Remy es una simpática rata que sueña con convertirse en un gran chef francés a pesar de la oposición de su familia y del problema evidente que supone ser una rata en una profesión que detesta a los roedores. El destino lleva entonces a Remy a las alcantarillas de París, pero su situación no podría ser mejor, ya que se encuentra justo debajo de un restaurante que se ha hecho famoso gracias a Auguste Gusteau, una estrella de la cuisine. A pesar del peligro que representa ser un visitante poco común (y desde luego nada deseado) en los fogones de un exquisito restaurante francés, la pasión de Remy por la cocina pone patas arriba el mundo culinario parisino en una trepidante y emocionante aventura. critica: Todos conocemos a alguien especial a la hora de contar ya sean chistes, anécdotas, o una historia repleta de pelos y señales... y que nos hace sentír pequeños, diminutos, cuando al intentar repetír sus éxitos al narrar, nos damos cuenta de que para eso hace falta una capacidad innata que tan solo unos pocos poseen. Ratatouille A veces se nos despierta la envidia, y comenzamos a odiar sin verdadero motivo; pero casi siempre somos lo bastante honestos como para saber apreciar, admirar, y aplaudír. En el caso que nos ocupa, Pixar ha tomado la ya tan gastada fórmula Disney sobre historias en que la amistad, la lealtad, y la superación, son el centro de la trama... pero nos la ha explicado con una gracia, una inteligencia, y un buen gusto, como sólo los dotados por la naturaleza en esas lides son capaces de hacerlo. Muchos días he estado indeciso e incapaz de opinar sobre esta película. Porque ésa tan excelente crítica que se nos narra casi en su final, y que muchos han comentado, me dejó en la frontera de la admiración y la envidia. Ése texto, o uno increíblemente parecido, es el que algún día soñaba poder saber redactar. Y está incrustado en una historia en la que los personajes se nos dibujan con tanta elegancia, con tanta exquisitez, que es imposible no llegar a apreciarlos, a sentir por ellos una afinidad sin mesura y con total motivo y razón. La maravillosa animación (otro peldaño arriba en la búsqueda de la perfección), nos lleva de lo sensible a lo risible sin un sólo momento de tregua y, además, una banda sonora prodigiosa adereza con total precisión la calidez y el sentimiento que despiertan los bellos, cómicos, y profundos momentos que abarrotan la narración (a destacar, y con vehemencia, el tema que acompaña al hermosísimo desenlace final). Totalmente recomendable tanto para niños (por la excelente moraleja de historia, y por la brillantez de sus gags) como para aquellos adultos que aún guarden en su memoria los buenos momentos, las buenas enseñanzas, que en la infancia les dejase la factoría Disney con tantísimos títulos a recordar. Personalmente, a mi me ha impactado tanto, y con tantísima fuerza, como a un crítico que probando algo tan nuevo como tradicional, hubiese sido sorprendido por el despertar de viejos recuerdos entrañables, que ya creía olvidados pero que forman parte de la persona en la que se ha convertido. Ratatouille
De nuevo los problemas les persiguen. Sin conseguir librarse de la mancha de criminales de su ficha. Su pasado de larga trayectoria en las carreras ilegales les perseguirá y deberán hacer frente a las circunstancias de la única forma que saben. Cuando les pongan entre la espada y la pared idearán un plan para escapar del peligro en una trepidante carrera por salvar la vida y limpiar su reputación. Acción, persecuciones y un ritmo frenético en esta nueva entrega. critica: Me encanta el género de acción absurdo. Gente caminando por las paredes, gente que le da efecto a las balas, gente de acero que abolla el hierro de un puñetazo, gente matando y matando a diestro y siniestro! Por dios si hasta disfruté con Ira de Titanes y eso que se carga toda la mitología griega en 2 horas de film! Fast & Furious 7 PERO... esta película va más allá de lo absurdo. Alcanza tal nivel de lucidez que te ves inmerso en un mundo paralelo en el que las