Desde los albores de la civilización, fue adorado como un dios. Apocalypse, el primer y más poderoso mutante del universo X-Men de Marvel, acumuló los poderes de muchos otros mutantes, convirtiéndose en inmortal e invencible. Pero al despertar tras miles de años, se encuentra desilusionado con el mundo en que se encuentra y decide reclutar un equipo de mutantes poderosos, entre ellos a un descorazonado Magneto (Michael Fassbender), con el fin de limpiar la humanidad y crear una nueva orden mundial, sobre la cual él reinará. A medida que el destino de la tierra está en juego, Raven (Jennifer Lawrence) con la ayuda del Profesor X (James McAvoy) se unirán junto a un equipo de jóvenes X-Men para detener a su mayor enemigo y salvar así a la humanidad de la destrucción total. critica: He leído por ahí multitud de críticas negativas, como esperando que esta película fuera la "definitiva de la saga mutante" o una obra maestra o lo que sea dentro del género del cine de superhéroes. Yo me pregunto: ¿que esperas cuando ves una película así? Entretenimiento, y como mínimo que sea un poco coherente con los parámetros de la saga. Pues esta da lo que promete. No va a revolucionar el género, no va a cambiar la historia del cine y no es una joya del séptimo arte. Las expectativas son muy malas y está claro que cuando uno ve un tráiler, cada uno lo interpreta como quiere. X-Men: Apocalipsis Yo no esperaba nada, o tal vez sí, que fuera mala a tenor de las críticas leídas por ahí, y por suerte para mí, no me ha parecido tan truñosa como se comenta por ahí. Es entretenida, no miras el reloj, todos los personajes tienen su momento de gloria y el final, aunque pueda ser previsible y tal vez la parte más floja por lo redundante de haber visto esto en otras películas y/o sagas del género comiquero, también está chulo. Los efectos especiales, que los hay y a porrillo, no cantan demasiado. Me parece gracioso porqué todo el mundo critica la tercera parte -X-Men: La decisión final- y cuando nos han ido ofreciendo cosas mejores por lo visto también hay que quejarse. Esta Apocalipsis es un más que decente cierre a la segunda trilogía de los mutantes. X-Men: Apocalipsis Los actores que repiten, como Fassbender, McAvoy o Lawrence están cómodos en sus papeles, y aunque a algunos se les nota un poco cansados de repetir y con el piloto automático (hablo de Mística por ejemplo) las incorporaciones nuevas palian este problema. Geniales los nuevos Cíclope, Jean Grey y Rondador Nocturno, por ejemplo, Hay algún mutante desaprovechado como Ángel, pero es que en sí también es un personaje un poco aburrido. Evan Peters como Mercurio tiene otro momento de lucimiento, aunque ya por lo visto en "Días del futuro pasado" no causa tanta sorpresa, eso sí, el temazo que suena de fondo en su minuto de gloria merece la pena. El villano de la función está interpretado por Oscar Isaac, y aunque este hombre es un actorazo, entre tanto maquillaje poco se puede apreciar. Si tengo que poner un pero al malote, es que es demasiado intenso, tal vez hubiera apreciado un malo un poco menos profundo, le pasa como a Ultron en la segunda de Los Vengadores, que empieza fuerte y se acaba desinflando. Imponer impone, eso si. Como detalle, que ya se veía en los últimos tráilers, la aparición de Lobezno está un tanto desaprovechada y metida con calzador. En resumen, si te gusta la saga, sobretodo la nueva trilogía iniciada con X-Men: Primera clase (2011) está te gustará, es mejor que esta y aunque está un poco por debajo en cuanto a simplicidad del guión a su predecesora "Días del futuro pasado" (2014), no es para nada una mala película. En estos casos creo que no se debería de pedir nada más, está todo ya demasiado visto y si al menos entretiene sin tratarte de estúpido y no resulta repetitiva, es más que suficiente. Si quieres leer más cine: https://salvandoalsoldadoryan.blogspot.com.es :D X-Men: Apocalipsis
