La película sigue a un DJ joven tratando de triunfar en la industria musical. A través de los obstáculos que encuentra en su camino y con la influencia de un carismático productor musical, el aspirante a DJ se guía en el camino que lo lleva al éxito. critica: No nos damos cuenta, pero se escapa. Es la juventud, sí, pero también su efervescencia, su impulso, sus maravillosas, terribles y precipitadas oportunidades y consecuencias. Un modo de vida, una manera de leer el mundo, pero también un momento que que no sobrevivirá al tiempo. We Are Your Friends 'We Are your Friends' trata, en sus veloces y viscerales fotogramas, de capturar eso tan intangible. A través de la vida de Cole, somos testigos de las noches inacabables (fugaces, llenas de color y luz) y las mañanas tras la fiesta (plagadas de luz, con aire de sueño del que no se acaba de despertar) tan comunes hoy en día, donde no se lleva la sutileza o la contención. Para qué, si no hacen falta. Para qué, si nunca más podremos ignorarlas de este modo, parece que se dice. Podría decirse que aquí está el retrato generacional del nuevo milenio, y muchos alzarán la ceja, porque se cree que se habla de banalidades tales como "salir de fiesta" o "ser el próximo DJ de éxito". Y puede que no le falte razón a nadie, que de lo que se habla es de puras banalidades, pero también, y pese a quien le pese, los bailes de Tony Manero el sábado noche, por muy increíbles que fueran en su momento, también eran banales, pero reflejaban una realidad: nuestra incansable necesidad de evadirnos de un entorno que nunca será tan bueno como cuando la música empieza a sonar. La odisea de Cole en este Los Ángeles contemporáneo no es tan distinta, ni de los bailoteos de Tony Manero, ni de la realidad que puede vivirse, cualquier noche de gran ciudad. Porque se habla de lo mismo: una persona que busca su camino, que cree que está destinado a la grandeza, y que finalmente, no era así, estaba destinado a apreciar la grandeza que dejaba atrás. El desencantamiento es nota común: hacia unos amigos que han madurado demasiado rápido, hacia un trabajo que ni llena ni recompensa, y hacia (como siempre) una chica. Emily Ratajkowski probablemente nunca gane un Oscar, pero aquí es perfecta siendo Sophie. La perfecta encarnación del sueño adolescente, una chica con la que deseas compartir copas hasta el amanecer y olvidarte de que el día de mañana no reserva nada mucho mejor. La noche en Las Vegas que comparten Cole y ella es pura ensoñación, la clase de noche en la que por una vez Cole fue tan grande como pudo soñar. Del otro lado está James, el DJ de moda y finalmente mentor en ese (puede que banal) arte, por no mencionar dueño de Sophie y de la calma más grande que cualquiera puede tener, como es la calma de sentirse adorado y no tener que dar respuestas a nadie. Wes Bentley recupera carisma actoral mientras Cole le odia en la sombra, y le cree acomodado a su éxito, pero la historia guarda una última y demoledora sorpresa por mano de James: ni todo es tan color de rosa, ni el mundo será siempre el edén que hemos imaginado chaval, así que espabila. Supone una paliza moral (por no contar la física de Cole) darse cuenta de que la madurez no garantiza el billete dorado a ninguna parte. De que los sueños serán tan grandes como sea la realidad para alojarlos, y esta es extremadamente, enormemente, pequeña. Pero si 'We Are your Friends' tiene una nota válida, perdurable, entre la fiesta y la locura nocturna, esa será la de que, pase lo que pase, no se debe olvidar quién eres, y de dónde vienes. Porque hasta la fiebre de una juventud puede encapsularse en una melodía, y puede vivir para siempre. Inspirando a otros para que se den cuenta de que no estaremos más vivos de lo que estamos ahora. We Are Your Friends
