A Noreno, medio romano, se le confía la misión de cruzar las montañas nevadas de Armenia, plagado de patrullas partas, para buscar ayuda para sus hombres que mueren lentamente. critica: Una película de romanos sin apenas medios. Una historia que recuerda mucho a otros filmes como "La Legión del Águila" (2011) y sobretodo, a "Centurión"(2010, N. Marshall), por cuanto, básicamente plantean situaciones similares; así en la de Marshall unos supervivivientes romanos de una masacre huyen hacia tierra segura perseguidos por los pictos, en este filme un mensajero debe atravesar territorio hostil hasta tierras romanas, perseguido por sus enemigos. En ambos casos atravesarán bosques húmedos, riachuelos, montañas nevadas, hallarán una mujer solitaria, y se enfrentarán a sus enemigos. Si bien el filme de Marshall tiene muchísimo más presupuesto y medios que el de Magan y eso se nota. Porque "The Legion" es un filme de presupuesto pírrico, sin apenas actores y donde no verás a más de cinco personas en una escena. The Legion No esperes ver cohortes, ni legiones, ni sus uniformes ni parafernalia. No se ve ni un soldado romano sensu stricto. Ni una faldita, ni un casco con penacho, ni un escudo. Nada. Solo un señor corriendo, con pieles y otros persiguiéndoles, vestidos de guerreros, que podrían ser extras de un filme de espada y brujería. Ni un caballo. Los perseguidores se deberían cansar igual que el perseguido. El CGI se usa para crear la empalizada romana y hasta la tienda del general en apuros, al igual que el palacio del otro general y rival, interpretado por Mickey Rourke. Y se nota mucho, demasiado. No son buenos los CGIs. Se critica de Magan la poca pericia en las escenas de acción. Quizás busque realismo, pero tampoco se puede pedir que empiecen a dar saltitos a lo Matrix. Sería absurdo. El filme pretende tener un tono más realista, donde los personajes luchan por sobrevivir, no es un blockbuster. Se echa en falta la aparición de fauna salvaje, lobos persiguiendo al mensajero, supongo que por falta de medios. Ni un animal se ve, ni un animal caza para comer, debe vivir del aire. El pretendido realismo en ocasiones chirría. Introducen un personaje hispano que habla en perfecto castellano (idioma que aún no existía y menos con el léxico que utiliza), apareciendo subtitulado mientras uno de los protagonistas traduce ¿A que viene semejante chorrada? ¿Entonces el inglés que usan el resto de los tertulianos es la "lingua franca" de los romanos y de los partos? Un auténtico esperpento. En el plano actoral tenemos a un Mickey Rourke con unos diálogos muy teatrales. Lleva un parche en el ojo que a veces se levanta. No son malas sus lineas, y su declamación con su voz original, impresiona, pero no parece que sea este filme el miedo más adecuado para estos textos. Los pocos diálogos que hay son excesivamente escénicos, al igual que los de Almeida y Kulich. Parecen escenas y actos de una obra teatral. No esperen ver nada espectacular, salvo la voz de Rourke. Es un filme muy modesto, rodado en España, peo que tampoco busca ser una producción de aventuras del montón. Pretende ser algo más. Quizás eso le salva de la catástrofe absoluta, aunque no de su mediocridad. The Legion
¿George Mallory murió subiendo o bajando por la cima del Everest, el 8 de junio de 1924? Setenta años después, cuando Fukamachi, un joven reportero, compra una vieja cámara Kodak en un mercado de Katmandú, cree que puede encontrar la respuesta. Este descubrimiento lo lleva al mundo de los montañeros ansiosos que persiguen conquistas imposibles, donde el amor y los fantasmas se entrelazan. critica: Los responsables de Netflix deberían plantearse seriamente dar prioridad en su catálogo a las producciones de animación. En serio. Son de lo mejor que tienen. Si ya Netflix nos aterrorizó con "Castlevania", nos sorprendió con la primera temporada de "Love, sex and robots" (la segunda es perfectamente olvidable) y nos extasió con "Arcane", ahora nos regala una fascinante y hermosa historia de montañeros y de sus motivaciones, que quedan perfectamente resumidas