Una banda de criminales dirigidos por un constructor ambicioso intentan desalojar la escuela local pero el maestro Ip Man no está dispuesto a ceder. Paralelamente, un nuevo maestro de Wing Chun ha llegado a la ciudad. critica: Posiblemente, y junto a la secuela de Tigre y Dragón, ha sido una de las películas más esperadas de artes marciales en el último año. El resultado, aunque no es mala película, tampoco resulta una experiencia del todo satisfactoria, y por lo menos se puede decir que está a la altura de la segunda parte, quedándose bastante lejos de la primera, como era de esperar. Ip Man 3 La película en algunas secuencias se extiende más de lo habitual con un tema radicalmente poco importante, y en otros temas de más importancia se acorta. Hay personajes con poquísima irrelevancia, que no se entiende del todo su aparición. Tampoco cuenta con un antagonista marcado, es decir, los que aparentemente lo son no fijan su personalidad y se debaten entre el bien y el mal continuamente. Aunque podría ser un intento de sorprender a los espectadores, resulta más un fallo en el planteamiento. Pero claro, la historia no termina de cuajar (resultando poco interesante, y haciendo difícil la tarea de ser una escusa para repartir puñetazos) por lo que los personajes tampoco pueden ser de lo mejor. Es como si la escusa que se nos da en la película para que todos peleen no sea una escusa lo suficientemente creíble o buena. Las coreografías en las peleas están a la altura, y superan, a mi modo de ver, las de la segunda parte, que se iban bastante más del realismo de la saga. Las buenas peleas estarán aseguradas, y eso junto a una buena banda sonora es lo que hace que la película merezca la pena verla, o al menos no resulte una perdida de tiempo. Ip Man 3
John MacClane, un duro policía neoyorquino, acude a Los Angeles para pasar unos días de vacaciones con sus hijos y su esposa Holly. En el transcurso de la fiesta navideña que la empresa de Holly da en el moderno edificio Nakatoni, éste es asaltado por un supuesto grupo terrorista liderado por un megalomano llamado Hans Gruber. critica: Una cinta de acción que prácticamente instauró una nueva forma de entender el género, cuando no forjó uno propio. "Die hard" es una de esas películas destinadas a entretener que, sin embargo, dejan un sabor de boca mucho más agradable de lo que cabe esperar en este tipo de producciones. Esto se consigue cuando detrás hay un impecable trabajo de guión, dirección e interpretación, unido a unos holgados medios, permitiendo que una única situación se prolongue durante más de dos horas y el espectador, aunque no de crédito a lo que ve, se mantenga en vilo hasta el final, disfrutando como nunca si se siente atraído por esta clase de historias. Jungla de cristal Y la situación es de lo más tópica: un policía con problemas personales está por casualidad en el lugar menos oportuno, y se encuentra en un abrir y cerrar de ojos luchando contra unos criminales armados hasta los dientes. El escenario ofrece un amplio campo de batalla pero, dada su posición de elemento intruso en un plan maquiavélico, resulta claustrofóbico. Y pese a la gran ventaja del enemigo, el protagonista posee recursos que resultan, a la postre, mucho más contundentes y eficaces. Conforme avanza el metraje, las soluciones alcanzan cotas de inverosimilitud que sólo pueden justificarse en el cine. Jungla de cristal De modo que una historia maniquea y sobradamente explotada se convierte en un espectáculo modélico. Y es que esa es la gran baza de "Die hard", su carencia de credibilidad, tanto como de límites a la hora de desarrollar sus planteamientos, por otro lado, casi inexistentes. Pero algo así no puede nunca llegar a buen puerto si no hay una labor de dirección que orqueste correctamente cada movimiento, más aún teniendo en cuenta que la sinfonía va "in crescendo". John McTiernan obró el milagro, unido a un excelente equipo técnico, y a un Bruce Willis inconmensurable, en su primer papel de relieve en un largometraje. Este último realiza una magnífica creación con el personaje de John McLane, y muy de cerca le siguen muchos más nombres que aportaron profesionalidad para complementar las andanzas del protagonista. Jungla de cristal Acción casi sin límites, pirotecnia en dosis masivas y usada con sabiduría, suspense unido a toques de humor y algún momento de crispación, narración lineal y sin tiempos muertos: un modélico ejemplo de cine de consumo sin más pretensiones que la de servir al público con verdaderas ganas de evadirse. Jungla de cristal