Mortimer “Mo” Folchart y su hija de 12 años, Meggie, comparten su pasión por los libros. También comparten un don, ellos pueden hacer aparecer en la vida real a los personajes de los libros que están leyendo; si los leen en voz alta. Pero un peligro acecha: por cada personaje de fantasía que llega al mundo real, una persona real desaparece en el mundo de fantasía. En una de sus visitas a una vieja librería, Mo escucha voces que no había oído en años, y cuando reconoce de qué libro vienen, siente un escalofrío que corre por su espalda. critica: Si uno tuviese que ser demasiado exigente, no le quedaría otra opción que desechar un producto como "Inkheart", pero a servidor, fan (sí, lo reconozco) de esas aventuras protagonizadas por el emblemático Brendan Fraser y estilizadas con un hábil toque de comedia y sus comedidas dosis de acción, estas películas, de vez en cuando, le hacen tilín. Corazón de tinta Empezando por sus aspectos negativos, debo decir que tanto su ambientación (bastante apurada, no demasiado apañada y un tanto rácana en ocasiones), como el vestuario y caracterización de algunos personajes (que se podría calificar de cutre sin mayor dificultad) no dan para demasiado, siendo probablemente sus peores facetas si tenemos en cuenta que una vez se nos otorga ese mundo de magia y fantasía, deberíamos obtener unas premisas mucho más pulidas para vernos inmersos en él sin mayor dificultad. Por otro lado, naufraga durante los minutos en que Softley se desentiende de la aventura pura y dura e intenta otorgar matices dramáticos, así como también lo hace al incluir dos personajes de vises cómicas que, para variar en este tipo de producciones, parecen añadidos con calzador y, aunque alguno más adelante tiene su momento de protagonismo, la cuestión no daba para mucho más. Sin embargo, el tanto se lo anota el británico al saber dar el cauce adecuado a unos momentos aventuriles que desvían la atención pero, por otro lado, logran que el espectador termine disfrutando, embobado, de una cinta tan entretenida como dinámica que, además de contar con el ya mencionado Fraser, también logra sonsacar a Bettany una apañada interpretación (aunque lo de este muchacho ya es normal) y a Mirren, pese a su personaje, un desinhibido papelillo. Quizá la nota negativa aquí sería Serkis, que a mi sigue sin convencerme. En una cartelera donde los tiros y las risas de trazo grueso se suceden sin más, quizá una propuesta como "Inkheart" no esté tan mal y resulte a la altura de aquellos que busquen un poco de dispersión en mitad de la poca imaginación que ofrecen las carteleras, y que sí posee esta propuesta. Corazón de tinta
Narra el viaje de realizan un padre alcohólico y su distante hijo desde Montana a Nebraska para recoger lo que cree que es un premio de un millón de dólares. critica: 1. Woody emprende un viaje, y no iniciático: es de recapitulación. Nebraska Es presentado como un tipo incognoscible; entre interrogaciones. Se le aborda en retrospectiva, y de forma indirecta. Es decir, en lugar de la usual descomposición de la sólida unidad externa del individuo para ahondar en su ser íntimo, aquí se le muestra patético y desnudo nada más empezar, y a partir de ahí, se le intenta reconstruir. Le sonsacan información. Le preguntan. Cuestionan sus decisiones. Escarban en su pasado. Se dan puntos al azar, y el espectador une las líneas. El retrato que queda de Woody no es fiel, no es preciso; es tosco y con aristas; pero es lo más que sabremos de él. 2. A Woody pronto le devorará el tiempo: es un anciano al que la senilidad le está tocando la espalda. Y la fotografía ayuda a transmitir esa sensación de sueños obsoletos; de aridez y derrota. Woody Allen, a propósito de 'Manhattan', comentó: 'el blanco y negro me ayudó a captar la belleza de la ciudad, pero también su decadencia'. La fotografía de Papamichael, en riguroso b&n, lejos de ser tentativa experimental o gratuidad estética, es una decisión intelectual, como puede ser la música o la elección y dirección de actores. Payne, de hecho, admite haberse visto influenciado por la sobriedad cromática de 'La última película', de Bogdanovich, para realizar este film. El b&n, en el Cine moderno, es un anacronismo; y Woody es un hombre polvoriento, casi caduco. La fotografía entronca ejemplarmente con la esencia. 