Kenshin Himura (Takeru Sato) es un famoso samurái conocido por su destreza con la katana y su frialdad a la hora de matar. En el pasado estuvo al servicio de los Ishin Shishi, un grupo de patriotas que luchaban para devolver el poder al Emperador, librando cientos de batallas y cobrándose muchas vidas. Pero tras terminar todos los enfrentamientos, jura no volver a matar y decide pasar al anonimato para dedicarse a viajar por el país como un vagabundo ayudando a quien lo necesite, como penitencia por todas las muertes que provocó. Diez años después, en 1878, Kenshin llega a Tokio donde conoce a Kaoru (Emi Takei), quien le invita a quedarse en su dojo hasta que decida volver a vagabundear. Sin embargo, el pasado que Kenshin intentó dejar atrás pronto volverá para cobrarse venganza contra él. Adaptación del manga de Nobuhiro Watsuki. critica: No lo entiendo. De verdad que no entiendo cómo la adaptación de "Rurouni Kenshin" sale bien parada en el aspecto estético, donde Keshi Ohtomo se enfrentó al handicap más difícil al tener que pasar el dibujo a la carne y hueso sin que llegue a resultar una aberración; y en cambio en su guion, que de haberse centrado en sólo una parte de la saga de Tokio, exprimiendo su arco argumental ya escrito, habrían obrado el milagro de hacer un buen filme, la hayan cagado de esta manera. Kenshin, el guerrero samurái De acuerdo, es la carta de presentación de Kenshin fuera del mundo de la animación. Es lógico por tanto, centrarse en su etapa introductoria para que todos los espectadores, conozcan o no la historia de "Battousai el carnicero", vayan a verla. Ya habrán otras entregas en las que centrarse en la saga de Kioto, el plato fuerte por excelencia. Pero me parece absurdo que se haya metido a golpe y porrazo prácticamente toda la saga de Tokio -bastantes capítulos-, dejando una historia confusa para el espectador que nunca haya visto o leído Rurouni Kenshin, y para los que sí, la sensación de haber querido meter con calzador tanta trama en tan pocos minutos. Va a trompicones, y lo que es peor: con bajadas de ritmo fallidas. Básicamente han fusionado las historias de Jinei Udoh -un villano menor que sirvió como telón de fondo para presentar a la pandilla del dojo- y de Aoshi, uno de los villanos más interesantes de todo el manga. La gracia es que este último, el líder de la banda Oni y verdadero némesis de la trama en la que se nos presenta a Megumi, ni tan siquiera aparece. Meten al traficante de opio que a nadie le importa lo más mínimo y ni cómo se llama, y no meten a los otros. Incomprensible. Los que molan son Aoshi y su banda, de la que sólo aparece un amago de Han'Nya en la caracterización más mala del filme. ¿Todo para qué? Para meter a Jinei Udoh y así unir ambas historias a base de unas costuras sacadas de la propia cosecha de los guionistas que hacen más mal que bien en el ritmo del metraje. Evidentemente todo esto cabrea al fan o al que haya visto el Anime o Manga que a los que no; pero como digo, tal experimento no ha beneficiado en absoluto al resultado como película en sí, sin entrar en su valor como adaptación. Le falta ritmo, los hechos suceden de forma abrupta... Son muchas taras para que verdaderamente pase de ser una película pasable para el espectador que se adentre por primera vez en las aventuras de Kenshin. Habrá momentos que le parecerá confuso lo que sucede. Si con tan sólo haberse centrado en el arco argumental de Aoshi tal cual y añadiendo algún detalle sacado de la cosecha como la presentación que han hecho de Sanosuke, suficiente. Entiendo que quieran meter a Saito por el tema comercial, aunque no fuera al caso por la etapa en la que se centra, pero bueno. Una llegada de Kenshin al dojo para conocer a Kouru que sea simple y efectiva, algún flashback de su etapa como Battousai en la que se le vean sus dotes con la katana, la presentación sacada de la manga de Sanosuke... Todo bajo el arco argumental de Aoshi. ¡Punto! No obstante, como digo, el aspecto estético me ha sorprendido para bien. El actor que hace de