Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby y su conductor británico Ken Miles. Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966. critica: Este tipo de películas sobre temas tan minoritarios como el automovilismo, y más cuando se trata de una competición algo más desconocida (no es la más popular F-1) y ambientada hace décadas, pueden enfocarse de dos maneras: Le Mans '66 - una es hacer una cinta que tome como trasfondo el automovilismo, pero buscando ante todo un entretenimiento, espectáculo sin más para los que son aficionados y para los que no (sobre todo para estos últimos, que son la mayoría). Aquí, cualquier parecido con la realidad, tanto en los personajes como en el desarrollo de las carreras, es pura coincidencia, ni se pretende. Ejemplos podrían ser "Días de trueno", o sobre todo la disparatada "Driven", con el inefable Stallone. - la otra sería un tipo de película con rigor histórico y técnico, para reflejar de la forma más fiel posible cómo eran este tipo de carreras. Entonces el problema es que puede convertirse en un pseudo-documental que hará las delicias de frikazos de las competiciones del motor, pero resultará tediosa para el público general, que además no entenderá buena parte de los aspectos técnicos. En esta línea se encuentra la célebre cinta de "Las 24 Horas de Le Mans" de Steve McQueen, y la magnífica "Grand Prix" de John Frankenheimer. En cualquier caso el nicho de espectadores de estas dos claramente son aficionados al deporte del motor. Pero ambas tienen el gran acierto de entregar una recreación dramatizada. Es decir, una historia de ficción con personajes ficticios, aunque tomando como inspiración, respectivamente, una carrera (Le Mans 70) o campeonato real (el mundial de F-1 de 1965), y personajes reales. Se tomaba así la prudencia de no querer contarnos en ningún momento unos hechos reales al 100 %, algo que sí pretende hacer “Le Mans ‘66”, y es ahí donde naufraga estrepitosamente. Una mezcla de ambos planteamientos se produjo, de forma muy acertada, en la estupenda “Rush” de Ron Howard. Pero si esto era lo que se pretendía en “Le Mans ‘66”, el resultado ha sido equivocado, porque al final es una película claramente orientada al espectáculo palomitero con el grave error, que a mi juicio condena la cinta, de querer, presuntamente, contarnos unos hechos y personajes reales. Y no lo hace, porque casi todos los aspectos técnicos, cronológicos, o deportivos que aparecen, están manipulados, o directamente inventados, falseados. Es decir, que el rigor histórico que se supone debe tener, no existe por ningún lado. Director y guionistas juegan con la baza a favor que el 99,9 % de los espectadores de esta cinta no tendrán ni idea de cómo se desarrollaron realmente los hechos que ocupan la película, el célebre duelo entre el gigante norteamericano Ford y el prestigioso Ferrari a mediados de la década de 1960. Para situarnos, convendría saber que en aquella época, el campeonato del mundo de resistencia, con coches tipo GT y sport-prototipos, era una competición con tanto prestigio o más que el mundial de F-1, y la carrera reina era las 24 Horas de Le Mans. Desconociendo esta historia, posiblemente la película incluso dejará un buen sabor de boca: escenas más o menos espectaculares de carreras, sonido atractivo, actores populares… incluso hay buenos y malos, épica, drama... Es decir, que la película cumple correctamente con el factor espectáculo. Y digo correctamente sin más, porque también en el apartado técnico esperaba “algo” más. No está mal resuelta, pero tampoco se hace gala de unos medios técnicos apabullantes. Incluso antes de verla pensaba que habrían utilizado de forma más amplia efectos digitales para recrear ciertos coches de carreras de la época, o diversas zonas del circuito de Le Mans, y luego no es así. De hecho, algunos aficionados echarán de menos un buen número de coches de la época que no aparecen, y peor aún, como varios otros son burdas recreaciones que ni siquiera se parecen a los originales. Resulta sorprendente como la película de McQueen, rodada en 1970, sí era capaz de mostrarnos algunas