3. Payne asegura odiar las 'road-movies'; se sorprende de seguir haciéndolas. El carácter nómada de sus personajes parece que se impone a los gustos del autor. Schmidt ya tomó carretera. Miles y Jack también se lanzaron a ella. La carretera parece seña de identidad del cine de Payne, como también lo son ese humanismo sencillo y entrañable, digno de Kaurismäki; y su gusto por la cotidianidad y el costumbrismo; remitiendo lejanamente (al menos, a mí me lo parece) a Ozu, a cuyo cine también se puede vincular el gusto por los planos estáticos, muy numerosos en 'Nebraska'. Y, por supuesto, el entorno. Los personajes de Payne son fruto de su entorno. La venta de terrenos vírgenes en Hawaii, donde 'también la gente lo pasa mal'. Las típicas rutas vinícolas en la California de 'Sideways'. El frío y la inmovilidad paisajista de Nebraska... 4. De 'Nebraska' me quedo, ante todo, con la sensación de haber viajado. El guión no es innovador, para nada; de hecho, hay escenas con un planteamiento demasiado similar al de anteriores películas del propio director. Su cine tampoco es dinámico, ni pretende serlo. Y es posible que la película no sea reivindicada o recordada con el paso del tiempo. Pero yo he viajado con Woody. He transitado esas carreteras, he visto esos horizontes y he vagabundeado por lugares que me quedan muy lejanos. Desde una pantalla. Pocos cineastas modernos son capaces de conseguir tan calmada contemplación, tal sentido de la 'situación', semejante retrato; en detalle y profundidad, de un lugar. Acaso Jarmusch y algún otro. Gracias. Nebraska
Ante el temor de las acciones que pueda llevar a cabo Superman, el vigilante de Gotham City aparece para poner a raya al superhéroe de Metrópolis, mientras que la opinión pública debate cuál es realmente el héroe que necesitan. El hombre de acero y Batman se sumergen en una contienda territorial, pero las cosas se complican cuando una nueva y peligrosa amenaza surge rápidamente, poniendo en jaque la existencia de la humanidad. critica: Iba con muy pocas expectativas a ver "Batman v. Superman", en parte porque su campaña de marketing ha sido nefasta y se ha empeñado en reventar los tráilers con spoilers e imágenes vacías con sentencias aún más carentes de significado, como si el duelo entre dos personajes cuyo final todos conocemos tuviera algún tipo de interés real más allá del simbólico. Y eso es lo que ofrece la película: iconos, no tanto personajes -el desarrollo de todos, a excepción de Batman, es nulo- y algunos momentos hechos por y para el lucimiento de sus héroes. Batman vs Superman: El amanecer de la Justicia Zack Snyder vuelve al universo de DC tras "El hombre de acero", una valiente película que atesoraba tantos aciertos como problemas, pero que se entendía como una visión personal sobre el superhéroe de Kripton, con un prólogo magnífico y alguna secuencia intermedia repleta de fuerza, gracias sobre todo a la partitura de Hans Zimmer. Aquí prueba a hacer lo mismo pero ahondando en el murciélago, creando su propia revisión de la dupla Wayne/Batman como tratando de hacernos olvidar que ya hubo una trilogía muy superior que ofrecía exactamente eso mismo. Y no desaprovecha el tiempo, comenzando el film con un montaje en paralelo en el que vemos a un joven Wayne cayendo a la cueva de los murciélagos y siendo testigo del asesinato de sus padres, que tienen más mala suerte que los personajes interpretados por Sean Bean. Sin querer entrar en spoilers o destripes argumentales -para eso está la cajita de abajo, que usará para puntualizar algún que otro segmento-, tengo que decir que "Batman