coincidir el padre y la hija adulta. Este planteamiento fílmico tiene unas consecuencias que dan solidez y sentido a la película: 1 ) La dota de un aroma de suspense en la medida en que vamos desentrañando lo que sucede en la segunda historia a medida que vamos conociendo la primera. 2 ) Impide la acumulación dramática que, narrados los acontecimientos secuencialmente, terminaría abrumándonos a una determinada altura de la proyección. 3 ) Al renunciar a que la hija cuente toda la historia —podría haberlo hecho perfectamente a través de sus recuerdos—, nos hace valorar más la relación del padre con ella, ya que conocemos mucho más los sacrificios que ha comportado para él, hasta qué punto es un luchador, un hombre que se esfuerza titánicamente por no verse sobrepasado por las circunstancias y que hace del cuidado de su hija la razón de ser de su vida. La primera historia es la de una relación entrañable y ejemplar entre un padre cariñoso, comprensivo y creativo y una niña muy espontánea y madura para su corta edad —la seguimos desde los cinco a los ocho años—. Kylie Rogers, en su papel de Katie niña, es un auténtico fenómeno de la naturaleza ya que con sus once años tiene la interpretación de una actriz consagrada. De la segunda historia doy mis claves personales en el spoiler. De padres a hijas
La historia de Stan, un adolescente huérfano que vive con su abuelo abusivo y tiene la tarea de proteger rutinariamente a su mejor amigo de los matones de la escuela secundaria. Cuando Stan descubre que una criatura asesina se ha refugiado dentro del cobertizo de herramientas en su patio trasero, intenta luchar en secreto contra el demonio solo hasta que su amigo intimidado descubre a la criatura y tiene un plan mucho más siniestro en mente. critica: Me ha recordado mucho a las películas de "serie b" de los 80 que alquilaba en los videoclubs en la preadolescencia y que eran realmente divertidas y terroríficas, evidentemente hoy día ya cuarentón, no tienen tanta gracia, pero esa nostalgia ochentera hace que su visionado sea agradable y entretenida. Y es que cumple todos los elementos del terror de antaño, trama adolescente, chicos haciendo "bullying", vampiros, efectos prácticos de maquillaje, nada de CGI... El argumento es absurdo y tiene fallos por todas partes, incongruencias varias y acciones de los personajes ilógicas, pero así también lo eran la mayoría de pelis de terror de los 80, jajaja. Lo dicho, película muy sencillita que no intenta engañar a nadie, va a lo que va, no intenta ser pretenciosa ni sorprender a nadie, todo lo que sale lo hemos visto mil veces. Es una peli muy para la chavalada y para nostálgicos, no es que sea un festín gore, de hecho tampoco hay mucho, se deja ver si no pretendes ver algo nuevo o de alta calidad. Ni fu ni fa, pero se le coge cariño, jajaja. The Shed
En Oak Springs vive un grupo obstinado de amigos que se niegan a abandonar el barrio por culpa de la gentrificación. Su líder, Lupita (Barraza), los mantiene unidos como comunidad, como familia. Pero no saben que su amado Bingo Hall va a ser vendido a una fuerza mucho más poderosa que el propio dinero. critica: Película englobada en la colaboración entre Amazon y la productora especializada en el cine de género Blumhouse (Déjame Salir, 2017), mencionada Welcome to the Blumhouse, que ya nos trajo cuatro películas el pasado año, y este nos traerá cuatro más. La cinta está dirigida por el responsable de segmentos de antologías como México Bárbaro (2014), o ABCs of Death 2.5 (2016), y protagonizada por Adriana Barraza (Arrástrame al Infierno, 2009), y Richard Brake (3 del Infierno, 2019). Bingo Hell En Oak Springs vive un grupo obstinado de amigos que se niegan a abandonar el barrio por culpa de la gentrificación. Su líder, Lupita (Barraza), los mantiene unidos como comunidad, como familia. Pero no saben que su amado Bingo Hall va a ser vendido a una fuerza mucho más poderosa que el propio dinero.(FilmAffinity) La película cuenta con un presupuesto ajustado que es notorio en los escasos efectos que contiene la cinta, junto a unas localizaciones sencillas y mayormente en interiores. La trama que se nos presenta, sobre tratar un tema sobrenatural relativamente típico, contiene un tono desenfadado que tira de comedia en muchos casos, no obstante, bajo este tono ligero se puede encontrar un mensaje presentado de forma burda aunque resulte desgraciadamente real. En el apartado interpretativo no encontramos ninguna sorpresa, con un reparto que cumple a nivel general, sin encontrar a nadie que merezca la pena resaltar, eso sí, el personaje protagonista de Lupita es inevitable empatizar con el. Bingo Hell es una propuesta mediocre, que sobre ofrecer un pasatiempo entretenido de poco menos de hora y media, se olvidará de la mente del espectador tras acabar su visionado. Nota personal 5/10 Bingo Hell