leyes físicas que conoces no tienen sentido alguno. Desaparecen. Y es que ves gente volando de un sexto piso por la explosión de una granada y caer al suelo intactos, vehículos chocando a máxima velocidad de frente y salir como quien se cae de un triciclo, vehículos atravesando rascacielos, gente aplastada literalmente por un derrumbamiento y salir ilesa... os juro que me encanta lo absurdo, pero no he visto en toda mi vida una película que alcance este nivel. un nivel en el que YO deje de disfrutar, y empiece a cuestionarme "por qué no me está gustando?" Lo siento, me parece muy emotiva la despedida a Paul, y me sabe muy mal dejar una mala nota, pero creo que sería injusto ponerle más nota. No me ha gustado, por primera vez, una película de acción absurda, me parece realmente absurda, hasta el punto de casi levantarme a mitad de la película. Actores muy famosos. una franquicia muy buena, unos efectos buenísimos... pero peca de absurda. Fast & Furious 7
Protagonizada por Langley Kirkwood (Warrior), Vuyo Dabula y Tessa Jubber, y rodada en Johannesburgo (Sudáfrica), la película se desarrolla en el transcurso de un fatídico día: en el que un hombre de negocios corrupto y su esposa de la alta sociedad escapan para salvar a su hija -que mantiene una relación con un pequeño traficante de drogas- de un importante señor del crimen.... Colisión critica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Colisión
Richard Carson, un ambicioso multimillonario, quiere apropiarse del satélite terrestre y explotar la fuente de energía limpia y real del futuro, el Helio 3. Para ello, deberá borrar de la Historia la gesta de los astronautas del Apolo XI y sus famosos primeros pasos por la Luna, algo que el 40% de la población mundial cree que es mentira. Y el único capaz de impedir que se salga con la suya es un simpático y decidido surfero de doce años, Mike Goldwing. Con la ayuda de sus amigos, el friki Marty, la futura periodista Amy y un pequeño lagarto con aspiraciones de ser Godzilla, viajan a la Luna acompañados por el abuelo de Mike, un antiguo astronauta que lleva años distanciado de su familia. Ahora está en las manos de Mike no sólo salvar el futuro de la Tierra, sino el de su propia familia. critica: Una película técnicamente de un altísimo nivel... aunque las texturas y particularmente las gesticulaciones de los personajes están aún muy lejos del nivel alcanzado por estudios como Pixar. Pero mi crítica, mi pero, no va por ahí, sino por el guión. Hay tantos errores, sinsentidos, y decisiones tomadas por lógicas por los personajes, adultos y no adultos, que al final el espectáculo queda en eso, fuegos artificiales sin contenido. Es una lástima, porque se desaprovecha una gran capacidad técnica y visual para mostrarnos una historia, no ya mejorable, sino despiadadamente olvidable. Atrapa la bandera Y yo me pregunto, ¿es que no hay guionistas cualificados en nuestro país que puedan hacerse cargo de sacar adelante nuestros, por otro lado, magníficos dibujos animados? Tenemos un magnífico elenco de escritores de calidad en literatura infantil y juvenil; no hace falta siquiera echar mano de clásicos (prácticamente copados ya todos por la industria estadounidense)... ¿no podemos utilizar ese magnífico material para guionizarlos y llevarlos al cine? ¡seguro que la mayoría de los autores estarían encantados además de colaborar en ello! Es cierto que mIs hijos, de 5 y 7 años, se lo han pasado pipa viendo la película esta tarde en el cine... han disfrutado cada minuto... pero, a diferencia de lo que se comenta en alguna otra crítica en defensa de la historia que nos cuenta Atrapa la Bandera, considero una absoluta falta de respeto para con nuestro público infantil dar saltos de acrobacia y atajar, de tal modo que la película resulte francamente inverosímil en varios momentos de su metraje. En mi caso, el efecto es devastador, por, sobre todo, innecesario. Para más detalles ver mis comentarios en el "spoiler". Finalmente, y tal y como se ha comentado en otras críticas, no entiendo la necesidad de mostrar una película española tan "pro-americana", tan llena de topicazos, y, ya puestos, con tan pocos golpes de humor, de humor del bueno. Atrapa la bandera
