Celia, una niña de 11 años, estudia en un colegio de monjas de Zaragoza y vive con su madre. Brisa, una nueva compañera recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del año 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras. critica: Pues eso, para mí la película se sostiene por las buenas interpretaciones del elenco de actrices (porque apenas sale algún hombre en la película) Las niñas Parece querer basar su atractivo en la aparición de recuerdos fugaces de la época de los 90, que si la has vivido puedes pensar: -ah sí, los fruitis! ah sí, lo otro! ah mira, tal música o tal programa de tv,...pero creo que con eso no se construye una película: es como si veo una película o serie americana ambientada en los 80, y salen múltiples evocaciones a productos, programas, referencias, ...vale muy bien, a mi eso no me dirá nada, estará muy bien para ambientar, como todas las películas, pero necesito un guion, algo más, y ahí creo que falla la película: no hay historia, no hay trama, no hay intriga, es todo una sucesión de secuencias sin más conexión que la linea temporal, el 90% de las cuales grabadas a menos de medio metro de las caras de los protagonistas, con lo cual se hace un poco agobiante, y estás todo el rato esperando a ver que pasará, ...y no pasa nada. La película acaba donde acaba, como podría haber acabado 15 minutos antes o después, que te quedas -ah, vale.... y además el tema final que cantan es casi una copia del tema ''Pepinot'' de la peli ''Los chicos del coro''. Las niñas
Katie (Julianne Hough) es una bella joven con un oscuro pasado que llega a la pequeña localidad costera de Southport, Carolina del Norte. Allí conocerá al apuesto Alex (Josh Duhamel), un joven viudo de buen corazón, y a una viuda que la enseñará a enfrentarse a las pesadillas secretas que la acechan... Adaptación de una nueva novela de Nicholas Sparks. Un lugar donde refugiarse criticca: Mirad, ni me apetece mirar los nombres de los actores ni del director ni nada. Ésta será una crítica vaga pero, ante todo, honesta. La prota huye de su pasado frenéticamente al comienzo de la película, la vemos correr por una estación de autobús mientras le persigue la policía. Me siento afortunado: me he equivocado de película y he entrado a ver un intenso thriller hollywoodiense. Un lugar donde refugiarse Un lugar donde refugiarse Pero no, porque pasada esta persecución la protagonista llega a un pueblacho de mala muerte. Donde un viudo ridículamente guapo lleva una tienda. Tiene dos niños: por supuesto que son monísimos (una niña pequeña encantadora y un niño algo más mayor en una etapa difícil) y por supuesto que uno de ellos acepta los nuevos ligoteos de su viejo y el otro no. Un lugar donde refugiarse No me adelanto, primero queremos ver a gente bochornosamente guapa ligando como si fueran doceañeros y no depredadores sexuales. La protagonista, que huye de su pasado (cuánto daño ha hecho Kate de Perdidos) debe tomar la dura decisión de si se enamorará perdidamente del único hombre brutalmente atractivo de la aldea que además posee una tienda a su nombre. Él ya ha decidido si se enamorará perdidamente o no. Él es bueno, torpe y bobalicón. Ella va de misteriosa. Un lugar donde refugiarse Comienza una cadena de sucesos complejos, como que se van a la playa o como cuando cogen las canoas y llueve y ríen desafían al mundo desde su brutal belleza. Ella, que llega con lo puesto, ha podido meter en su mochila el mayor repertorio de pantalones cortos de la historia del séptimo arte. Me sorprende que no pueda disfrutar ni de unas piernas bonitas ni de nada; una losa de “asexualidad” pesa sobre toda la película. Recuerdo que no me quieren entretener a mí, un pobre cinéfilo de a pie. Me pregunto qué complicados mecanismos han empleado para que no podamos ni disfrutar de eso. Ella es bonita y luce piernas, pero es lo mismo que sucede con las revistas femeninas: salen chicas guapas, preciosas, pero hay un bloqueo que impide que los varones heterosexuales nos excitemos lo más mínimo, cierta aura de manufacturación, de mujeres recién salidas de la factoría. Es interesante. Sabéis que no soy nada amigo de la nostalgia, pero echo de menos más que nunca a Edwige Fenech, a Florinda Bolkan, a Carroll Baker, a Suzy Kendall, … ¿Qué fue de la sensualidad? Vale, no soy público objetivo. Un lugar donde refugiarse Como no soy público objetivo, tengo un truco