en el título de esta crítica, frase extraída de la propia película. La cumbre de los dioses Basada en la serie de comics manga homónimos de Jiro Taniguchi, la película LA CUMBRE DE LOS DIOSES gira en torno al trabajo y al propio viaje interior de Fukamachi, un fotógrafo de escalada que en los años 90 del pasado siglo investiga las andanzas de Habu Joji, un antaño famoso escalador nipón de que no se sabe nada desde tiempo atrás. Fukamachi está convencido de haberle visto en Nepal, envuelto en un incidente con una vieja cámara fotográfica cuyas imágenes podrían probar que no fue Edmund Hillary el primero en hollar la cima del Everest en los 50, sino otro montañero desaparecido 30 años antes, George Mallory. Pero en el curso de su investigación, Fukamachi llegará a obsesionarse con la historia y las motivaciones de Habu, que al final serán también las suyas. Dirigida por el francés Patrick Imbert, LA MONTAÑA DE LOS DIOSES huye de la animación 3D pero no de un sabio uso de la moderna tecnología de animación, ofreciendo unas bellísimas imágenes fotorrealistas de montañas generadas por ordenador logrando una total inmersión del espectador en la historia, que no por lenta y pausada dejarå de atraparle. Sumemos a ello una hermosísima banda sonora y un doblaje magnífico al castellano y tendremos otra joya de la animación en Netflix que fascinará al espectador más refractario al alpinismo. La cumbre de los dioses
Un descendiente del famoso corsario Sir Francis Drake descubre la ubicación de la legendaria ciudad de El Dorado. Con la ayuda de su mentor Victor Sullivan y la ambiciosa periodista Elena Fischer, Nathan Drake trabajará para descubrir sus secretos, mientras sobreviven en una isla llena de piratas, mercenarios, y un misterioso enemigo, se embarcarán en una búsqueda sin precedentes por alcanzar el tesoro antes que sus perseguidores. Adaptación del aclamado videojuego homónimo. critica: Para nuestros abuelos, Errol Flynn fue el gran icono del cine de aventuras. Para nuestros padres o algunos de nosotros, este honor pertenece a Indiana Jones, y alguien más joven (si tiene criterio, claro) te dirá que "La momia" de Stephen Sommers y "Piratas del Caribe" son los suyos. Siguiendo esa línea me cuesta creer que de aquí a 10-15 años vaya a pasar lo mismo con "Uncharted". Quizá sí con los videojuegos -de la misma manera que 'Tomb Raider' es un icono generacional- pero no con esta adaptación en la que apenas se esbozan unos personajes para crear una comedia de aventuras tan funcional como olvidable. Uncharted Habiendo jugado a todos los títulos principales de la serie creados por Naughty Dog y considerando alguno de ellos un clásico contemporáneo, mi enfoque a la hora de verla no ha sido la de un seguidor de las aventuras interactivas de Nathan Drake sino la de alguien que quería echar un rato y entretenerse. El objetivo lo cumple, claro, pero con un poco más de cuidado podría haber ido a más. Lo tenía todo: un equipo artístico y técnico competente detrás, un Tom Holland en su mejor momento y un reparto con carisma. Pero se conforma con lo mínimo, no arriesga un ápice y todo suena a ya visto. Si la gracia de "Uncharted" era permitirnos jugar a una película de aventuras, ¿Qué queda cuando eso se convierte literalmente en aquello a lo que rendía tributo, pero carece de la urgencia de ponernos a sus pies con el mando? Pues eso: un tributo que no alcanza a sus modelos base. Por suerte estamos en un punto en el que las películas basadas en videojuegos ya no son nefastas (Sonic o Detective Pikachu son dos cintas familiares hechas con mimo y cuidado) pero falta por llegar un "Caballero Oscuro" que siente de una vez un precedente de prestigio. "Uncharted" podría haberlo sido y quizá con suerte esto ocurra con "The Last of Us" en HBO, pero hasta entonces queda, en resumen, una peli de aventuras entretenida, sin demasiada garra pero que durante dos horas nos mantiene al filo de la butaca sin pensar demasiado en qué está pasando en el mundo exterior. Sobre las dudas que puedan surgir: Holland lo hace bien, pero no como Nathan