Los principios del cuidado

7.3
Ben es un escritor retirado que decide dedicarse a cuidar enfermos tras pasar una tragedia personal. Después de 6 semanas de formación, conoce a su primer cliente, Trevor, un deslenguado chico de 18 años con distrofia muscular. Al poco tiempo, se embarcan con sus parálisis respectivas, uno emocional y el otro física, en un viaje improvisado a todos los sitios que más le han llamado la atención a Trevor en las noticias de la televisión, entre los que destaca especialmente el "Hoyo más profundo del mundo". critica: Puede que sea sensación mía, pero me da la impresión que el "indie" llegó significando para muchos "el nuevo cine", algo novedoso que iba a salvar a la industria o al espectador de lo anodino, de la poca imaginación instalada en los grandes estudios, las grandes producciones. No mucho tiempo después, ya hay discusiones de que si esto es indie pero en realidad no, que si el indie ya se ha acomodado y va a piloto automático y en resumen, de que el calificativo indie, de esperanzador o piropo, ha pasado a cliché o descalificación. Este rollo lo suelto sorprendido por algunas críticas profesionales enzarzadas en bucle sobre este tema y que se adentran poco a hablar de la película en sí, un film, que personalmente me ha sorprendido gratamente. Los principios del cuidado Y es que, olvidándonos del indie o no indie, viendo el planteamiento y/o el trailer, el argumento parecía bastante claro, predecible, a camino entre el típico melodrama con clichés y el juego entre la pena y el discurso de superación / impacto emocional. Un padre que perdió a su hijo hace pocos años y que sigue marcado por ello de repente se hace cuidador de una persona discapacitada que no sale de casa. Queda claro que ambos se iban a adentrar en una aventura de crecimiento personal, pero faltaba ver si se llevaba de forma amena o "estomagántemente" insoportable. Evidentemente no escapa a clichés ni predecibilidad, pero muchas veces el cine ya no es lo que te cuenta, sino cómo te lo cuenta y además en estos casos, la química entre los personajes. Por suerte para el espectador, todo cumple a las mil maravillas, no resulta empalagosa, ni recargada de azúcar, todo es muy natural y cercano, incluido su sentido del humor, muy bien usado. Además, servidor que padece una distrofia muscular, mira más con lupa películas que hablan de ello, no porque me ofenda fácil, sino todo lo contrario y este tipo de films me ganan o me pierden, en los detalles. Y me ha alegrado ver que el protagonista no es un cliché con ruedas. No sale de casa por motivos X que te justifican y además te dicen que no es lo habitual, que los discapacitados (pese a la creencia general) salen y llevan vidas normales, me gusta la actuación de Craig Roberts, los trabajados momentos de humor más allá de "soy un tullido que va de gracioso", la parte (sea más o menos creíble ya a criterio personal) romántica, que lleven sin caer en el morbo pero con total naturalidad y sin tabúes los temas más íntimos y delicados y que aunque tonteen con ello con un por momentos delicioso humor negro, no caigan en el melodrama o impacto lacrimal, por mucho que el final de la enfermedad, más pronto que más tarde, hoy en día, es el que es. Nota: 7'2 Los principios del cuidado
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Los inquilinos

Drama Romance Suspense Terror
5

Los gemelos ingleses - irlandeses Rachel y Edward comparten una extraña existencia en el dilapiado caserío de su familia. Cada noche, la propiedad es dominada por una siniestra presencia que pone tres reglas a los gemelos: deben estar en sus camas antes de la media noche, no deben permitir que un extraño cruce la puerta, y si uno intenta escapar, la vida del otro está en peligro. critica: Película de Clausura en el último Festival de Cine de Sitges que traía las expectativas muy altas y que defraudo bastante cuando se proyectó. Los inquilinos Tiene un guión un poco fallido de David Turpin quien también es músico y compuso algunos temas de la película y cuenta con una dirección bastante notable de Brian O´Malley con una atmósfera muy bien conseguida. Un realizador que con su anterior película “Let us Prey” había conseguido cierto prestigio en el cine fantástico y que se esmera en contarnos esta historia de terror gótico ambientada en la Irlanda rural de principios del siglo XX. La película se rodó en la Mansión “Loftus Hall” con mas de 700 años de antigüedad situada al sureste de Irlanda y que también tiene su propia historia de fantasmas. Aquí viven dos hermanos herederos de la casa, prisioneros entre sus muros y con tres reglas que tienen que acatar. Todo se complica cuando el abogado de la familia viene con la propuesta de vender la casa porque las deudas son altísimas. Los protagonistas están bastante bien sobre todo la madrileña Charlotte Vega que estuvo junto al director en el Festival presentando la película. El ambiente lúgubre y tétrico que da ese viejo caserón, la estupenda fotografía de Richard Kendrick y la magnífica puesta en escena y ambientación no consiguen sacar a flote una historia de fantasmas pobre y a veces aburrida que no llega a engancharte para nada. Destino Arrakis. com Los inquilinos