para saber si estas películas os pueden gustar a vosotras. Si me siento empachado y con ganas de no comer dulce en mi vida, si bajo la vista hacia mis zapatillas ante frases “profundas” sobre el amor que me sonrojan, es que os va a gustar. Buenos días, princesas, no siento nada de eso: la película es inocua, neutra. No despierta ningún sentimiento. Técnicamente no tiene nada demasiado reprochable y el maligno pasado de la protagonista nos proporciona una actuación decente. Es todo lo bueno que puedo decir. Llama particularmente la atención que tarden una hora de película en besarse y una hora diez en irse a la cama (como veis, llevaba con precisión el minutaje de la película) en una secuencia nada excitante, en la que el sexo se nos muestra como algo etéreo, bello y manufacturado. Lamento el spoiler. Si eso os ha parecido un spoiler, largo. Un lugar donde refugiarse Os adelanto que hay final sorpresa y hubo risas contenidas entre los críticos. La mía no, yo me reí directamente y continué con mi vida y me fui a casa y os escribí esto desde la honestidad: no hay nada que ver en esta película. Un lugar donde refugiarse
La joven Bella Swan siempre fue una chica muy diferente ya en sus años de niña en Phoenix. Cuando su madre se volvió a casar, la mandó a vivir con su padre, a la pequeña y lluviosa ciudad de Forks, Washington, una población sin ningún aliciente para Bella. Pero entonces conoce en el instituo al misterioso y atractivo Edward Cullen, un joven distinto a los demás que esconde un secreto... critica: Decepcionante El libro mucho mejor, con diferencia. La película me ha parecido mediocre, muy floja. Está claro que las adaptaciones cinematográficas de libros nunca son fáciles. Hay que sintetizar, y explicar con imágenes lo que muchos autores pueden pasarse páginas y páginas describiendo, hay que conseguir efectos visuales no siempre fáciles, hay que hacer justicia a la idea que los fans tenían en mente... pero es que Crepúsculo falla en todo esto de una forma escandalosa. Parece que han hecho la peli a todo gas, como por encargo y para salir del paso, y con el único objetivo de forrarse, claro. No han respetado el espíritu del libro. Crepúsculo Su principal error comienza tal vez en un guión patético, cuyos diálogos rozan muchas veces lo ridículo y cuyos personajes no acaban de explicarse por sí mismos. Si no habéis leído el libro podéis no acabar de entender por qué demonios Bella (Edward) actúa como actúa y qué ve en Edward (Bella). Crepúsculo ¿Dónde está esa arrebatadora e intensa historia de amor y pasión entre el guapo y más que sexy vampiro Edward (Robert Pattison) y la torpe humana Bella (Kristen Stewart)? Desde luego en la película NO. No hay química ni chispa entre la pareja protagonista. Les falta magia, feeling. Las actuaciones de ambos son rígidas, ni sienten ni padecen. Sus encuentros y escenas juntos parezcan forzados y poco naturales. Por otro lado, la directora, Catherine Hardwicke, consigue que su romance surga demasiado rápido y sin mayor explicación. El ritmo de la película, con esos saltos bruscos de una escena a otra, tampoco ayuda nada. Así lo único que ha conseguido es hacer una película insulsa, sin alma, sin emoción y sin contenido. Crepúsculo El otro gran problema es, sin duda, de casting. Salvando alguna excepción ha sido pésimo. No puedo dejar de mencionar la incómoda sobreactuación de Pattinson (aparte de que físicamente hay que hacer un enorme esfuerzo imaginativo para creértelo en el papel del pluscuamperfecto Edward). Del vestuario y el maquillaje casi mejor no hablamos, de lo peor. ¿No se suponía que los vampiros eran los más bellos, cool, fashion y modernos de la faz de la tierra? Crepúsculo Nulo efectismo de los efectos especiales. Los vuelos entre los árboles son malísimos, al menos, podían haber copiado de películas como Tigre y Dragón, por ejemplo. Recomendación: A pesar de la presencia vampírica, Twilight es un romance, y cualquiera que espere ver una historia de terror saldrá decepcionado. Del mismo modo, si espera ver un romance pasional, de fuertes sentimientos, tal y como refleja la saga literaria, también saldrá decepcionado porque sólo verá un tonto enamoramiento sin la mínima emoción, ni explicación. LO PEOR: Es todo marketing y fachada, le falta el ingrediente principal: esa vibrante historia de amor que acelera el pulso y revoluciona para siempre la vida de los protagonistas. LO MEJOR: La cantidad de pasta que van a ganar la productora, directora y escritora. Crepúsculo