Drake sino como un chaval que se mete en algo más grande de lo que espera y se convierte sin quererlo en un action hero de manual. No es problema de interpretación ni de falta de carisma, simplemente es otro personaje. Lo mismo con el Sully de Wahlberg. Funcionan bien juntos y tienen química, pero no me encajan con los roles que toman como base. No es un problema para el público general (al que va dirigida la película, no a los frikis que jugamos a los juegos) pero bueno, ahí queda eso. Homenajes directos a la saga hay unos cuantos más allá de la archipublicitada escena del avión de "Uncharted 3", así que por eso no os preocupéis. ¿Pudo haber sido mejor? Por supuesto, pero también peor. Así que en resumen: se deja ver, no molesta y si eres capaz de aceptar ciertas licencias de fantasmadas al nivel de "Fast & Furious", "Misión Imposible" y otras sagas similares, echarás un rato agradable. Los juegos ya eran así, por lo que en ese sentido no hay mucha sorpresa. Lo que también tenían aquellos era un desarrollo de personajes muy superior pero sería injusto comparar una obra de dos horas con una tetralogía -sin contar todo el material extra- de más de 100h en total. No esperéis una adaptación fiel más allá de ciertas secuencias, planteadla como un universo cinematográfico con potencial de -cuando puedan volar por libre- ofrecer algo aún mejor. Por lo menos, eso sí, no es tan mediocre como la última "Tomb Raider". Uncharted
El multimillonario John Hammond tiene una idea para un espectacular parque temático: una isla retirada donde los visitantes puedan observar dinosaurios reales. Con la última tecnología en el desarrollo de ADN, los científicos pueden clonar braquiosaurios, triceratops, velociraptors y un tiranosaurio rex, utilizando para ello la sangre fosilizada en ámbar contenida en insectos que los mordieron hace millones de años. Los paleontólogos Alan Grant, Ellie Sattler y Ian Malcolm visitan el parque y quedan muy sorprendidos con los resultados obtenidos. Pero cuando un problemático empleado manipula el sofisticado sistema de seguridad los dinosaurios escapan, obligando a los visitantes a luchar por su supervivencia. critica: El Señor Espilbergo es un director con el que hay que bailar por lo menos una vez al año, todos aquí lo saben, así que vamos a comentar brevemente esta obra de su cosecha. Jurassic Park (Parque Jurásico) Debo decir que no entiendo bien porqué se le aplaude más por sus tiburones y sus extraterrestres que por sus dinosaurios, pues a mí me parece mucho mejor esta película que aquellas otras y por varios motivos: 1) Aunque el T 1000 de Terminator 2 ya había conquistado al público con esos efectos especiales tan novedosos a principios de los 90, fueron estos velocirraptores, gallimimus y tyranosaurus los que marcaron los penalties de la final. Es decir que con este film se empezó a comprender por donde iba a ir la cosa desde entonces. Ya nunca volveríamos a ver un dinosaurio stop motion. Jurassic Park (Parque Jurásico) A mi no me gusta que hoy se abuse tanto de los efectos por ordenador, para empezar porque muchas veces esos efectos cantan una puta ópera y te introducen en un ambiente desalmado y horriblemente videojueguil. Pero en esta película, esos efectos funcionan (para empezar porque no se abusa de ellos en todas las jodidas escenas) y esos putos depredadores del cretácico resucitan por un día. Jurassic Park (Parque Jurásico) 2) Por otro lado, entrando en la historia, la justificación científica para ese retorno de los dinosaurios resultará altamente satisfactoria para aquellos espectadores que insisten siempre en disponer de una argumentación lógica irrebatible que justifique el disfrute de tanta acción y entretenimiento audiovisual. El mérito corresponde más bien a Michael Crichton, claro. Y seguro que algun genetista podrá verle más de un fallo a toda esa sopa, pero esto tampoco es un documental ¿no? Jurassic Park (Parque Jurásico) 3) Ya sabemos que una historia, incluso con buenos efectos especiales y una convincente explicación, puede ser un coñazo, pero aquí el señor