Viaje a Italia

Comedia Drama
6.4

Muchos meses después de recorrer la campiña de restaurante en restaurante, Steve Coogan y Rob Brydon reciben el encargo de un nuevo viaje gastronómico, esta vez por Italia. Estos dos improbables amigos conducen por todo el país mientras vuelven a discutir sobre la vida, el amor y el cine. critica: The Trip fue originalmente una miniserie de 6 episodios emitida por la BBC en 2010. Ese mismo año se estrenó una adaptación cinematográfica que cortaba ostensiblemente su duración (de casi tres horas se pasó a unos 107 minutos) y que fue la que se popularizó fuera del Reino Unido. Esta cinta situaba al actor Steve Coogan y al humorista Rob Brydon dispuestos a emprender una ruta gastronómica por el norte de Inglaterra con la misión de escribir un artículo para The Observer. Interpretándose a sí mismos, Coogan y Brydon protagonizaban un divertido film repleto de gags e imitaciones pero que también tenía su parte dramática: el cineasta Michael Winterbottom parecía establecer una comparativa entre Coogan, cuyos nexos emotivos y familiares no paraban de cercenarse y Brydon, de carácter más humilde tanto en espíritu como en estilo de vida. Viaje a Italia Varios años después, los dos protagonistas de aquella cinta se reúnen de nuevo con el mismo propósito pero esta vez con diferente destino. En Viaje a Italia, también concebida inicialmente como una miniserie, la curiosa pareja recorre de norte a sur el país transalpino para degustar un plato tras otro. Pero, como las primeras escenas muestran, esta vez las personalidades parecen cambiadas. Coogan ha vuelto a unir lazos con su hijo, amén de encontrar una necesaria estabilidad laboral. Por el contrario, a Brydon parecen no irle demasiado bien las cosas por casa, toda vez que las conversaciones telefónicas con su mujer (tan graciosas en la primera entrega) suponen un dolor de muelas para ambos cónyuges. Aunque los protagonistas hayan dado un giro de 180 grados a sus respectivas vidas, la base de la película permanece siendo exactamente la misma. Viaje a Italia se compone de secuencias en restaurantes donde los protagonistas mantienen pequeños debates que acaban desembocando en un torrente de imitaciones que, alternadas con planos de la preparación y servicio de los platos, suponen la esencia del film. Pero también se mantienen las conversaciones telefónicas, las secuencias en la cama antes de apagar la luz, las reflexiones en torno a un poeta (en esta ocasión, Lord Byron), la aparición de los mismos personajes secundarios… Incluso las tomas de los protagonistas llegando al restaurante son similares a las de The Trip. Todo este calco técnico y visual no sería un problema si el fondo de la película estuviese plenamente renovado. Por desgracia, Viaje a Italia tampoco aporta suficientes novedades en el guión como para alejarse del fantasma continuista. Más allá del mencionado intercambio de personalidades entre Coogan y Brydon, que peca de cierta simpleza, muchas de las gracias realizadas por este último están rescatadas de su antecesora hasta que sea imposible escapar a la sensación de que estamos ante un déjà vu constante. Es posible que una de las causas de este bajón de calidad venga dado por el hecho de que esta vez el montaje para cines parece no haberse realizado con tanta gracilidad como en su antecesora. Que en el segundo minuto de película los protagonistas ya estén en territorio italiano es un primer signo de que el ritmo no está todo lo ajustado que debería, combinando alguna secuencia demasiado atropellada con otras de carácter algo lento. Viaje a Italia sigue siendo una película simpática y divertida de ver, pero ya no posee el gancho que sí tuvo la primera parte. Winterbottom ha eliminado las virtudes de su antecesora al mismo tiempo que recicla sus errores (resulta muy pesada tanta insistencia con Lord Byron, como sucedía con Wordsworth en The Trip), otorgando un producto final digno pero mejorable y bastante lejos de las expectativas que podían existir con el cambio de localización y el hecho de que el paso del tiempo afectara a los protagonistas. Por cierto, ya está totalmente confirmado que va a haber una tercera serie (suponemos que también tendrá su adaptación al cine) ambientada nada menos que en España, con un rodaje que comenzó el pasado mes de septiembre. Veremos si Winterbottom es capaz de cambiar de nuevo el signo de la saga. Álvaro Casanova - @Alvcasanova Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito) Viaje a Italia