réplicas extraordinariamente fieles, y en cambio en esta, 49 años después, con unos medios técnicos infinitamente superiores, aparecen algunos coches totalmente falsos, inventados (pocos, cierto, y sólo al final, pero ahí está el dato). Además, algunas escenas en pista de Le Mans quedan desangeladas y se echa en falta algo más de “tráfico” en pista, público, etc. En cuanto a los actores, pues Matt Damon está en su línea, como una paella sin sal, y el que más se esfuerza es Bale, que este sí es un actorazo, pero tampoco será su papel más recordado. Además, por desgracia, el penoso doblaje daña bastante el resultado final. Imagino que en V.O. ganará enteros. Pero vamos al meollo de mi crítica: la historia y su rigor. El guión se basa en el libro de A. J. Baime “Go like hell”, pero mientras que este autor hacía en su obra una versión novelada manteniendo el rigor y con un buen trabajo de investigación, aquí los guionistas se han tomado todas las licencias habidas y por haber, y aunque evidentemente se toman como base unos hechos reales, el error imperdonable es que lo haga con falsedades y gazapos históricos de primer orden. El espectador “normal”, tan feliz, se irá a casa creyendo que ha visto una historia real, pero los cuatro frikazos que saben cómo fue esta historia en realidad (entre los que me incluyo), pues se van pensando que vaya invención peliculera; no se entiende por qué todo debe contarse con tantas mentiras. En “Rush”, aunque los hechos se contaban de una forma que buscaba el espectáculo y llegar al gran público, se respetaban de forma fiel muchos aspectos deportivos, como resultados de carreras, los coches que aparecían, etc, algo entiendo que imprescindible en una historia real llevada a la pantalla, y que además hacía las delicias de los aficionados al motor. En cambio, en “Le Mans ‘66” no sucede lo mismo. En la zona de spoilers dejo unos cuantos ejemplos de ello. Le Mans '66
La historia de la película se basa en la leyenda china y se centra en un joven estudiante (Raymond Lam) que se enamora de una bella mujer (Huang Shengyi), sin saber que ella es una serpiente blanca que ha tomado forma humana. Un monje llamado Fahai (Jet Li) interviene para salvar el alma de joven encerrando a la serpiente blanca en un pozo profundo. Nuevo remake de un clásico de la Shaw Brothers. La cinta original de 1962, White Snake, ya tuvo una adaptación en 1993 titulada Green Snake que dirigio Tsui Hark y protagonizó entre otros, Maggie Cheung. Le doy un 6 por ser amante del género y porque tiene algunas cosas salvables, pero es mediocre. Decepción. Un Jet Li (Ocean heaven) entrado en años y en kilos (está un poco fondón) interpreta a un monje budista dedicado al noble arte de atrapar demonios. Eva Huang y Charlene Choi (Crónicas de Huadu) son hermanas y demonios-serpiente. La mayor, Susu, se enamora de un humano, un herbolario (Raymond Lam) y, haciéndose pasar por humana, consigue seducirle. Su intento de llevar una vida feliz juntos, se ve truncado con la aparición del monje. El hechicero y la serpiente blanca La primera pega (y principal) es un guión débil y flojo, además de poco original (la historia de amor entre humano y demonio aparece entre otros muchos títulos en A chinese fairy tale de este mismo año). Esto ya es un lastre para la película que además peca de un excesivo uso de los efectos digitales que por otro lado, tienen una calidad variable. En ocasiones están muy conseguidos, pero otras parcen obra de un aficionado. Además, por momentos parece que estemos ante una cinta Disney, con tanto animalito hablando... Por último, quiero mencionar como defecto, la ausencia casi total de enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Jet Li está desaprovechado y los combates son casi siempre mediante el uso de poderes y abusando de los efectos. Por cierto, Jet Li está muy flojo en su actuación. El hechicero y la serpiente blanca Y ahora los puntos favorables, que son pocos, la verdad. La fotografía es muy buena y la paleta de colores es sobrecogera. Visualmente, es un espectáculo. Aunque tengo cierta manía a Charlene Choi, tanto ella Eva Huang me han gustado. Sus personajes llevan el peso de la película. Por otro lado, la combinación del género fantástico con la acción y una historia de amor siempre es atractiva. Esperaba mucho de esta película, pero me ha decepcionado profundamente. Al menos entretiene... Lo mejor: Eva Huang. El hechicero y la serpiente blanca