Una antigua prisión del siglo XIX, ubicada en una zona inaccesible e indeterminada del territorio italiano, está siendo abandonada. Por problemas burocráticos, los traslados están bloqueados, y quedan alrededor de una docena de presos, con pocos agentes, esperando nuevos destinos. En esa atmósfera extraña, poco a poco, las reglas parecen tener cada vez menos sentido, los protocolos se relajan y se vislumbran nuevas formas de relación entre los hombres que allí quedan. critica: Las grandes huidas, las peleas violentas o la acción trepidante suelen caracterizar los filmes carcelarios. Ejemplos claros de ello son clásicos como Fuga en Alcatraz, Un condenado a muerte se ha escapado o la reciente Celda 211. Sin embargo, Ariaferma recoge el universo de dichos títulos para construir una historia sobre las relaciones y la naturaleza humana. Ariaferma Leonardo Di Costanzo erige un largometraje comedido, pero honesto, que sigue los pasos de un grupo de oficiales y presidiarios que deben permanecer en una cárcel desamparada mientras esperan a ser reubicados. Un superficial trámite burocrático plantea la difícil labor de mantener a raya a los criminales para evitar una revuelta. Paradójicamente, esto termina diluyendo fronteras y creando puntos de unión entre personas que, en un principio, no tienen nada en común. Mediante el uso de una fotografía intachable, aunque en ocasiones un tanto artificial y poco naturalista, junto con una iluminación oscura y una banda sonora simple, pero contundente, se potencia el tono de dejadez, abandono y claustrofobia del relato. Rodada íntegramente en una prisión real, la película se toma su tiempo para narrar los hechos. No se apresura y se focaliza en un cine de miradas y de pocas palabras, cosa que, al mismo tiempo, puede llevar a una sensación de densidad y pesadez en la trama. Quizá lo más destacable de la producción sea el duelo de titanes entre los dos intérpretes principales, Toni Servillo y Silvio Orlando, veteranos del cine italiano. Ambos realizan un trabajo actoral impecable encarnando a un guardia impasible y a un recluso tenaz. Sus personajes ponen en entredicho lo absurdo que pueden llegar a ser el presidio y las normas cuando la ocasión de la reinserción no existe. Asimismo, ambos se asientan como el vehículo hacia un punto de entendimiento y concordia que se materializa, especialmente, en la secuencia en la que los oficiales y cautivos comparten mesa. Este hecho evoca, de manera palpable, al episodio evangélico de La Última Cena, con el trasfondo moralista que ello pueda implicar. A pesar de la exquisitez y honestidad del guion, así como la oda a la convivencia y la comprensión, es imposible no percibir un aura melancólica y tremendamente triste sobre la historia. La cárcel se erige como un embrollo del que sus habitantes no pueden escapar. Por unos pocos días comparten un estado de limbo, que sirve como una válvula idílica e incluso onírica. No obstante, los protagonistas pronto regresan a la realidad de las jerarquías y arbitrariedades. Los hombres de Ariaferma están condenados, literal y metafóricamente, a una vida de desconcierto y reclusión. Como el Simón Bolívar de García Márquez se lamentan “¡Cómo voy a salir de este laberinto!”. www.contraste.info Ariaferma
Daniela (Sofia de Llaca), una chica con 19 años y con brackets consigue lo que siempre soñó pero jamás imaginó: una cita con el hombre de sus sueños (y el de muchas chicas más), el irresistible, famoso, Dios de la música, Gabo Gabeau (Emiliano Zurita). Todo parece demasiado bueno para ser cierto, y lo es hasta que Gabo le pide un inesperado favor a Daniela que desencadenará en una serie de enredos entre enamoramiento, música y chantajes que la llevan a arriesgar el verdadero amor....No, porque me enamoro Critica: Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas....No, porque me enamoro