Sigue a un artista cerámico pionero que saltó a la fama en la década de 1920 mientras trabajaba en la industria de la cerámica de Stoke-on-Trent en Gran Bretaña....The Colour Room critica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia....The Colour Room
Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chirón tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio. critica: No se sabe si Barry Jenkins conocerá la castiza expresión "de noche, todos los gatos son pardos". Básicamente, tiene el mismo significado que cuenta Juan, el camello de buen corazón, cuando relata que una anciana le confundió en la noche con cualquier otro, porque todos los chicos eran iguales. Aquella anciana le llamó Blue, solo para sacarlo de ese todo uniforme, para reconocer su existencia. Y es que, efectivamente, en esta vida parece que todos somos iguales, y aún más, que debemos serlo. Moonlight Pero Chiron, el protagonista de esta historia, no lo es. No se siente "normal" y no le hacen sentir "normal" (como si hubiera una definición concreta de esa palabra). Él es diferente, aunque no sepa por qué, pero así se siente. 'Moonlight' es el desarmante retrato de su crecimiento y madurez, lidiando con esa verdad, en un entorno que no le da ninguna oportunidad para expresarla. Ya en el primer capítulo (1. Pequeño) es el monstruo de Frankenstein particular de personas violentas e inmorales, tratando de conciliar en si mismo los pocos conceptos que es capaz de entender sin que nadie se lo diga. "Maricón", "droga", "raro"... son palabras que se escapan a su comprensión, que muchas veces se olvida que un niño no tiene que comprender a corta edad. A su alrededor, los adultos siempre le coartan o le echan en cara su silencio, desestimando enseguida su conversación, pero Juan es el único que quiere compartirlo: como aquella anciana que le hizo reconocerse, él quiere dar lo mismo que recibió. Para Chiron, la gente nombra las cosas, estableciendo lo que son, y teniendo él que nombrar de la misma manera esos sentimientos, verdades, conceptos, cuando está claro que no los percibe igual. En el segundo capítulo (2. Chiron) el desconcierto se mezcla con el voluble carácter adolescente. Un compañero le habla de una chica que se ha follado en la escalera, se lo cuenta con todo detalle, "pues para eso estamos los hombres". Vemos en la cara de Chiron, a través de la intrusiva cámara de Jenkins, que él no piensa de la misma manera, pero calla. Porque su instituto es un mundo de apariencias, de barreras que debes alzar para conseguir ser respetado, o en el caso de Chiron para evitar que te hagan daño. Una lección que él ha aprendido de una madre disminuida e histérica, cuyo único cariño aparece cuando tiene que pedirte algo. Sin embargo, Chiron no espera que esas apariencias estén tan presentes como para no tumbarse con una intimidad en la playa, o un cálido apretón de manos en la medianoche. Si lo pensamos bien, nadie lo espera en realidad, nadie nos dice que lo bueno nunca dura, que el peor golpe lo da el mejor amigo y que debemos ponernos la máscara de quien no somos para sobrevivir a lo que nos dicen que debemos ser. Es algo que aprendemos a golpes, físicos o morales, cuando nos miramos dolorosamente en un espejo y no queremos ser la persona que está al otro lado. Al tercer capítulo (3. Black), Chiron ha adoptado el apodo que le pusieron en su día. Como protección, como costra musculosa en su cuerpo, como un engaño que se ha visto obligado a aceptar para que le dejen en paz. Entonces llega una llamada, un sentimiento, lo único real que le pasó, hace tanto tiempo. No deja de ser curioso, que los que más daño hacen, son los que siempre decían querernos más. Parecería que todos llevamos esa máscara de lo que debíamos ser, y por algún estúpido motivo, nunca nos la quitamos. Hasta que es demasiado tarde, claro, eso siempre pasa. Una verdad dolorosa que establece 'Moonlight' es que nadie nos enseña a vivir la vida. Creemos que tenemos que hacer esto, intentamos adaptarnos... y rara vez nos damos cuenta de que lo que tenemos nunca es lo que quisimos. Nos convertimos en uno de esos que dictan qué es lo "normal" y rara vez nos salimos de ahí. Solo es más tarde, en un recuerdo, en una mirada... cuando podemos encontrar quiénes somos, cuando podemos romper el molde que no nos dejaba movernos Sí, de noche todos los gatos son pardos. Y vivimos sumidos en una larga y oscura noche. Pero eso no significa que nunca podamos salir de ella, si lo queremos lo suficiente. Moonlight