Esteban ha sabido montar bastante bien la función. Los personajes son entretenidos y variopintos: Estan los simpáticos, quienes la gente querrá que sobrevivan, y estan los cabrones, quienes la gente querrá que mueran... Y adelanto que esos deseos de la gente seran satisfechos en gran medida. Muchas otras películas del mismo estilo (es decir: "entes monstruosos amenazan a un grupito de personas en un ambiente hostil") han fracasado con esto de los personajes convirtiendose en algo mortalmente previsible y aburrido. Pero aquí la mágia consigue que esas interacciones interpersonajiles resulten mucho más entretenidas. Bueno, supongo que debe ser algo bastante subjetivo lo de que me guste tanto esta manzana. Será por alguna chorrada de esas de la infancia, la nostalgia y todo eso. Qué se le va a hacer.... Jurassic Park (Parque Jurásico)
Tres amigos de toda la vida se reúnen anualmente en la víspera de Navidad para una noche de desenfreno. Este año, sin embargo, se proponen encontrar el Santo Grial de las fiestas de Navidad debido a que ésta podría ser su última reunión anual. critica: La Navidad cada vez llega antes. Y con ella su espíritu que Jonathan Levine, director de Memorias de un zombie adolescente, reivindica en Los tres reyes malos con su particular oro, incienso y mirra en forma de caras famosas de la gran pantalla, drogas, alcohol y Miley Cyrus, que pasaba por allí para reírse un poco de sí misma. Para eso es Navidad y todo vale. Los tres reyes malos Joseph Gordon-Levitt, Seth Rogen y Anthony Mackie protagonizan esta comedia irreverente por momentos, que se ríe de todo y todos, utilizando incluso clásicos navideños del cine y la literatura -se perciben gotas de Un cuento de Navidad, de Dickens, hasta Qué bello es vivir, de Kapra- con tal de sacar una carcajada que en muchas secuencias consigue esbozar. Una suerte de comunión entre lo zafio y lo emotivo, para pasar un rato ameno y que no deja títere con cabeza a la hora de hacer humor. Algo que sin duda logra por las más que decentes interpretaciones del trío protagonista. Empezando por Joseph Gordon-Levitt, que igual hace drama, comedia o camina entre las Torres Gemelas con una soltura para la interpretación realmente magnífica. Y además bien secundado por un Seth Rogen que ha nacido para esto de hacer reír y un Anthony Mackie solvente y como tercero en discordia. Este tipo de trabajos son muy agradecidos con el público. Levine, como persona normal y corriente, sabe cuál es la fibra en esta época del año y van tocando las teclas de la nostalgia, la amistad y el amor con bastante calidad. De ahí que Los tres reyes malos sea una película desenfadada y divertida, sin ínfulas de nada y dirigida a ese espectador que quiere reír sin más y pasar un rato divertido y agradable. No en vano y aunque queden unos días en el calendario, ya es Navidad, la época donde nada es imposible y todo se puede lograr con un poco de magia. O al menos así lo propone Levine con buen tino. Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/ Los tres reyes malos
1969. Chen Zhen es un joven estudiante de Pekín al que envían a Mongolia Interior para educar a una tribu de pastores nómadas. Pero el que realmente aprende es Chen: sobre la vida en esa tierra infinita y hostil, la libertad y la responsabilidad, y la criatura más temida y reverenciada de esos lugares, el lobo. Sin embargo, la relación de atracción existente entre esas criaturas complejas y casi místicas con el ser humano se ve amenazada cuando un oficial del gobierno central decide por todos los medios eliminar los lobos de esta región. critica: Hay algo especial en las películas que, desde una perspectiva seria, tratan el comportamiento de los animales en un estado salvaje. El último lobo coincide con esta consideración puesto que, desde una perspectiva histórica, nos narra un bello relato sobre la relación entre seres humanos y lobos. En concreto, es el realizador francés Jean-Jacques Annaud quien está detrás de las cámaras, un tipo al que le conocemos por obras como Enemigo a las puertas o la adaptación cinematográfica