Christian Wolff es un contable y genio matemático, un hombre obsesivo con el orden y con mucha más afinidad con los números que con las personas, que lleva una doble vida como asesino despiadado. critica: Lo malo de este tipo de películas es que ellas mismas se la tomen en serio. Será que no puede ser de otra forma, si los autores no creen en ella cuando la están haciendo, saben que el espectador no tendría forma de aguantarla. El contable Entonces la condición está clara: convencimiento pleno de la trama, real como la vida misma. Hay que apostar por ello y si va lejos, que vaya más lejos, que se pase mil pueblos si es necesario, pero creamos en ello. Primero: un niño con leve síndrome de Asperger, leve lo será, porque es un cerebro con patas. Un niño así, que yo conozco uno, es un niño deficiente, pero un niño autista en El contable es Statham con calculadora científica incorporada en su cerebro. Pero bueno, en el cine está establecido desde hace mucho tiempo que un autista es un fenómeno calculando números. Una mente prodigiosa. Un niño autista se caracteriza por mirada ida, alteración de los nervios, mala relación con los demás, por tanto ¿quién podría ser el adecuado para el papel? Ben Affleck. Pues bien, bien elegido. Inexpresividad total, ausencia de sentimientos… Lo hace muy real… Muy suyo… Y no queda mal. Y Segundo: El contable. Reconozco que era uno de los aspectos interesantes de la película. Un contable para dirigir cuentas de la mafia que sería un recomendado de la organización y llevaría una vida oculta. ¿Qué papel iba a emplear el contable que diera para un thriller entretenido? Si quieres explicaciones lo bueno es que podrás hacerte preguntas y más preguntas pero al final seguramente te olvidarás de ellas; no importan. El caso es que si en esta vida cada día te sorprendes con noticias nuevas increíbles, ¿por qué no entrar en el juego de El contable? Ver a gente jugar a las cartas es normal, pero no a perros. Ver gente de contable y repartiendo estopa es normal en el cine, pero no una persona con síndrome de Asperger, esa es la propuesta. El contable cuenta. Suma y sigue. Conoce a administrativa en la empresa. A ella le encanta el arte, y él tiene cuadros. Un bonito romance. Me ha gustado. Tiene gracia. La acción está bien y se cierra con un final muy apañado. Será por la canción, pero me ha gustado, me lo he creído todo aunque dé la casualidad que yo también sea contable. Pero no llego a tanto. El contable
Una universitaria arruinada decide jugar a un oscuro juego de ordenador de supervivencia de los años 80, en busca de un premio no reclamado de 125.000 dólares. Pero el juego la maldice y se enfrenta a peligrosas decisiones y a retos que alteran su realidad. Tras una serie de momentos inesperadamente aterradores, se da cuenta de que ya no juega por el dinero, sino por su vida. critica: Hay un juego maldito, fabricado en 1984 y cuya recompensa para el ganador aún no ha sido reclamada. La prota tiene problemas económicos...así que listo el pollo, cocinada la trama de la peli. Elige o muere La idea no es nueva, de hecho se han realizado decenas de pelis similares bajo esta premisa. Para el caso que nos ocupa, el guión parte de una idea que no le pertenece y, para colmo, tampoco sabe muy bien como ejecutarla. Sabe detenerse con gancho en las situaciones truculentas que el juego propone, pero luego se olvida, o no sabe, o no le importa armar un contexto como para que la cosa no se sienta tan arbitraria. 1.La prota tiene un rollo personal con su hermana que no viene a cuento. A su vez tiene problemas con su madre y un tío abusador que parecen sacados de otra peli. 2. El juego interactúa con la realidad, bajo el poder de la maldición. Eso es todo. No esperemos que nos quieran explicar lo que al mismo guión no parece importarle demasiado. Para ésto se diseña una estética de filtración virtual en donde se producen cortes bruscos de tipo informático sobre la realidad de las víctimas. El resultado visual es bastante cutre y los efectos sonoros aturden de tanta estática. El terror aparece por momentos y de casualidad, manejándose la trama dentro de tonos más propios del thriller. Finalmente, se ofrece una explicación para todo lo que ocurre y, oh sorpresa, también suena a refritura mal recalentada. Elige o muere
Durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, el ingeniero Greville Wynne (Benedict Cumberbatch) se infiltra como espía en el MI6, servicio de inteligencia británico. Cuando la crisis de los misiles cubanos promete inclinar la balanza a favor del país soviético, Wynne comenzará a trabajar con la CIA para filtrar información sobre el plan que tienen en marcha los rusos y así evitar una catástrofe. critica: Benedict Cumberbatch, actor de aspecto inequívocamente británico, ha logrado a lo largo de su carrera que no se le identifique con el típico galán clásico, coqueteando sin complejos con looks más transgresores. Siendo a día de hoy una de esas estrellas a seguir, en ‘El espía inglés’ ejecuta su mejor trabajo para el cine desde que fuera nominado al Oscar por ‘Descifrando Enigma’, dónde imprimía lustre al enorme talento de Alan Turing. El espía inglés Aparte queda su papel para la televisión dando vida al detective más famoso de todos los tiempos, revitalizando al mítico personaje creado por Arthur Conan Doyle. Aquí encarna al ingeniero Greville Wynne. Un hombre de negocios que fue reclutado por los servicios secretos británicos para que hiciera de mensajero. Su contacto en la Unión soviética era el agente Oleg Penkovsky (Merab Ninidze), quién jugara un papel destacado durante la crisis de los misiles en Cuba, filtrando información clave a los norteamericanos. Dominic Cooke, director de la cinta, despoja a su protagonista del compromiso ideológico que ha sido consustancial a los grandes espías de la historia: Kim Philby, Eli Cohen, Richard Sorge, Garbo. Quizá esa circunstancia hiciera que el MI6 y la CIA pusieran sus ojos en él, aprovechando sus viajes de trabajo a países del bloque comunista. ‘El espía inglés’ acierta alejándose de la grandilocuencia épica propia de empresas similares. El héroe desempeña un rol mundano, con una pizca de ignorancia por las consecuencias hacia su vida del camino que acaba de emprender. Lo toma casi como un negocio de los muchos que trae entre manos. Por ello, la relación con su esposa y la empatía que desarrolla hacia su interlocutor ruso acentúan la impresión de estar frente a un aficionado. Un hombre tranquilo a quién diferentes avatares lo ubican en terrenos pantanosos. Tocando melodías conocidas, la película no desentona, configurándose como un robusto drama sobre la guerra fría. Sí que hecho en falta la guinda coronando el pastel. Como esa magnífica secuencia en ‘El puente de los espías’, dónde el personaje de Tom Hanks despedía desde la distancia a su defendido, nada más producirse el canje por otro prisionero. Instantes que generan un clima sin igual. Spielberg sólo hay uno. Escrito por Juan Pablo Martínez corchano para https://rockandfilms.es El espía inglés
En la ciudad anárquica de Seaside, cerca del mar, los titiriteros Judy y Punch están tratando de resucitar su espectáculo de marionetas. El espectáculo es un éxito debido a la superioridad de los títeres de Judy, pero la ambición y la inclinación de Punch por el whisky conducen a una tragedia inevitable que Judy debe vengar. critica: Estamos en la edad media la gente de los pueblos aman un buen espectáculo de marionetas, pero les encanta aún más un buen ahorcamiento, quema o lapidación de supuestas brujas. La actriz australiana Mirrah Foulkes escribe y dirige por primera vez esta extraña película con una trama un tanto peculiar (gano el premio al mejor guion en Sitges) todo un drama de supersticiones combinado con algo de humor negro. Judy y Punch La titiritera Judy (Mia Wasikowska) cada vez esta más preocupada por su esposo Punch (Damon Herriman), cuya propensión a la embriaguez y la agresión lo va mostrando cada vez mas en sus espectáculos de títeres y en su vida real, esa violencia parece que tiende a gustarle mas a la gente en los espectáculos. Pero en un momento de borrachera todo se va de las manos... Violencia de genero, puritanismo religioso rural, el film parece una especie de cuento macabro de venganza en esta producción australiana. Entre los actores destacamos a Mia Wasikowska que interpreta a Judy, la que tiene todo el talento tratándose de títeres. Y su esposo Punch (Damon Herriman) visto en la ultima de Tarantino haciendo de Charles Manson, un maltratador en toda regla. Destino Arrakis.com Judy y Punch