Kenshin es lo mejor de la película. Es un calco, tanto en su forma de expresarse como en el estilo de lucha. Realmente ahí no hay nada que objetar. El resto de secundarios -a excepción del carnavalesco Han'Nya- bien. Si acaso no me termina de convencer del todo Saito, le falta lago más dureza e ironía al personaje. Las localizaciones son... Si yo pensase en cómo sería el Tokio de Rurouni Kenshin en la vida real, no llegaría a pensarlo tan fiel. ¡Si hasta el restaurante es idéntico! Le casco un 6, porque al menos se nota que le han puesto empeño y ganas de querer hacer algo bien, y no una estafa al nivel de Dragon Ball: Evolution. Espero que para la segunda parte sean algo más fieles en la trama y mantengan ese buen hacer que han tenido para la caracterización del universo de Kenshin. Es como mi crítica. No creo que el resultado sea del todo bueno, pero le he puesto corazón. Kenshin, el guerrero samurái
Año 2044. Wade Watts es un adolescente al que le gusta evadirse del cada vez más sombrío mundo real a través de una popular utopía virtual a escala global llamada Oasis, hasta que su excéntrico y multimillonario creador muere. Antes de morir, ofrece su fortuna como premio a una elaborada búsqueda del tesoro a través de los rincones más inhóspitos de su creación. Será el punto de partida para que Wade se enfrente a jugadores, poderosos enemigos corporativos y otros competidores despiadados dispuestos a hacer lo que sea, tanto dentro de Oasis como del mundo real, para hacerse con el premio. critica: Si quieres ver esta película es porque las referencias a los 80s- 90s y la cultura gamer del tráiler te enamoraron. Y eso es precisamente lo que hace la película: lanza cual metralleta referencia tras referencia para generar nostalgia en el espectador pero carece de la sustancia necesaria para que vayan más allá de cinemáticas de videojuego vistas al azar en youtube. Ready Player One Cuando las referencias a los ochenta toman el protagonismo, la película brilla. Hay una recreación de cierto escenario clásico que genera un chute de nostalgia fantástico… pero es eso, un chute que se acaba evaporando. La historia y los personajes no tienen la fuerza necesaria por sí mismos para generar interés. Incluso resultan molestos cuando lo que dicen o hacen te intenta distraer del torrente casi interminable de guiños y personajes que se pueden encontrar en los fondos. Es lo opuesto a lo que pasa en “Stranger Things” y “¡Rompe Ralph!”, donde la historia se sirve de la nostalgia para potenciarse y conectar más con unos personajes bien definidos. La historia de amor es insultantemente simple. Y eso que las relaciones entre avatares-humanos y expectativas/realidad sugieren miles de cosas más interesantes que las migajas que da la película. Pasa lo mismo con el marco de la historia. Un gran principio para una historia que conecta mucho con nuestro mundo actual pero que se queda ahí, al principio. Poco más se explora esa realidad donde el entretenimiento escapista es la única consolación de una humanidad conformista. Pero se nos dice que importa más que la virtual… aunque todo lo interesante pasa en la vida virtual comparado con las escenas del mundo real. Incluso parece que lo que se experimenta ahí llena más física y mentalmente a los protagonistas. Spielberg nos trae una película visualmente vistosa pero que carece del corazón que hizo del material referenciado algo memorable para empezar. Una verdadera pena porque el escenario de la película sugiere más y podría haber dado para un verdadero clásico del cine. Ready Player One