Lady Bird

Comedia Drama
7.3

Una joven estudiante que se hace llamar Lady Bird (Saoirse Ronan) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf). critica: De qué va 'Lady Bird', no tengo ni idea. Es un conjunto de trozos vitales, efervescentes y caóticos, que a veces duelen hasta lo más hondo mientras otras tantas descansan, ansiando demostrar que existen. Es vida, es impulso, es incomprensible, pero por encima de todo eso, es adolescencia. Lady Bird A Christine le va muy bien en el instituto. O no, o quizás sólo le va bien a ratos, cuando le mira Danny en las audiciones de teatro o se ríe por lo bajo de la misa con su amiga Julie. También quiere mucho a sus padres. O puede que sólo soporte sus sermones porque son los que ponen la comida, y autorizan los avales económicos de becas futuras. De todas formas, es muy probable que Christine, perdón, Lady Bird, esté contenta con lo que hace, aunque a veces explote, se lleve todo por delante, y no esté saliendo de una para meterse en la siguiente, gritando con tanta rabia que a veces se confunde con júbilo. Lo bello de esta historia suya es que se nos ahorra la inútil necesidad de empatizar fácilmente: su madre Marion repite que es la villana de la casa, pero nunca me parece que alce la voz sin motivo, porque tiene cierta razón y, además, (en un hermoso detalle de verosimilitud) tan pronto puede echar la bronca como abrazar una hija que la necesita. Greta Gerwig sabe que su criatura es descuidada, obscena, maleducada y otras tantas lindezas, pero nunca elige ennoblecerla, hacerla víctima o heroína, y mucho menos pedirla que actúe con inteligencia. Porque nunca fuimos buenos o malos a su edad, siempre estuvo el caos del momento, empujándonos a hacer lo que nos parecía "correcto", ya fuera dejar una amiga en la estacada o llegar a casa a las tantas de la madrugada, todo por un beso. El querer retratar todo eso deja significados: ¿la escayola del brazo representa una cáscara que deja atrás, la que todos tenemos que romper cuando nuestras ilusiones se rompen también? ¿tachar novios en las paredes de una habitación atestada de verdad marca todo lo que tú eres o puedes ser? ¿el plumaje de la señorita pájaro brillará más al elevar un vuelo que nunca se ha atrevido a iniciar? Las sutilezas no importan tanto en verdad, y pronto se esfuman porque, en esta vida real, nadie tiene tiempo para seguir una ruta en la que no se vaya a equivocar. Lady Bird, Christine, en sus mentiras y gritos, desenvuelve una búsqueda de identidad, de apariencia, una que no le gusta y que cree que podrá cambiar si se lanza de cabeza a todo lo que la asusta, sin mirar nunca más de lo necesario. Y ahí quedan las primeras traiciones a las mejores amigas, las mentiras piadosas que no tienen sentido sobre una "casa de los sueños" en la que se vive, y sobre todo, el primer contacto con el masculino sexo, en la edad en que una alcachofa de ducha ya da todo lo bueno. Lo duro, lo triste en realidad, es que cuesta todos los errores del mundo darse cuenta de lo que uno quiere de verdad. Y lo difícil no es saberlo: es decirlo. Saber que una canción te encanta aunque todos los que se hacen llamar tus amigos la odien. Darte cuenta de que prefieres irte a otro sitio que no suponga una felicidad obligatoria. Y salir en las fotos riendo de verdad, porque no había ninguna sonrisa que preparar. Seamos sinceros, a nadie le arregla la vida saber dónde no quiere estar, y a dónde quiere ir. Seguimos siendo manojos de nervios, impresiones y arrepentimientos, que a veces salen bien. Hay que conformarse con entrenadores de fútbol dirigiendo teatro, amigas que decepcionar y estar en alguna lista de espera, sin poder entrar. Pero eso está bien, es lo normal, Lady Bird. Ojalá alguien me lo hubiera dicho, y me lo siguiera recordando, como a ti, querida Christine. Lady Bird