Otoño de 1938. Europa se encuentra al borde de la guerra. Mientras Hilter se prepara para invadir Checoslovaquia, el primer ministro británico Neville Chamberlain (Jeremy Irons) busca desesperadamente una solución pacífica. El joven funcionario británico Hugh Legat (George McKay) viaja a Munich para una conferencia de emergencia, adonde también se dirige el diplomático alemán Paul von Hartmann (Jannis Niehwöhner). Paul es un ex compañero de clase de Hugh de su época en Oxford. Mientras ambos ven si se puede evitar la guerra, y a qué coste, los dos amigos se encuentran en el centro de un complot político, en el que quizá sus propias vidas estén en peligro. critica: La realidad supera la ficción. No es de extrañar que Robert Harris escribiera una novela sobre la Conferencia de Munich que daría paso libre a Hitler en Checoslovaquia en lo que se llamaría "apaciguamiento", la política de ceder a cualquier cosa ante Hitler para mantener la paz seguida por Inglaterra. Múnich en vísperas de una guerra Las verdades a medias son peores que las mentiras pues contienen parte de verdad y cuelan mucho mejor. El film, muy bien llevado por otra parte, es un lavado de cara espectacular de lo que fue la política británica de apaciguamiento. Es realmente triste que un film tan bien hecho y sobre un tema de tanto interés sea incapaz de mostrar aquella parte de verdad que mostraría la verdadera miseria que fue la política británica de aquellos días. No se han atrevido a contar toda la verdad, sencillamente. Es un juego muy sutil. El film pertenece a esa categoría tan especial de reconstrucciones históricas de grandes momentos a los que nos tiene acostumbrados el cine británico, recordemos las muy recientes sobre W. Churchill en los días de la derrota en Francia y las presiones para un acuerdo con los alemanes. No es solo el periodo prebélico de 39-45, también hay ejemplos en el previo a agosto de 1914 y otros muchos casos en el cine norteamericano, el danés, el noruego o incluso el alemán. Son films que nos meten en la intrahistoria de los grandes momentos, las situaciones en encrucijada donde se toman las decisiones; la dramatización precisa en ocasiones situar personajes puentes o nexo que permitan que la historia real se nos vaya mostrando. Eso ocurre en este film, la parte real es tan sorprendente en algunos detalles que muchos espectadores poco avisados tendrán dificultades para situar lo real y lo dramatizado. En 1938 un grupo de generales alemanes de la vieja escuela temían una guerra con Inglaterra, pensaban que un ataque a Checoslovaquia llevaría un enfrentamiento con los franco-británicos que les llevaría a la derrota y con ello, tal vez, a dejarles indefensos ante la URSS. Se confabularon para dar un golpe en el caso en que se diera la orden de movilización; el coronel Oster, del Abwheir y un grupo de voluntarios se prepararon para detenerle cuando se diera la orden. La red clandestina contaba con diplomáticos, militares y otras personas con contactos en Inglaterra que utilizaron hasta donde pudieron, pero si Inglaterra cedía ante Hitler, la posibilidad del golpe desaparecería por mucho tiempo. Estos hechos, reales, junto a la lógica misma de lo ocurrido en Munich son parte del fondo del film, si bien la historia que se nos muestra está centrada en las figuras de dos jóvenes diplomáticos, uno alemán y otro británico. La parte de ficción está al servicio de la historia de fondo y no la falsifica, es solo una parte necesaria. La factura del film es correctísima. Ambientación, fotografía, ritmo del guión. Impecable es la palabra. No busquen en España nada parecido en este tipo de cine, no lo encontraran. El film es en la práctica una especie de lavado de cara de Chamberlain y su apaciguamiento, nada es perfecto, pero es una historia que debe verse y llama a formarse y a buscar más información sobre el mismo tema. Múnich en vísperas de una guerra