Tris (Shailene Woodley) y Cuatro (Theo James) son ahora fugitivos que son perseguidos por Jeanine (Kate Winslet), la líder de los eruditos. Tris deberá averiguar lo que su familia se sacrificó para proteger mientras los eruditos harán cualquier cosa para detenerlos. Atormentada por las elecciones de su pasado pero desesperada por proteger a los que ama, Tris, junto a Cuatro, se enfrentarán a un reto tras otro para desbloquear la verdad de su pasado y el futuro de su mundo. Secuela de "Divergente" (2014). critica: ... y las chicas de senos turgentes!! Perdón, me fui por la tangente. Insurgente Hola, soy yo de nuevo: SHAILENE alias TRIS. Me corté el pelo, rompo vidrios con la cabeza y estoy furiosa. ¿Será posible que nunca me pongan en los pósters en una pose normal? En el de la primera película me colocaron con las pompis apuntando al público y ahora me ponen patas para arriba. ¿Qué pasa? ¿Los diseñadores de pósters me tomaron para la joda? ¿Les pagan poco y me usan a mí como método de protesta? ¿Por qué esa golfa de KATNISS sale siempre bella y espléndida en los carteles, y a mí me hacen esto? Ya me veo que en la tercera entrega me van a poner en la misma pose que la mujer del póster de "El Último Exorcismo 2". Por cierto, ¿como puede ser que haya dos últimos exorcismos? ¡Estos publicitarios de Hollywood están todos en pedo! Esta peli tiene dos taglines. Una es: "Lo que la distingue, liberará al mundo". Uaaaauuu!! ¡Que concepto poderoso! Vendría a ser como si el culo de Kim Kardashian o el mentón de Calu Rivero liberaran al mundo. La segunda tagline es "one choice can destroy you" (una decisión puede destruirte). Un consejo que desearían haber recibido los productores antes de que decidieran contratar al director de "R.I.P.D. Departamento de Policía Mortal", que encima de que era una copia de Hombres de Negro, era más mala que la mierda.- R.I.P. quedó la carrera del ejecutivo que haya recomendado a este tipo para hacerse cargo del proyecto. Da igual. ¡¡Estoy emocionadísima porque esta es la primera película en la que trabajo que tiene MacGuffin!!!! ¡Chupate esta, JENNIFER LAWRENCE! Toda la trama gira alrededor de una caja que es la misma que usaban en Hellraiser (se ve que la encontraron en algún baúl de utilería y la aprovecharon) que guarda un mensaje secreto y solamente puede ser abierta por un Divergente, o sea mamita. Muchos murieron en el intento, pero yo seguro que no porque soy la prota. Para abrir la caja hay que someterse a una serie de... ufff, sí, otra vez esas aburridas simulaciones de realidad virtual. Hay una en que mi vieja se va volando en la casa de "UP" pero prendida fuego, y en otra debo enfrentarme a mi otro yo oscuro; la Tris malvada; una suerte de Luke en la cueva de Dagobah versión Crepusculiana. La diferencia es que mi otro yo oscuro parece que asistió a clases de artes marciales, no sabes que fuerte pega. Como siempre cuento con la ayuda del único interés romántico con nombre de gaseosa sabor a pomelo: mi amado Cuatro. En realidad se llama Tobias, yo le digo Cuatro porque las adolescentes actuales somos tan promiscuas, que a nuestros novios no los llamamos por el nombre, sino que los numeramos. Tengo una amiga del colegio que si llega a cambiar de novio una vez más, va a tener que empezar a usar notación científica. A Cuatro lo interpreta Theo James, aunque de acuerdo a su calidad como actor habría que cambiarle el apodo por "De Cuarta". Como ya saben, esta saga escrita por Veronica Roth (¿algo que ver con Cecilia?) es una gran parábola del punto de vista del adolescente: un grupo de teenagers inconformistas (o sea, todos) son liderados por un par de alfas de la manada (el chico y la chica más populares del colegio) que tenemos como misión vital combatir y resistir una sociedad totalitaria que nos impone reglas de comportamiento y control social (la escuela, los adultos) personificados en una casta de Eruditos serios, aburridos y esquemáticos (los padres) que busca constantemente reprimir nuestra voluntad y libertades individuales ("quieren que vaya a la universidad pero yo quiero ser guitarrista en una banda de rock", "¡Mamá no me deja ponerme un piercing en el ombligo!") y nos encasilla en un rol/facción tradicional predeterminado e inflexible (costumbres familiares, religiosas, culturales, "¿cuando seas grande vas a ser abogado como tu papá?", "Tenés que casarte y formar una familia"). Yo, como soy divergente, única, especial e incomprendida (adolescente) voy a romper las reglas y lograr que la