Basada en una historia real ocurrida en los años 80, narra cómo un policía estadounidense se infiltra en una banda de narcos colombianos. Para lograr ese objetivo, Robert Mazur (Bryan Cranston) se infiltrará junto Kathy Ertz (Diane Kruger), quien fingirá ser su futura esposa y Emir Abreu (John Leguizamo), un policía con métodos poco tradicionales para codearse con la cúpula de la organización criminal y ser parte de la mayor operación encubierta antidroga de la historia. critica: Como ya hiciera con sus dos últimos trabajos, otros dos biopic sobre el guionista de Hollywood, Trumbo y el presidente Johnson, Cranston no sólo es lo más destacada de la película, sino quien levanta y sostiene un guión sin garra y de excesiva duración. Además el look ochentero que luce el actor, le sienta bien y le rejuvenece. Aunque esta vez no está tan solo. John Leguizamo, como su compañero policía, y Diane Kruger, como una novata que se infiltra junto al personaje de Bryan Cranston, como su su prometida, también rayan a gran nivel. Infiltrado La película tiene una estética homenaje a los grandes thrillers de la época, como "Donnie Brasco" o "Scarface" y son, junto al reparto, lo mejor y más llamativo de la película. Lo peor es un guión sin fuerza,escrito por la propia madre del director, basado en tópicos y que no arriesga ni propone nada nuevo ni diferente de la gran cantidad de películas ambientadas en el mundo de los policías infiltrados. Otro fallo ,es que apenas se trata la relación de Robert Mazur con su mujer e hijas. Salvo un par de pinceladas, no se ahonda nada en esa parte dramática de la vida del policía. Bryan cranston, nuevamente, pone voz y cara a un personaje real, en esta ocasión al policía Robert Mazur, que, bajo el alias de Robert Musella, se infiltro entre los grupos de narcotraficantes que operaban en Miami, dentro del Cartel de Medellín que dirigiera Pablo Escobar, haciéndose pasar por un ejecutivo de banco dispuesto a lavar el dinero de la droga. Infiltrado
1969. Chen Zhen es un joven estudiante de Pekín al que envían a Mongolia Interior para educar a una tribu de pastores nómadas. Pero el que realmente aprende es Chen: sobre la vida en esa tierra infinita y hostil, la libertad y la responsabilidad, y la criatura más temida y reverenciada de esos lugares, el lobo. Sin embargo, la relación de atracción existente entre esas criaturas complejas y casi místicas con el ser humano se ve amenazada cuando un oficial del gobierno central decide por todos los medios eliminar los lobos de esta región. critica: Hay algo especial en las películas que, desde una perspectiva seria, tratan el comportamiento de los animales en un estado salvaje. El último lobo coincide con esta consideración puesto que, desde una perspectiva histórica, nos narra un bello relato sobre la relación entre seres humanos y lobos. En concreto, es el realizador francés Jean-Jacques Annaud quien está detrás de las cámaras, un tipo al que le conocemos por obras como Enemigo a las puertas o la adaptación cinematográfica de El nombre de la rosa, pero que también ha trabajado mucho todo este tema de la naturaleza y la fauna en otras películas, especialmente la bien valorada El oso. Aquí intenta trasladar a la pantalla la conocida novela Wolf Totem, escrita con algunos tintes autobiográficos por el chino Lü Jiamin bajo el seudónimo de Jiang Rong. El último lobo Argumentalmente es muy básica: en la China de los 60, el estudiante Chen Zhen es enviado a la Mongolia profunda para, según el agente del gobierno, enseñar a leer y escribir a la gente de la zona. Pero pronto el joven queda cautivado por el comportamiento tan noble como férreo de los nativos y, especialmente, por la relación que mantienen respecto a los lobos. Generalmente, temen a esta especie, puesto que existe el riesgo serio de que pueda atacar a su ganado, una de las principales fuentes de ingresos que tienen. Sin embargo, con la ayuda de los más veteranos, saben cómo usar el instinto depredador de los lobos para beneficio propio. Zhen descubrirá, empero, que no todo es de color rosa: cuando una loba tiene lobeznos, es necesario sacrificarles (de una manera bastante cruel, todo sea dicho) para que así no aumente la manada. Algo que impacta a cualquier persona que desconozca tal cuestión y, dada la emotividad con la que está narrada esta