Jade, una tímida joven de familia privilegiada, y David, un chico carismático y divertido, se enamoran perdidamente durante un verano. Cuando el padre de ella intenta separarlos, su pasión los llevará a arrostrar situaciones temerarias. Remake de 'Amor sin fin' (1981). critica: Actualización de la historia llevada al cine en 1981 por Franco Zeffirelli y que fue protagonizada por Brooke Shields, basada en la novela de Scott Spencer. Más allá del amor Dos jóvenes que recién terminaron la prepa, o más bien el high school, ella de una familia adinerada, él de una más modesta, se enamoran y tendrán que luchar por mantenerse juntos, ante la oposición de él padre de la chica. Lo que en la versión de Zeffirelli era todo pasión, arrojo y hasta con un cierto toque de erotismo, todo esto sin llegar a ser una buena película; en esta versión de Shana Feste es todo cálculo, previsible y amable. Tanto en el texto original de Spencer como en la versión de Zeffirelli los personajes se dejaban llevar por la obsesión, eran imperfectos, arrebatados; en esta nueva versión todo está tan pulidito, edulcorado, todos los personajes son bien intencionados, unidimensionales. Con un tono más cercano a una telenovela (pero de las peores), la fotografía es luminosa, preciosista, los decorados impecables, los personajes se sienten como si fuesen protagonistas de alguna publicidad, mientras el padre, malo malo nomás porque si, hará todo lo posible por evitar el noviazgo. Bajo su propio riesgo. Más allá del amor
Debbie, hermana exconvicta de Danny Ocean, será la líder de un nuevo equipo de ladrones profesionales. Con la ayuda de su mano derecha planeará robar un valioso collar que está en manos de un malvado galerista. critica: La corrección política y la mediocridad que siempre va de la mano de esta vuelven a hacer estragos. En este caso con la saga de Brad Pitt y compañía. Lo que está de moda ahora, al parecer, es mal copiar películas exitosas o clásicos, para adaptarlos a la corrección política actual. Algo muy perverso ya de por sí, pero cuando dicha adaptación sólo consiste en meter mujeres donde había hombres la cosa ya roza el más espantoso ridículo. Ocean's 8 Este producto no aporta nada, tanto como la fantasmada de "Las cazafantasmas" o similares subproductos. El fracaso de taquilla está asegurado de nuevo, y lo está porque la gente empieza a cansarse, hasta los más políticamente correctos se hartan de pagar por aire, por vacío. La última entrega de la saga "Star Wars" (otro claro ejemplo de esta tendencia) ha producido pérdidas, algo impensable y casi catastrófico para la saga que más dinero ha generado en la historia del cine americano. Y es que el divorcio, aún inconsciente en muchos casos, entre lo que nos venden la televisión y en la propaganda, y los gustos e intereses reales de la gente de a pie es total. La distorsión cada vez es mayor. Pero los adalides de lo políticamente correcto al cargo de las producciones cinematográficas aún no se han dado cuenta, y echan la culpa de sus lamentables fracasos artísticos y comerciales a agentes externos. No vaya a ser la culpa de su falta de imaginación y rigor, claro, eso nunca. Serán capaces de hundirse con tal de no reconocer su error y sus limitaciones... Por mí que lo hagan y que dejen hacer cine a gente que realmente tenga algo interesante que contar, y que ame al cine como un arte libre, y no como una herramienta al servicio de la tendencia político-social de turno. Ocean's 8
John es despistado pero tenaz. Ella es frágil pero ingeniosa. Juntos inician un viaje por Estados Unidos huyendo del asfixiante cuidado de sus médicos e hijos. Desde Boston hasta Key West, la pareja recorre una América que no reconocen a bordo de su vieja autocaravana. El viaje les hará compartir buenos y malos momentos a la vez que les devolverá su amor y pasión por la vida. critica: Una pareja de ancianos decide huir de los médicos, de los hospitales y del propio tiempo, poniendo millas de por medio. Para ello cogen su antigua caravana y vuelven a realizar la vieja ruta que hacían cada verano cuando eran jóvenes. El viaje de sus vidas El siglo XXI se nos hecha encima con dos grandes caballos de batalla, a los que la medicina aún no ha conseguido derrotar. Uno de ellos es el cáncer, que desgraciadamente está presente en muchos hogares de nuestro tiempo, y que tiene una representación proporcional en la gran pantalla con títulos como “Camino” (Javier Fesser, 2008), “Biutiful” (Alejandro González Iñárritu, 2010) o la reciente “Tres Anuncios a las Afueras” (Martin McDonagh, 2017). El otro es la pérdida de la memoria, bien en demencia o bien en Alzheimer. Pero este caballo que galopa a la vez que el tiempo, no tiene