sociedad vea mi punto de vista. No, si esta saga de lejos parece una boludez, pero está planificada al dedillo por unos maquiavélicos sociólogos publicitarios con el objetivo de apoderarse de cada centavo en el bolsillo de un menor de 25 años. En el papel metafórico de mi mamá que no me permite que me haga el piercing, está mi archienemiga Jeanine, que es más peligrosa que Anna Allen completando el formulario de registro para colaborar como editora de los artículos de Wikipedia. KATE WINSLET siempre hizo de villana: en su primera película ya terminaba cagando a piedrazos a una vieja; después hizo de nazi pederasta que hacía que un chico le leyera cuentitos para violarlo en la bañera; luego le vomitó a propósito los libros a Jodie Foster; y en Titanic no lo dejaba subir a DiCaprio a la balsa aunque había espacio suficiente para ambos. Lo que podríamos definir como una reverenda hija de puta del cine. "Nunca te dejaré ir, nunca te dejaré ir" le decía y mientras le empujaba la mano para hundirlo todavía más al pobre chico. Jeanine dispone de un dispositivo de control mental que puede causar una ola de suicidios masivos, y si me apuras te diría que el guionista casi consigue lo mismo pero a la salida del cine. El tipo abusó tanto de la Fórmula del Mesías de los Asesinatos (TM), que debería pagar impuestos por ello. No hay alguien que afronte un peligro sin que aparezcan otros en el momento preciso para rescatarlo. Espero que difruten la peli y los invitamos a la próxima, la tercer entrega: "La Serie Divergente: Tris está ardiente y Cuatro impaciente le quiere hincar el diente" LOVE, TRIS. P.D.: Así como a Brad Pitt y Angelina Jolie les llaman "Brangelina", Theo y yo queremos que nos digan "Siete", porque somos Tris más Cuatro. Juas, juas, me parto el ojete de lo ingeniosa que soy. Insurgente
Es el año 2027, ocho años después del primer brote de The Sickness, un virus altamente contagioso, adaptativo y letal. El mundo ahora está dirigido por una corporación farmacéutica llamada The Company, que distribuye un tratamiento para el virus pero cobra un alto precio por él, lo que pone a la mayoría de las personas en un estado de pobreza y dependencia. critica: Película de acción holandesa, disfrazada de ciencia-ficción distópica. Y digo disfrazada porque de ciencia-ficción distópica solo tiene la excusa del argumento, la consabida y mil veces repetida plaga que ha diezmado la humanidad y la cura en manos de una malvada compañía farmacéutica, algo ya visto en los filmes de "Resident evil" o en "Ultraviolet". En Modo Asesino Aunque tenga pocos medios, el director y guionista, Thijs Meuwese, pretende hacer que se aleje del típico producto mediocre, y nos ofrece una presunta escena inicial de varios minutos rodada en una sola toma; siguiendo a varios personajes con la cámara y digo presunta porque tiene empalmes en la misma. Fuera de esto, la película apenas tiene un guión esbozado, y todo el filme transita por varias secuencias de acción: el arranque inicial, el asalto-cutre- a las instalaciones de los malos, la persecución automovilística y el combate final, que dura un tercio del filme, y que resulta agotadoramente inacabable. ¿Están bien rodadas las escenas de acción? Pues no son muy allá si pensamos en las de la trilogía de John Wick. Pero tienen una planificación interesante y muy artesanal. Muchos golpes, movimientos de combate, gente estampada contra las paredes o lanzada al aire. Trabajadas están, pero no son espectaculares. Cumplen. La falta de medios se hace evidente en el tramo del asalto a las instalaciones de los malos-apenas se ve una nave industrial con cuatro aditamentos, y mejor no hablar del "centro de control", que parece una portería, y sin figurantes ¿Están todos de vacaciones? Y luego está el larguísimo combate final. Inacabable. Extenuante. Cansino. Persecuciones dentro de una nave industrial entre diversos personajes. Tecnología de baratillo - exoesqueletos, hachas-láser, chisporroteos varios-para adornar las peleas. Pero muy poco más. Recuerda el combate final del filme "Chappie", otro también excesivamente largo. Mediocre filme de acción en un mundo distópico que apenas vemos. La (única) gracia es que es holandés. Aquí podríamos aprender en hacer estos productos, aunque no sean muy allá, entretienen. En Modo Asesino