v. Superman" no es el despropósito que esperaba. Se le puede agradecer el ser capaz de entretener, que el tiempo se pase rápido y ofrezca una lectura interesante del papel del héroe enmascarado en una sociedad que teme de lo que es capaz, un poco a lo Watchmen de mercadillo, pero la intención está ahí y el mensaje es potente. Su desarrollo no, claro, pero eso es otro tema. Así pues, es un film con el que se pasa el rato si pasas por alto sus problemas (ver spoiler) y si se atiende únicamente a su verdadera razón de ser: una carta de amor de Snyder a un universo que ya se le escapa de las manos y que con suerte encontrará refugio en otras mejores. Snyder jamás ha sido el mejor director de la historia, pero su acercamiento oscuro y afectado al universo de Superman no funciona porque es un personaje que no se rige por esos códigos, algo que se notaba en el film anterior y que aquí se acentúa: lo que peor funciona es precisamente eso, cuando intenta ser transcendente a través de un montaje musical horrible (no por culpa de la BSO, que es bastante buena; sino por su uso). Y se alza cuando aparece en pantalla el personaje de Gal Gadot y, sobre todo, el de Jesse Eisenberg. Un Lex Luthor muy inspirado en el Joker de Heath Ledger y que es capaz de oxigenar un poco un film empeñado en ser 'oscuro y profundo' aunque todo sea epidérmico. Hay una anarquía en este villano que se agradece, una forma psicótica de moverse y hablar que le sienta perfectamente al film. Lástima que tenga tan poco espacio de lucimiento y que sus frases sean, mayormente, una serie de pegotes dignos de galletitas de la suerte. Dicho lo cual, "Batman v. Superman" me parece un film entretenido y llevadero, lejos de ser bueno -tampoco malo, está en la línea que separa ambas categorías- y que puede merecer la pena a poco que te interese el subgénero superheróico. Pero se habría sido de agradecer que un Deadpool (aunque sea de Marvel) se dejase caer de vez en cuando por alguna secuencia para decirle a estos dos muermos que disfruten un poco de ser ricos, guapos y poderosos. Que la vida no es tan jodida, coño. Batman vs Superman: El amanecer de la Justicia
Después de un ataque traicionero, el agente del Servicio Secreto Mike Banning es acusado de intentar asesinar al Presidente Trumbull. Perseguido por sus propios colegas y por el FBI, Banning comienza una carrera contrarreloj para limpiar su nombre. critica: El cine de acción norteamericano atesora una virtud única, gusta aunque sea malo, que además es lo habitual, porque son muy escasas las películas de este género que se pueden considerar buenas. También tiene un público bastante fiel ( cada vez menor, eso sí) que nunca pierde la esperanza de ver una buena, por más que no recuerde cual fue la última con la que salió de la sala realmente satisfecho. Objetivo: Washington D.C. Esta es algo más equilibrada que otras muchas, con unas escenas de acción bien coreografiadas, bien resueltas artisticamente, incluso con un ritmo que parece propio. La trama, previsible donde las haya, acaba teniendo un peso específico considerable, con el sorprendente mérito de que no aburre por más intrascendente que sea, casi al contrario. Además el guión alterna secuencias en espléndidos parajes naturales con grandes núcleos urbanos, lo que normalmente complace al espectador. Y por último, nos obsequian con la inestimable participación de un Nick Nolte que, además de tener una buena química con Gerard Buttler, consigue destacar interpretando a un personaje algo recurrente, un remedo añejo y paranoico de Rambo, pero que también resulta forzado, dada su edad. En el punto más negativo habría que incluir su trama política, infantil donde las haya. Y también a "los malos", manifiestamente mejorables en todos los sentidos. En definitiva, habrá que seguir probando hasta encontrar una buena película de acción, pero esta no creo que decepcione a la mayoría de fans del género. Objetivo: Washington D.C.