la misma presencia en el cine. Hay películas que lo han tratado desde el drama que supone, de forma tan cruda como “Still Alice” (Wash Westmoreland y Richard Glatzer, 2014) y otras veces se ha tratado con humor, convirtiendo al personaje afectado de este mal, en el personaje cómico del filme. Algo que para mi gusto y ética me parece cruel y desagradable. Sin embargo llega El Viaje de sus Vidas, teniendo dos grandes actores al volante, sin hacer ruido. Y en un sencilla película cómica que te muestra la cara amarga, te enseña también las luces. Te hace, permitidme esta licencia tan típica, llorar y reír. No soy una persona fácil para ninguna de ambas, son contadas las películas que han conseguido hacerme reír y con menos de los dedos de una mano, se cuentan las películas con las que he llegado a llorar. Y cuando el filme concluye, tu estás riendo llorando. No es una película que deje un mar sabor de boca, sino todo lo contrario; te dan ganas de sentirlo todo cuando aun puedes. “DEL 10 AL ¿?”. Demos un voto de confianza y partamos de que toda producción tenga un 10. Sin embargo, algunos aspectos negativos van restando y esa nota se queda en un… Las tramas inconclusas que se dejan por el camino como el amigo del hijo, o la historia de la vecina (-1). Si se hubiese optado por un estilo más intimo como el de Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006), que curiosamente también tiene el elemento de la caravana, habría sido una película reconocida. Pero esta decisión de darnos una vez más un tándem de narración y fotografía comercial, al que ya estamos más que acostumbrados, juega en su contra (-2) ¿Lo mejor? La magnífica interpretación, una vez más, de Helen Mirrer. Y ese pequeño guiño que se lanza contra Trump ¿Lo peor? Que no sea más políticamente incorrecta 10-3=7 Escrito por Juan Anselmo Rodilla https://cinemagavia.es/critica-el-viaje-de-sus-vidas-pelicula/ El viaje de sus vidas
Fantasía épica que adapta la serie "Avatar: The Last Airbender". La nación del Fuego declara la guerra a las naciones del Aire, el Agua y la Tierra. Tras un siglo de lucha, no hay esperanza alguna de acabar con tanta destrucción. Aang, el más reciente sucesor del ciclo del avatar, el único con poder para controlar los cuatro elementos, tendrá que viajar hasta el Polo Norte para dominarlos y poner fin a la guerra. En esta aventura se unen a él Katara, una Maestra Agua, y su hermano Sokka. Durante su viaje serán perseguidos por el príncipe Zuko, el cual intenta capturar al avatar para recuperar su honor... critica: Damas y caballeros, no hace falta ser un genio para saber que una serie de animación como "Avatar: The Last Airbender" no encaja nada con el estilo de Shyamalan. Y tras ver esta película, estamos hablando de menos que nada. "The Last Airbender" debería ser una película de fantasía plenamente disfrutable para el público joven e infantil, pero no lo es en absoluto. Y eso se debe a que el estilo de Shyamalan, por más que nos guste, no vale para todo. Y con esto entiendo pausas interminables, diálogos esquemáticos, personajes que parecen máquinas y que no hablan más de lo necesario... con unos diálogos generalmente fríos, lentos y pasivos que tratan de moverse a medio camino entre lo adultamente espiritual y lo infantilmente soñador. Es decir, repelentes y cansinos en todo momento. Sumar a ello el trabajo de los actores: como es típico en Shyamalan, de miradas fijas y continuas que se tornan en inexpresividad y pasmosidad. Airbender, el último guerrero Esto por sí solo hace que todos, absolutamente todos los personajes de la película parezcan mecánicos, carentes de toda suerte de vida, carisma y evolución, falsos y aburridos. Y eso, precisamente, echa a perder la película. Ni más ni menos. Airbender, el último guerrero Y del cásting y su "jerarquía" de actores occidentales y actores orientales ya se ha dicho mucho. Pero al ver la película se nota que se ha dicho con razón. Como adaptación, tiene un grandioso potencial desaprovechado, pues posee a todos los personajes perfectamente caracterizados estéticamente. Las escenas del dominio de los elementos están magníficamente rodadas y recreadas en largos planos secuencia, y los recursos digitales sirven para representar