'Aviones: Equipo de rescate' sigue a una peculiar pandilla de aviones bombero de élite cuyo principal cometido es proteger el histórico Parque Nacional de Piston Peak de un atroz incendio. El popular avión de carreras Dusty descubre que su motor está estropeado, lo que le impide volver a competir. A pesar de la terrible noticia no se desanima y decide utilizar su experiencia para unirse al equipo anti incendios. critica: Segunda entrega, menos impactante, más previsible, pero entretiene, no sólo a los adultos y adolescentes, sino también a los más peques de la casa, y es que esta vez el veloz Dusty después de un principio turbador en su vida en las carreras y a una cansada válvula, tendrá que replantearse su vida y así dará comienzo a una nueva aventura, donde la emoción, la intriga, la risa y por supuesto la amistad estarán muy presentes para bien de todos. Aviones: Equipo de rescate No será la película del año pero es suficientemente atractiva y emocionante, y sobre todo cumple perfectamente con su trabajo, el de entretener y el de conseguir crear un film donde el odio, la muerte y la maldad no estén presentes, y así el público infantil lo agradezca, que ya tendrán en el futuro tiempo de ser envenenados cinefilamente. Aviones: Equipo de rescate
Con la determinación de asegurar que el sacrificio definitivo de Superman no fue en vano, Bruce Wayne une fuerzas con Diana Prince para reclutar a un equipo de metahumanos que protejan el mundo de una amenaza inminente de proporciones catastróficas. La tarea es más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas deberá enfrentarse a sus propios demonios para trascender aquello que los detenía, para unirse y formar de manera definitiva una liga de héroes sin precedentes. Ahora unidos, Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash deberán salvar al planeta de la amenaza de Steppenwolf, DeSaad y Darkseid, antes de que sea demasiado tarde. critica: Que la reposición de una película mediocre de 2017 sea la película mejor valorada de 2021 en el momento en que escribo esto, dice mucho de lo jodida que está la industria en este momento. La Liga de la Justicia de Zack Snyder Que sí, que esta versión está mejor rodada. Que sí, que esa escena ahora es más gráfica y no la han recortado. Que sí, que ahora el CGI del villano es mejor, y lleva un traje más molón. Pero, en el fondo, sigue siendo aquella película mediocre. Estrenada en la pequeña pantalla, en formato 4:3 (tras verla sigo sin entender el por qué de esta decisión), este proyecto que llevaba años rumoreándose al fin es una realidad. Y sinceramente me ha dejado bastante frío. La he disfrutado en ciertos momentos (fantástica la escena con las amazonas), en otros me he aburrido moderadamente, y en otros he sentido cierta vergüenza ajena (ese momento frankfurt...). Agradezco que se vea algo de sangre, que las secuencias de acción sean más y mejores y que el arco de los personajes esté algo más trabajado. Pero sigue siendo una película que no me llega, la veo distante, cuando termina no siento que haya presenciado una buena película, es todo demasiado irregular. Personalmente me quedo con el hombre de acero y BvS antes que con esta versión gris de Los Vengadores. Yo me alegro que el director, tras el drama que tuvo que vivir, haya podido sacar adelante la película que quería hacer. Lo aplaudo. Pero ya está. Su Liga de la Justicia no me impresiona, ni me atrapa. La veo sin más, la olvido pronto. Es lo que tiene el cine de usar y tirar. Lo mejor: cada escena de acción es superior a lo visto en 2017. Lo peor: actuaciones mediocres, duración injustificada, escenas que provocan la risa, los 4:3 sobran aquí. Por favor, que llegue el buen cine a las salas de nuevo. La Liga de la Justicia de Zack Snyder