Los odiosos ocho

Drama Misterio Western
7.7

Seis, ocho o doce años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth y su fugitiva Daisy Domergue, intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth, conocido en estos lares como 'el Verdugo', entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren, un antiguo soldado negro de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix, un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como una ventisca está a punto de alcanzarlos, Ruth, Domergue, Warren y Mannix se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local de Minnie, en lugar de recibirlos su dueña, se topan con cuatro rostros desconocidos. critica: Ya sé que es de mala educación criticar el sabor de un plato cocinado, con cariño y buenos ingredientes, por un cocinero genial al que uno admira, pero -perdona que te lo diga, Quentin- por primera vez has estado tan perezoso, descuidado, vanidoso, torpe, egoísta, atolondrado… que has estropeado el famoso estofado de Minnie. Tiene un olor desagradable y un sabor rancio. No sé si habrá sido por un exceso de grasa, de casquería, de óxido... o por haber metido gato en vez de liebre, pero me has decepcionado. Los odiosos ocho Mientras avanzaba con la diligencia por aquella desolación nevada mi boca se hacía agua pensando en la conocida receta y casi me parecía oler ese estofado sabroso con todos sus ingredientes tan bien entremezclados. Pero no, Quentin, esta vez –y es comprensible después de tantos años- te has copiado con desgana, te has pasado lanzando cachos exagerados al caldero, hala, venga, sin pies ni cabeza… removiéndolos con la payasa soberbia y la gilipollez pelotuda de alguien engreído que lleva décadas recibiendo merecidos elogios. Y como es de bien nacido ser agradecido, estoy en deuda contigo por todos los placeres anteriores que llevas ofreciendo a mi paladar, pero que consten un par de cosas: que no pienso volver a tragarme un estofado tan vulgar como este de los Ocho Indeseables, y que la morcilla de Samuel L. Jackson sobraba en el puchero (te la podías haber metido tú por donde te cupiese). Y además eres consciente de ello, so caradura ¿o nos tomas por idiotas? Hay unas cuantas ocasiones en que a falta de liebre has echado gato en la cazuela y nos lo has servido con auténtica desfachatez: como no tenías ganas de trabajarte una situación que pudiese explicar porque no había sido rematado Samuel L. Jackson ¡simplemente prescindes de esas escenas, das un salto, y nos lo presentas a salvo desangrándose en la cama y poniendo condiciones! Y cuando no sabes cómo hilvanar otros acontecimientos ¡simplemente pones una fraudulenta voz en off, inexplicable, para que nos suelte un rollito! Pero, Quentin, qué vergüenza, con esos guiones siempre tan estupendamente cocinados a los que nos has tenido acostumbrados. Comparar esta última tuya con la genial primera (Reservoir Dogs) es algo realmente ignorante, torpe y penoso. Pero es que hay más grumos e incoherencias en el estofado, y cualquiera con buen gusto tarantiniano se entristece llevándose a la boca cucharadas sabrosas mezcladas con otras que dan ganas de escupir: trucos baratos, engaños arbitrarios, contradicciones atolondradas o anacronismos absurdos: no, Quentin, no tendrías que habernos estropeado el recuerdo de la aguda disertación de Tim Roth sobre la necesidad de una fría Justicia desapasionada, al revelarnos después que no es verdugo (que inconsistencia suponer esa reflexión en un simple bandido); no, Quentin, no tendrías que haber convertido en un dato esencial del que depende la credibilidad y la vida de un hombre, el supuesto odio de Minnie hacia los mejicanos, al revelarnos después en un flash-back que recibe y atiende al mejicano sin problema alguno; no puedes darle protagonismo a una historia de felación absolutamente impensable en el viril Far West del siglo XIX, simplemente para volver a recrear de un modo exagerado y forzado ese tu típico monólogo tocapelotas –magnífico en otras películas- que consigue llevar a un hombre a un estallido de ira, como ya demostraste en tu guión juvenil de Amor a quemarropa (con aquel monólogo de las abuelas sicilianas folladas por los moros)… A diferencia de la mayoría, la parte que me ha llegado ha sido la del principio, la del primer cuarto de la película; y la parte que me ha decepcionado ha sido la de todo ese estofado artificioso, anacrónico, sanguinolento, incoherente y sin chispa que se ha ido cocinando hasta reventar en La Mercería de Minnie. Kurt Russell como John Ruth ‘La Horca’ ha sido el mejor en todos los sentidos. Faltan los sanguinarios ideales de los Bastardos o de Django, motivaciones para el crimen, emociones para la venganza, o fuerza de convicción en los ingeniosos diálogos. Sobran la casquería sin gracia, los chorros de sangre sobre las caras, esa mariconada delirante de la gélida mamada, muchos planos feos y repugnantes... Pero, en definitiva, se puede perdonar, Quentin, que por una vez tu inteligencia, como los sesos, hayan saltado por los aires, pero no se te puede perdonar igual que nos hayas HARTADO Y ABURRIDO; y no me refiero al principio (estupendo), sino a todo ese tramo final, tan huero, en el que te imaginabas divertido. Los odiosos ocho