perfectamente muchos elementos emblemáticos de la serie tales como Appa, Momo o el planeador de Aang. Incluso tenemos la presentación inicial de los cuatro elementos y el título de "Libro Primero: Agua". Y por supuesto, la película empieza y acaba allí donde empieza y acaba dicha temporada inicial de la serie, con los escenarios de introducción y clímax conectados. Sin embargo, a pesar de los muchos cliffhangers de la película con respecto a sus dos pronosticadas continuaciones (las otras dos temporadas o "Libros" de la serie), y la magnífica banda sonora del siempre estupendo James Newton Howard, la película no se sostiene. Es demasiado aburrida para niños, y demasiado infantilona para adultos. Y demasiado de ambas para adolescentes. A pesar de que Shyamalan mantiene que hará sus dos continuaciones, es muy dudoso que nadie se las pague, o que el público se interese por volver... a menos que cambien urgentemente de director. ¿Mi consejo? Vean las otras película de Shyamalan, en especial "El Sexto Sentido", "El Protegido" y "Señales". Y por supuesto, vean la serie, que es estupenda. Airbender, el último guerrero
Pese a haber gozado de gloria y de premios en su pasado, un luchador (Jake Gyllenhaal) ha caído en desgracia. Sin embargo, no se ha rendido y ha tomado la decisión de mejorar su imagen por el bien de su mujer y su hija. critica: Hay una y muy sencilla razón por la que merece la pena hablar de Southpaw. Si esa razón no existiera, esta enésima película de boxeo y redención podría pasar desapercibida entre tantas y similares historias que nunca alcanzarán, jamás, ese vuelo épico y poético que tenía la gran obra maestra del género (Toro Salvaje), a la que tantas otras han intentado acercarse (Million Dollar Baby, The Fighter, Ali…). Redención (Southpaw) Esa razón, sin la cual Southpaw probablemente no merecería la pena, no es su director, Antoine Fuqua, que siendo un director funcional, no destaca en su carrera por un enfoque especialmente original o novedoso en sus historias (la más destacada es Training Day, y en su currículo cuenta con cintas tan rutinarias como Olympus has fallen, El Rey Arturo, Lágrimas del Sol). Inicialmente prevista como un vehículo al servicio de Eminem (del que se conserva un tema musical que acompaña un soberbio montaje sobre el entrenamiento del protagonista), que funcionase como metáfora del aciago camino personal del rapero; Southpaw encontró en su desarrollo la verdadera razón de ser de su historia: un protagonista que hace creer que nos encontramos ante una buena película. No quiero decir que Southpaw sea mala, ni mucho menos. Consigue no caer en la sensiblería a pesar de buscar constantemente la redención de su protagonista. Consigue ser entretenida, e incluso emocionante, a sabiendas de que conocemos prácticamente cada giro de su guión desde el gran incidente que ocasiona la trama. Y en los combates de boxeo, Fuqua coloca y mueve la cámara de forma tan eficiente que por momentos consigue situar al espectador en el ring, y resultar impresionante no sólo en la sangre y los golpes, filmados tan bien que parecen reales, sino en una detallada exposición de la técnica del boxeo desde una posición estratégica. Dicho todo esto, lo que de verdad importa de Southpaw es su protagonista, su personaje, su actor; el genio de Jake Gyllenhaal. Después de interpretaciones tan buenas como las que ha mostrado en los últimos años en End Of Watch, Prisioners, Enemy, y sobre todo, Nightcrawler, este actor, camino de convertirse en uno de los mejores del actual cine americano, retrata aquí a un hombre básico y roto, enamorado (de una Rachel McAdams de la que podría decirse lo mismo que de su compañero: su creación es extraordinaria, y su energía perdura en la película incluso cuando no está en pantalla; además de que True Detective y Spotlight van camino de convertirla en otro esencial del momento) y solo, capaz de cargar con toda la energía trágica de esta historia y de convencernos de que merece la pena verla, capaz de hacernos sentir compasión por una mole de músculos que portan tanto sentimiento, tanto dolor, y tantos detalles que hacen de su interpretación, una verdadera clase de genialidad, fuerza y capacidad de transformación. Redención (Southpaw)