escena, seguro que también al espectador. El propio Zhen se queda bastante tocado, por lo que decide que tiene que hacer algo para intentar cambiar el curso de los acontecimientos. Conviene no contar nada más de la trama aunque, como decimos, la fuerza de El último lobo no se encuentra en su guión. Esta opinión hay que circunscribirla únicamente al desarrollo de la trama en sí misma, que por momentos resulta quizá algo previsible, pero no al mensaje que intenta transmitir, a todas luces honesto, necesario y en consonancia con la ambientación en la que nos sumerge. Annaud dota a su obra de una poderosa fuerza visual, merced no sólo a la hermosa fotografía conseguida por Jean-Marie Dreujou, sino también a su habilidad para saber captar el momento justo de la naturaleza en que las imágenes poseen más fuerza. No tan impactante es el efecto 3D del filme que, si bien no estorba (cosa que ya sufrimos varias veces en la fiebre estereoscópica post-Avatar), al final uno tiene la sensación de que, sin su presencia, la película conseguiría llegar al espectador de manera prácticamente idéntica. Consideraciones técnicas a un lado, el cineasta francés sabe tejer un relato que no deje agujeros por el camino, siendo particularmente reconfortante que evite sumergirse en historias de amor o amistad demasiado profundas y pastelosas, sendero al que por momentos parecía que se podía encaminar la película. También es cierto que, al tomar como referencia una obra basada en hechos reales, Annaud no podía desencaminarse en exceso de la senda marcada por el texto originario, pero en cualquier caso hay que agradecer que haya optado por un desarrollo de los acontecimientos efectivo por mucho que pueda pecar de intrascendente para un espectador más exigente. Y es que, aunque sea caer en la evidencia, la realidad indica que los protagonistas de la película son los lobos y no las personas, cosa que se va haciendo más palpable conforme avanzan los minutos. El último lobo reúne en su realización varios aspectos interesantes y otros que generan algunas dudas, pero en su conjunto termina por alzarse como una película muy recomendable para todo aquel que guste disfrutar del cine ambientado lejos del mundanal ruido. Aquí, Annaud logra lo más importante: hacernos partícipes de ese entorno natural, gracias no sólo al fuerte matrimonio que mantiene con la parte técnica sino, principalmente, al respeto con el que se dirige a los nativos del lugar y a la figura del lobo. El resultado final arroja una película muy en consonancia con el resto de su filmografía, fácil de disfrutar por todo el mundo y que arroja diversas consideraciones sobre las que uno, a poco que le haya seducido lo que ha visto, sin duda reflexionará una vez lleguen los créditos finales. El último lobo
Cuando en 1708, las relaciones comerciales entre Rusia y China están prohibidas. Es entonces cuando Pedro el Grande de Rusia decide mandar un grupo de soldados expedicionarios para buscar oro en la salvaje Siberia y compensar todo el dinero que están perdiendo. critica: Esta película la pasaron por televisión hace poco y no le pude ver entera, así que me la dejé pendiente. Las relaciones comerciales ruso-chinas atraviesan un momento tenso a comienzos del siglo XVIII y el zar Pedro decide enviar una expedición a Siberia para desenturbiarlas. Allí, las cosas no irán del todo como estaban previstas. La conquista de Siberia Como ya he observado en otras producciones rusas de carácter histórico, el diseño de producción y la puesta en escena están muy cuidados. Se nota cuando ponen mimo y dinero en una producción cinematográfica. Otro asunto es el guión. En esta ocasión, la historia transcurre deslavazada y a velocidad de vértigo, ocurriendo que están en un momento y lugar concreto y en la escena siguiente han pasado meses y están a miles de kilómetros. Las elipsis son bruscas y brutales y restan credibilidad a la historia. Los personajes tampoco ayudan mucho, no habiendo ninguno que destaque por su carisma o su presencia, y las tramas románticas son forzadas y con momentos que rozan el ridículo. La trama presenta a los rusos como una suerte de pacifistas que solo quieren la paz de una manera un tanto naif e ingenua, y solo al final se pueden destacar algunas escenas de batalla. En fin, que es una película atractiva desde el punto de vista del contexto histórico que describe, pero como obra cinematográfica es otra muestra de cuanto tienen que aprender el cine ruso para terminar de cuadrar un buen espectáculo. Entre Tarkovsky y esto hay términos medios que tendrían que explorar. La conquista de Siberia