La excavación

Drama Historia
6.933

Crónica de la relación entre la terrateniente Edith Pretty y Basil Brown, el arqueólogo que impulsó la excavación de Sutton Hoo en 1938, cuando el mundo se preparaba para la guerra. critica: En 1939, se hizo un magnífico descubrimiento en la finca Edith Pretty en Sutton Hoo, en unos enormes montículos de tierra apareció un barco del siglo VI de 17 metros de eslora con la estructura intacta. En principio se pensó que era vikingo, pero en la cámara funeraria se encontraron monedas, comida y arte, aparte del cadáver de una persona. Estos objetos que hoy en día pueden verse en el museo británico se consideraron invaluables, pero podría decirse que son de los más valiosos por la perspectiva histórica que brindó de la cultura inglesa y los antepasados ​​que habitaron el país. La excavación La película narra los hechos históricos de las excavaciones en 1938, un poquito antes de que estallara la segunda guerra mundial. Pretty es una viuda que posee una gran mansión con grandes terrenos. Siempre ha sospechado que había algo debajo de unos túmulos en su propiedad, por lo que decide contratar a un arqueólogo local, Basil Brown, un excavador aficionado para que investigue si hay algo escondido. Después de encontrar los primeros restos comienza a venir mucha gente... Más allá de la trama arqueológica también hay una historia de amor entre Lily James y el sobrino de Edith (Johnny Flynn). Ralph Fiennes interpreta a Basil Brown este intrépido excavador, un oficio que le enseño su padre, que fue quien encontró el tesoro y Edith Pretty la viuda melancólica con una grave enfermedad, maravillosamente interpretada por Carey Mulligan después de que Nicole Kidman rechazara el papel. El guion es de Moira Buffini, basado en la novela del mismo nombre de John Preston. Destacar también su cuidada fotografía y su excelente partitura musical. Destino Arrakis.com La excavación

Devolver al remitente

Drama Suspense
5.9

Miranda (Rosamund Pike) es enfermera en un pequeño pueblo que está a punto de ver cumplidas sus aspiraciones profesionales y además mudarse a la casa de sus sueños. Sin embargo una cita a ciegas con William (Shiloh Fernandez), un desconocido, lo cambia todo y da un vuelco a su vida. El camino para coger de nuevo las riendas es el perdón y el olvido, pero Rosalind oculta un oscuro secreto que amenaza con salir a la luz. critica: " La pelicula logra mantenerte hasta el final que no es poco en tiempos que corren. Le suma unos puntitos la impecable actuacion de Rosamund Pike . si bien el final te deja como ... ( termino ??? ) pero no siempre las peliculas terminan como queremos y es un punto aceptable , la pelicula se hace fuerte por lo que no muestra ( el final o la violacion hubieran estado de mas . mi opinion desde ya gracias Devolver al remitente