La captura de Osama Bin Laden preocupó al mundo y a dos administraciones presidenciales estadounidenses durante más de una década. Al final, un pequeño grupo de agentes de la CIA le encontró. Fue una misión llevada a cabo en el secreto más absoluto por un comando SEAL. Con el tiempo se han ido conociendo algunos detalles, pero ahora lo descubrirás todo acerca de esta operación secreta y el papel que jugaron sus protagonistas. critica: Antes de nada, me encanta “Homeland”... pero os recuerdo una cosilla chicos y chicas: ES CIENCIA FICCIÓN o SE DESARROLLA EN UNA REALIDAD ALTERNATIVA A LA NUESTRA. Por si a alguien no le ha quedado claro... que al parecer y por lo que estoy leyendo creo que no. La noche más oscura Hundir el filme de Kathryn Bigelow, la película con mejores críticas en EEUU del 2012, es tan fácil como ejercer la demagogia… Algo con lo que ya tuvo que lidiar la cinta que catapultó a la cineasta a premios dorados y un universal reconocimiento —que sirvió a algunos para etiquetarla a convicción ideológica y personal—. Se ha llegado a decir incluso que la directora de “Días extraños” es la nueva Leni Riefenstahl y que está en la nómina de la CIA cuando el nacimiento de sus proyectos parte de «suplir la falta de información que existe sobre la guerra de Irak en los medios de comunicación estadounidenses». De hecho, los libretos de Mark Boal pueden ser leídos más como un ejercicio de periodismo de investigación. La manipulación informativa es obvia dentro de cualquier democracia, pero Bigelow no se considera en poder de la absoluta verdad. Simplemente propone iluminar los rincones más oscuros de la que es presuntamente la más ejemplar nación en libertad con hechos, para que el espectador pueda resolver sus propias inquietudes. Es cierto que hacer demagogia es tan simplista como enriquecedor para la conciencia del ser que la promulga. No es la primera vez que Bin Laden ha sido dado por muerto. Sobre todo después de la que fue Primera Ministra de Pakistán, poco tiempo antes de su asesinato en 2007, declarase en una entrevista televisada con David Frost que Bin Laden fue asesinado ese mismo año por un agente del servicio de inteligencia paquistaní… pese a que existan evidencias de apariciones del presunto muerto posteriores. Para otras mentes paranoicas, Bin Laden siempre fue un invento del ejecutivo norteamericano para poder invadir países y destruir políticas protectoras sobre la privacidad ciudadana. Por opinar que no quede, pero no estamos ante una película desde el punto de vista del invadido/vencido/etiquetado-como-terrorista sino de la focalización ficcional de la CIA, desde la versión oficial, que propicia el personaje que interpreta sólidamente Jessica Chastain. Maya, que en sánscrito significa ‘Ilusión-irrealidad’ y en hebreo ‘agua’, es ese catalizador y lucha de la joven captada por la CIA en el instituto para ser parte de esa nueva hornada de jóvenes en esa llamada ‘Guerra contra el terror’. “La noche más oscura (Zero dark thirty)” no es ajena a los tópicos de la cultura árabe y la representación del terrorismo, pero nuevamente Bigelow muestra sus armas cinematográficas y deja a merced del espectador las conclusiones morales. El perfecto estilo documental, con una absoluta crudeza en la puesta en escena y el aséptico punto de vista, son claros indicativos de un estupendo filme de terrorismo y espionaje que no necesita apuntalarse sobre cimientos dramáticos más allá de los perfectos mecanismos de tensión que propone. La lucha en solitario de un personaje sin relaciones emocionales, familiares y apenas extra laborales, pretende aclarar el precio que ha pagado EEUU para saciar su sed de venganza post 11-S: torturas brutales para conseguir información al ser esta vez su enemigo insobornable al contrario que la Guerra Fría, cárceles invisibles fuera de Guantánamo y diseminadas por todo el mundo, mentiras gubernamentales en contra-plano, la absoluta expropiación de la libertad de la ciudadanía u operaciones al margen de la legalidad… Bigelow, incluso se permite añadidos ácidos como incluir a James Gandolfini como director de la CIA, que los torturadores, cansados de su oficio, se vistan de traje para sentarse en despachos o que la burocracia y la política absorban completamente cualquier fin y se convierten en confusas, contradictorias y sombrías. El arco histórico desde el 11-S hasta la muerte de Bin Laden, casi una década después, nos muestra la lucha de EEUU en esa guerra contra el terror desvelando sus rincones oscuros y elementos insidiosos que utilizó para colocarse a la altura de sus supuestos verdugos. Porque “La noche más oscura (Zero dark thirty)” se resume en la ambigüedad de su plano final, que aparte de poder dar a Jessica Chastain un Oscar, deja al espectador en esa mezcla de confusión, liberación, escepticismo y convulsión en la que se encuentra el mundo actual. La noche más oscura