En un futuro distópico, la sociedad está asediada por una enfermedad contagiosa que convierte a las víctimas en insaciables zombis. La única oportunidad de la humanidad reside en un grupo de niños que son inmunes a los efectos de la pandemia. Los niños están refugiados en una base militar situada en un pueblo perdido de Inglaterra. Allí, los pequeños son estudiados, ya que son capaces de pensar y sentir a pesar de haber sido infectados, mientras los científicos buscan una cura. Una de esas niñas, Melanie, destacará por encima del resto, provocando que el futuro de la raza humana dependa de ella. critica: Volvemos con otra cinta de zombies, pero por suerte para el público que empezamos a estar un poco hartos de estos come cerebros, el film que nos ocupa da un pequeño giro al asunto y nos aporta algo nuevo a un género totalmente colapsado entre películas, videojuegos y series. Hoy vamos a hablar de la adaptación de la novela The Girl with All the Gifts que el director Colm McCarthy ha sido el encargado/elegido/mesías en llevarla a la gran pantalla. Siguen siendo peligrosos, siguen teniendo sed de sangre pero en el fondo esta cinta nos lleva un paso más allá que un simple survivor cargado de personajes estereotipados. Melanie: La chica con todos los dones En un futuro distópico la humanidad se ha visto asolada casi en su totalidad por un tipo de hongo que contiene un virus "zombie". En medio de este apocalipsis total un grupo de científicos están investigando sobre una segunda generación de nacidos bajo estas circunstancias los cuales son mitad "hambrientos" mitad humanos. Basada en la novela homónima escrita por Mike Carey en 2014 ahora nos llega su adaptación a la gran pantalla. Colm McCarthy es el encargado de plasmar las páginas del libro a imagen real, para ello cuenta con la ayuda del propio escritor de la novela que es el encargado del guión de la cinta. La historia que se nos revela en The Girl with All the Gifts me recuerda muy sospechosamente al gran videojuego que vio la luz justo un año antes que la novela, en 2013, The Last of Us, del estudio Naughty Dog. Justamente cuenta un futuro distópico donde la humanidad se ha visto afectada por un misterioso hongo que nos transforma en una especie de mutantes zombies. ¿Casualidad? tal vez, la cuestión que ya sea copia o no, la idea que nos ocupa me parece muy bien llevada y da una visión totalmente necesaria a un género totalmente agotado por pequeñas y grandes producciones que llevan años sin aportar realmente nada nuevo al género. He de confesar que no he leído la novela, pues no conocía de su existencia hasta que me senté en la butaca del cine, por lo tanto no se cuan fidedigna es esta adaptación, lo que sí puedo asegurar es que el director ha sabido plasmar un tempo envidiable y nos cuenta una historia bastante ambiciosa de manera ágil y que no se torna aburrida en ningún momento. Tal vez uno de los puntos más débiles de la cinta es la falta de terror o suspense en algunos puntos de la cinta, no entraré en spoilers pero es cierto que toda la mitología alrededor de la cinta es increíble y apabullante y los escenarios mostrados están increíblemente bien recreados, te creerás por un momento estar en medio de un mundo post-apocalíptico, pero me falta un poco esa sensación de inseguridad que yo creo debería mostrarnos en todo momento y hay muchas veces que parece que vayan de paseo por el campo. En cuanto a las actuaciones tenemos un reparto realmente increíble, contando con nombres como Glenn Close, Gemma Arteton o Paddy Considine, pero si bien todos ellos cumplen correctamente con su cometido, aquí debo dar mención especial y a parte a la pequeña Sennia Nanua, con tan solo 12 años se marca un papelón digno de las grandes estrellas de Hollywood. Si eres un amante de las películas de zombies, pero empiezas a estar un poco harto de ver siempre lo mismo. Si eres un amante de los films donde nos muestran futuros distópicos donde la humanidad lucha por su supervivencia o simplemente si te gusta el cine de género, The Girl with All the Gifts es una de esas pequeñas joyas con la que disfrutarás seguro de principio a fin. Melanie: La chica con todos los dones