Una mujer británica recuerda su juventud durante la Primera Guerra Mundial en este relato autobiográfico de Vera Brittain, ambientado entre 1913 y 1925, ya adaptado para la televisión por la BBC en los años setenta. Justo tras el estallido de la I Guerra Mundial, la joven Vera duda entre sus estudios en Oxford o convertirse en enfermera para ayudar a los heridos en el frente. critica: Como es de esperar, una película nunca será lo mismo que el libro, pero no por ello deja mal sabor. Sufres con Alicia Vikander, dios si sufres... Sobretodo en esos planos directos de su cara, te hace participe de su dolor. Algunos la tildan de inexpresiva, pero, no puedo estar de acuerdo. En todo momento te sumerges en sus alegrías y tristezas. Los pequeños detalles de enfocar las manos para hacer al espectador complice de la situación. Sin hablar de lo complicado que es a veces meter, situaciones de humor que transmitan recuerdos al espectador de épocas amorosas pasadas. Testamento de juventud Algo que me gustaría destacar, pese a que parece algo obvio, es el gran trabajo que realiza Vikander en vocalizar un inglés perfecto de Inglaterra, teniendo en cuenta que no es nativa. Aunque en una versión doblada no se podrá apreciar. ¡Lástima! Los diálogos son profundos y hacen aflorar sentimientos en inevitables lágrimas en algunos momentos. No profundizaré más porque sería separar el caviar de la tostada y arruinar el canapé. Gran banda sonora. Los objetos: vestidos, plumas, papeles, libros, hacen despertar sensaciones añejas de esa época, pese a no haberla "pisado" nunca. Y el barro, que está presente en las escenas de extremo sufrimiento... Todo ha sido seleccionado y elaborado con sumo cuidado por un chef que quiere transmitir lo máximo posible a sus comensales. Testamento de juventud
Cuando un exitoso defensor público de Nueva York pierde su primer caso, un antiguo cliente lo mete en un robo de drogas en un esfuerzo por vencer al sistema roto en su propio juego. critica: En ningún momento me sentí cómodo viendo esta película. Duré poco más de una hora con la esperanza de que ganara impulso, pero al darme cuenta repentinamente de que en realidad no la estaba disfrutando, me di por vencido y dejé de verla. Naked Singularity La historia es una especie de "mezcla" de ideas y situaciones que no se han mezclado lo suficientemente bien, y la incongruencia que produce no se adapta bien al guión. Es buena en algunos momentos, pero carece de la armonía suficiente para finalmente unirlo todo en una pieza final. Creo que si se hubiera hecho de otra manera, habría sido una buena película. Me siento un poco culpable por darle un 2/10, pero no poder llegar al final significa que ni siquiera alcanza el aprobado. Lo siento, no puedo recomendarla. Aburrida hasta decir basta. Espero que mi crítica os ayude a no caer en el error de visionar la película. Un saludo. Naked Singularity
El Hada de los Dientes ha vuelto. 15 años después de los eventos de la primera película, Corey, ahora adulto pero con cicatrices mentales, fue a una reunión de clase. Sin embargo, el Hada de los Dientes ha regresado, y esta vez, es mejor que haya usado el hilo dental correctamente. critica: Dice el refrán, que nunca segundas partes fueron buenas. Otro reza que el hombre (incluídos los productores cinematográficos) es el único animal que choca dos veces con la misma piedra. Esta segunda entrega no es una excepción a estas máximas de la sabiduría popular. . Return of the Tooth Fairy Después de haber visto el fallido intento de Loiusa Warren, en la cochambrosa primera parte, no se imaginan ustedes el palo que me daba visionar un segundo plato de lo mismo. Esta fue la predisposición con la que me puse frente a la pantalla. Sin embargo, pero no con ánimo de echarle demasiadas flores, cabe decir que si no buena, por lo menos nos podemos encontrar con un producto algo mejorado que tiene sus buenos puntos y una mejor base sobre la que desarrollar la trama. En esta secuela, aparece Corey, el niño traumatizado por la malvada hada, que ya adulto parece llevar una vida relativamente