de El nombre de la rosa, pero que también ha trabajado mucho todo este tema de la naturaleza y la fauna en otras películas, especialmente la bien valorada El oso. Aquí intenta trasladar a la pantalla la conocida novela Wolf Totem, escrita con algunos tintes autobiográficos por el chino Lü Jiamin bajo el seudónimo de Jiang Rong. El último lobo Argumentalmente es muy básica: en la China de los 60, el estudiante Chen Zhen es enviado a la Mongolia profunda para, según el agente del gobierno, enseñar a leer y escribir a la gente de la zona. Pero pronto el joven queda cautivado por el comportamiento tan noble como férreo de los nativos y, especialmente, por la relación que mantienen respecto a los lobos. Generalmente, temen a esta especie, puesto que existe el riesgo serio de que pueda atacar a su ganado, una de las principales fuentes de ingresos que tienen. Sin embargo, con la ayuda de los más veteranos, saben cómo usar el instinto depredador de los lobos para beneficio propio. Zhen descubrirá, empero, que no todo es de color rosa: cuando una loba tiene lobeznos, es necesario sacrificarles (de una manera bastante cruel, todo sea dicho) para que así no aumente la manada. Algo que impacta a cualquier persona que desconozca tal cuestión y, dada la emotividad con la que está narrada esta escena, seguro que también al espectador. El propio Zhen se queda bastante tocado, por lo que decide que tiene que hacer algo para intentar cambiar el curso de los acontecimientos. Conviene no contar nada más de la trama aunque, como decimos, la fuerza de El último lobo no se encuentra en su guión. Esta opinión hay que circunscribirla únicamente al desarrollo de la trama en sí misma, que por momentos resulta quizá algo previsible, pero no al mensaje que intenta transmitir, a todas luces honesto, necesario y en consonancia con la ambientación en la que nos sumerge. Annaud dota a su obra de una poderosa fuerza visual, merced no sólo a la hermosa fotografía conseguida por Jean-Marie Dreujou, sino también a su habilidad para saber captar el momento justo de la naturaleza en que las imágenes poseen más fuerza. No tan impactante es el efecto 3D del filme que, si bien no estorba (cosa que ya sufrimos varias veces en la fiebre estereoscópica post-Avatar), al final uno tiene la sensación de que, sin su presencia, la película conseguiría llegar al espectador de manera prácticamente idéntica. Consideraciones técnicas a un lado, el cineasta francés sabe tejer un relato que no deje agujeros por el camino, siendo particularmente reconfortante que evite sumergirse en historias de amor o amistad demasiado profundas y pastelosas, sendero al que por momentos parecía que se podía encaminar la película. También es cierto que, al tomar como referencia una obra basada en hechos reales, Annaud no podía desencaminarse en exceso de la senda marcada por el texto originario, pero en cualquier caso hay que agradecer que haya optado por un desarrollo de los acontecimientos efectivo por mucho que pueda pecar de intrascendente para un espectador más exigente. Y es que, aunque sea caer en la evidencia, la realidad indica que los protagonistas de la película son los lobos y no las personas, cosa que se va haciendo más palpable conforme avanzan los minutos. El último lobo reúne en su realización varios aspectos interesantes y otros que generan algunas dudas, pero en su conjunto termina por alzarse como una película muy recomendable para todo aquel que guste disfrutar del cine ambientado lejos del mundanal ruido. Aquí, Annaud logra lo más importante: hacernos partícipes de ese entorno natural, gracias no sólo al fuerte matrimonio que mantiene con la parte técnica sino, principalmente, al respeto con el que se dirige a los nativos del lugar y a la figura del lobo. El resultado final arroja una película muy en consonancia con el resto de su filmografía, fácil de disfrutar por todo el mundo y que arroja diversas consideraciones sobre las que uno, a poco que le haya seducido lo que ha visto, sin duda reflexionará una vez lleguen los créditos finales. El último lobo