Bill Marks (Liam Neeson), un veterano agente del servicio aéreo de los Marshalls, se siente bastante quemado tanto con el mundo como con su profesión: no entiende su labor como un deber para salvaguardar vidas, sino como un rutinario trabajo de oficina a bordo de un avión. Sin embargo, un día, en un viaje trasatlántico de Nueva York a Londres recibe una serie de misteriosos mensajes de texto, en los que se le pide que inste al gobierno a hacer una transferencia de 150 millones de dólares a una cuenta secreta, pues, en caso contrario, un pasajero moriría cada 20 minutos. El juego del gato y el ratón se desarrollado a 40.000 pies de altura y con la vida de 200 pasajeros pendiente de un hilo. critica: Con “Venganza“, película de acción estrenada en el año 2008, pudimos disfrutar de un Liam Neeson que se unía a ese grupo de actores que rodaban escenas de acción sin apenas uso de especialistas, véase Keanu Reeves o Lawrence Fisburne en “The Matrix“, si bien esta nueva moda en las películas de acción tocó techo gracias al actor Matt Damon y su personaje en la saga de Jason Bourne (“El caso Bourne“, “El mito de Bourne“, “El ultimatum de Bourne“). Non-Stop (Sin escalas) En vista del éxito de “Venganza” y el persanaje de Bryan Mills, el estudio dió luz verde para su secuela (“Taken 2“), si bien un año antes el productor Joel Silver (“Arma Letal“, “Depredador” o “The Matrix“) quiso repetir la misma fórmula en ese otro thriller titulado “Sin identidad” (2011) y que está dirigida por la misma persona que se encuentra tras las cámaras en la cinta que nos ocupa. Y eso es “Sin escalas“, una nueva vuelta de tuerca a lo ya visto en “Venganza” o “Sin identidad“, en la que como principal reclamo o novedad es el encontramos con que el núcleo de la acción está situado abordo de un avión que se dirige a Reino Unido desde los Estados Unidos, y siendo el héroe de la cinta un veterano y hastiado agente del servicio aéreo de los Marshalls. Bill Marks (ya es casualidad el parecido del nombre con el del protagonista de “Venganza“) se verá envuelto en una escalada de tensión a raíz de que comience a recibir mensajes de texto por parte de un desconocido que amenaza con asesinar a los pasajeros de su vuelo, cada 20 minutos, si no le dan la cantidad de 150 millones de dolares. El protagonista tendrá que hacer uso de todo su ingenio y conocimientos a la hora de descubrir quien es la persona que se encuentra tras los mensajes, pues de sus decisiones dependerá la vida de todos los pasajeros y, porque no decirlo, la suya propia. “Sin escalas” también podría situarse en la línea de esa otra cinta estrenada en el año 2005, protagonizada por Jodie Foster y titulada “Plan de vuelo : desaparecida” (2005), pues en ambos films los protagonistas se veían solos y sin apenas ayuda en el interior de sendos vuelos a través del océano atlántico; si bien aquí el protagonista tendrá la ligera ayuda de la compañera de asiento interpretada por la actriz Julianne Moore (“Hannibal“). El film, muy disfrutable y que como principales virtudes posee la buena labor de Liam Neeson y la presencia de alguna que otra secuencia de acción trepidante (véase la pelea en el servicio o todo lo acontecido en climax final), es un producto que no defraudará a todo aquel que simplemente desee pasar unos unos entretenidos 150 minutos junto a unas ricas palomitas. Eso sí, no le pidamos mucho más, ya que poco hay que escarbar y saldremos defraudados. Lo mejor: Liam Neeson (con piloto automático puesto) y alguna que otra secuencia de acción. Lo peor: Alguna ligera perdida de emoción en lo que es su tramo intermedio y que el personaje de Julianne Moore tenga tan poco peso en la trama. Blog de cine: http://opinioncinefila.wordpress.com/ Videoreviews: http://www.youtube.com/channel/UC24GN7KQmW-KZJXpIAT7oOA Non-Stop (Sin escalas)