normal, ganándose la vida como dibujante (no sé de donde ha sacado el autor de la sinopsis, eso de la terapia de grupo), Sumido en su trabajo y sus pensamientos, sentado en un banco, aparece un antiguo colega suyo de la universidad, que le invita a pasar un fin de semana con viejos amigos, en un "cottage" (una casa de campo inglesa), lo que aquí seria una especie de masía, para celebrar la fiesta de Halloween. Con lo que Corey ve la oportunidad de reencontrarse con una antigua relación amorosa, y a persar de las reticencias iniciales por el recuerdo de lo que le habia sucedido antaño en aquellos parajes con la siniestra y oscura historia del hada, decide acudir. Pero no todos a los que encontrará allí traerán intenciones amistosas. De modo que la pesadilla empezará de nuevo. Aunque la mayor parte de la película se desarrolla en escenas de interior (la vivienda y una vieja cuadra en desuso de la propiedad), y nocturnas, de nuevo la fotografía nos deleita durante la introducción con preciosos planos de vistas de la campiña inglesa a plena luz del día, eso sí, lo justo para ubicar-nos en el set de la historia. No sin miedo a asistir a un nuevo fiasco, el guión se va desenvolviendo con algo más de salero y sin dormirse en demasiados preámbulos. Va generando la atmósfera para despertar interés, sobre todo gracias al contexto creado y al fantástico trabajo que hace Jake Watkins en su papel. El pobre hace lo que puede, pero para nada acompaña el deplorable trabajo de interpretación de la mayoría del resto de actores, que sumado a unos diálogos cutres, da al traste de nuevo con el producto. Y si asumimos que la convicción de la actuación de los personajes es responsabilidad del director/a, pues nuevo tirón de orejas para la Sra. Louisa Warren, que vuelve a meter la pata. No sólo en la pésima calidad de los intérpretes, sinó también en el montaje, y en gran medida de la parte central del guión, donde hay momentos confusos en los que parece que la realizadora no sabe hacia donde tirar. Lo que salva un poco esta secuela, es que uno puede centrar su atención en la evolución del personaje de Corey, cuyos delirios e inquietante comportamiento en creciente progresión a lo largo de la cinta es lo únicamente elaborado de forma decente. Return of the Tooth Fairy
Jeremiasz Angust es un arquitecto de éxito que dirigiéndose al aeropuerto de Tokyo pierde su vuelo a causa de una misteriosa joven, Texel Textor, que lo aborda de repente. Los dos personajes iniciarán una conversación que irá enrareciéndose hasta convertirse en algo siniestro y criminal... critica: Para mí, esta película es un ejemplo perfecto de cómo la crítica profesional y el márketing pueden manipular de forma increíble la verdadera calidad de una película. Llevaba semanas viendo el bombo tan bestia que se le estaba dando por parte de medios y plataformas de streaming: la cinta del año, un thriller espectacular. Pues menudo chasco me he llevado al verla. Cosmética del enemigo Para empezar, pasar de los primeros quince-veinte minutos (cuando aún no sabes de qué va la pesca) es complicado porque la situación que plantea es tan forzada y da tanto repelús que no parece que vaya a haber por dónde cogerla. ¿Mejora? Sí, mejora. Pero ni tanto. Cosmética del enemigo (qué título tan bonito tiene) parte de una serie de ideas buenas, aunque ya vistas en otras cintas del género. Sin embargo, la ejecución es un absoluto desastre: desde unas interpretaciones bastante malas (quizá sea problema de dirección), pasando por un ritmo irregular, banda sonora soporífera y diálogos antinaturales; hasta el terrible guión que no consigue llevar la historia a ningún sitio. Ni intriga, ni personajes interesantes, ni buenos actores, ni siquiera un buen uso de todo ese despliegue de producción que sitúa la historia en un aeropuerto: el protagonista es arquitecto y todo el tiempo vemos planos de la maqueta del aeropuerto que él mismo diseñó; sin embargo, la arquitectura no tiene más peso que ese porque el director no parece saber cómo hacer que desempeñe un papel importante (visto el desenlace, debería). Muy bonita la cosmética: Montmartre, el aeropuerto en sí (que en 2021 a mí me genera una morriña desmedida), el avión, el vestuario, la fotografía... Ahora, no hay nada que merezca la pena más allá de eso. Cosmética del enemigo