Tras una planificada invasión extraterrestre de la Tierra en 4 oleadas que ha acabado casi con toda la humanidad, la joven Cassie Sullivan intenta encontrar a su hermano pequeño mientras trata de sobrevivir junto a otros supervivientes. critica: Nada puede salvaros de ‘La quinta ola’ excepto los que ya la hemos visionado, así que a los que tenéis pensado verla os digo "corred insensatos" porque os espera algo mucho peor que los supuestos alienígenas o los catastróficos tsunamis que promete, corred lejos de la sala en la que se proyecta, si encontráis un DVD con su título ni se os ocurra tacarlo, podría ser contagioso, si por casualidad algún día la encontráis haciendo zapping en vuestro televisor, cambiad rápido de canal porqué os puede estallar la cabeza intentando encontrar una sola razón para seguir viéndola. La quinta ola Como absoluto devorador de blockbusters tengo que reconocer que en este género mi listón no está muy alto, en ocasiones simplemente busco un rato de buen entretenimiento sin más, pero la película de J Blakeson es un absoluto despropósito en su totalidad. Los primeros quince minutos te hacen pensar que el simple divertimento se cumplirá, pero nada más lejos de la realidad, a partir de ahí la cinta va de mal en peor, y cuando crees que la cosa ya ha tocado fondo lo horrible se vuelve vergonzoso y acaba siendo literalmente insoportable. Después de un inicio con cuatro efectos especiales nada sorprendentes el metraje se centra en unos personajes aborrecibles a más no poder sustentados en mediocres actuaciones mientras te torturan con deleznables diálogos. 'La quinta ola' pretende ser los nuevos 'Juegos del hambre' o 'El corredor del laberinto', los detractores de ambas sagas se ahorcarán sin dudarlo si se atreven a verla, los que disfrutamos en mayor o menor medida con ellas no encontraremos perdón alguno para semejante atrocidad. Los que en ocasiones nos conformamos con simples cintas de acción como pueden ser ‘San Andrés’ o ‘2012’ no hallaremos satisfacción alguna, es por ello que a falta de catástrofes, explosiones o aventuras uno empieza a fijarse en otros aspectos del metraje y es ahí donde empieza la tortura, ‘La quinta ola’ nos ofrece un argumento nada convincente aderezado con un fallido intento de cine juvenil, con unos escuetos efectos especiales, amor que da grima y una trama que no se podría haber presentado peor. Un brillante ejercicio de ilusionismo digno de los protagonistas de ‘Ahora me ves’ consigue que el tráiler engañe a los aficionados al género, y cuando respiras aliviado porque la pesadilla llega a su fin te encuentras con un desenlace abierto a una nueva entrega que un servidor seguro no verá. Lo mejor: Nada Lo peor: Todo Más en http://estovacine.blogspot.com.es/ La quinta ola
Liberty, una joven de 16 años, regresa a casa después de dos meses en un campamento y conoce al prometido de su madre, John Smith, cuyas cualidades parecen demasiado perfectas para ser humanas. critica: Liberty, una adolescente de 16 años, regresa a casa al final del verano, tras dos meses en un campamento. Allí descubre que su madre mantiene una relación con, John Smith un hombre atractivo y bastante mas joven. Especie oculta Su argumento y desarrollo no resulta convencional, aunque evidentemente la historia crea origen desde elementos comunes, antes utilizados... "ESPECIE OCULTA" se plantea, con economía de información, por tanto desata el interés. Durante mas de cincuenta minutos, sabemos que algo pasa con el "novio" pero no acertamos a descubrir el qué. Contemplamos todo desde la perspectiva de Liberty; en escasos momentos se hace cómplice al espectador dándole alguna diminuta pista a través de imprecisos instantes que aumentan la intriga. Después de años viendo cine, en las salas, en casa, en nuestras grandes teles actuales... los aficionados terminamos desarrollando un instinto para reconocer de antemano, cuando una película nos va a gustar o no. Cuando leí algunas críticas de los críticos, intuí con cierta reserva, que no iban a coincidir con mi opinión. Así como la votación global de quienes votamos en esta página, que le habían otorgado un 4,4 a fecha de mi comentario. Puedo asegurar que me entretuvo mucho mas que algunos grandes títulos mejor valorados. Pese al final oportunista, la valoraré con un siete, por la generosa primera hora de entretenimiento brindado. Especie oculta
Rico ha sido degradado y enviado a una estación satélite de Marte, donde se ocupará de entrenar a un grupo de reclutas. Por supuesto no tardarán en aparecer los conocidos bichos. Secuela de Starship Troopers: Invasion critica: No acaba de despegar Starship Troopers de ninguna manera. Desde la aparición de la gran adaptación de Verhoeven, tan sólo hemos tenido un par de películas más que son verdaderos bodrios y alguna cosa interesante como sí que fue Starship Troopers: Invasion, también dirigida por este Shinji Aramaki pero desde luego con más acierto. Starship Troopers: Traidores de Marte Traidores de Marte es una película ante todo aburrida, con algunos momentos buenos pero que llegan con cuentagotas y que desde luego no compensan el tedio de otras muchas partes. Ya me pasó con la soporífera Captain Harlock, por lo que no parece que el señor Aramaki sea un buen narrador de historias. Lo visual he de decir que también se me quedó cojo. No en escenarios, sino en animación de personajes que muchas veces convierten a esta Starship Troopers en una especie de introducción de un videojuego de la primera tanda de juegos lanzados para PS3. Hay alguna trama interesante, curiosamente alejada del puro matabichos que siempre pedimos a una película como ésta. Hay también intento de sátira como mandan los cánones de la saga, pero queda en eso, intento. No es lo peor que se ha hecho del universo Starship Troopers, desde luego, pero aburre demasiado. Starship Troopers: Traidores de Marte
Arturo es un joven intrépido que dirige a su pandilla por los callejones de Londonium. Tras sacar la espada de Excalibur, se verá obligado a tomar algunas duras decisiones. Junto a una misteriosa mujer llamada Guinevere, deberá aprender a manejar la espada, vencer a sus demonios y unir al pueblo para derrotar al tirano Vortigern, quien robó su corona y asesinó a sus padres antes de convertirse en rey. critica: Pero, ojo, que Arturito guarda una historia personal conmovedora relacionada con la muerte de sus padres que nunca antes habíamos visto en ninguna película ni libro, ¿eh?, y que es lo que le motiva llegado el momento para hacer frente al malo muy malo requetemalo interpretado por «el sigues igual de apuesto» Jude Law. Con ayuda de otros personajes y de la poderosísima espada Excalibur, hará la revolución para recuperar el trono. Excalibur es la leche..., cuando la empuñas con las dos manos te da una especie de subidón mágico tipo Frodo con el anillo de poder (¡!). El cupo de igualdad de género queda cubierto con el personaje de «la maga». No tiene nombre, ella es «la maga». Nos dicen que la envía Merlín, pero a Merlín no se le ve el pelo porque Merlín también está muy visto ya; será que está muy ocupado en la fragua de su torre mágica forjando espadas de báculos que le roba a otros magos... Pero qué... El Rey Arturo Todo esto y muchas cosas más, como murciélagos gigantes y serpientes gigantes (¿por qué serpientes y no dragones, como el Pendragon que es? Pues porque sí, obvio), con una dirección de Ritchie patética, drogada; con diálogos penosos, flashbacks de vergüenza, como toda esa parte en «las tierras oscuras» que parecen tomas falsas de la película, y chascarrillos de tres al cuarto. Añádase al engendro unos efectos especiales de cuatro duros en escenarios nocturnos y tenebrosos para que no se note; ese CGI de Charlie Hunnam luchando con los soldados es algo que no creí que volvería a ver en el cine. Es muy lamentable, en serio. Mi admirado Aidan Gillen no debería ni aparecer aquí, este actor está a otro nivel. El Rey Arturo