La historia se ambienta en el año 490 a.C., unos diez años antes de la batalla de las Termópilas. El general griego Temistocles intenta unir las polis griegas para combatir a los persas invasores. Él dirigirá las tropas griegas que se enfrentarán con los persas en la decisiva batalla de Maratón. La derrota persa impedirá la invasión del país. critica: Hace unos pocos años me hice con el comic de Frank Miller; no soy un freak de los comics, pero me interesan como medio de expresión: los pongo a la altura de cualquier otro (literatura, cine,...) cuando aprecio que se hacen en serio. Me refiero aquí no al tebeo para niños, sino al comic para adultos (Sin City, Watchmen, 300...) 300: El origen de un imperio He leído las críticas y he ido también (y veo que no muchos lo han hecho) a las fuentes originales: entrevistas con el director, notas de producción, entrevistas de Frank Miller... Y he encontrado que hay una enorme confusión con esta película. Trataré de resumir los datos que he recogido, para aviso a quienes lean esto antes de verla. 1. LA HISTORIA Frank Miller, en su comic, no trata de ser fiel a la historia. Ha repetido más de una vez que su interés por la batalla de las Termópilas se despertó por una película, "Los 300 espartanos" del año 1962. Y el argumento del cómic está calcado de esa peli, tomándose gráficamente las libertades estílisticas propias de los años 80 y 90, para crear una obra más visceral, menos 'bonita', que en su momento supuso algo diferente en el medio. ¿Qué hizo Miller con la historia? Quedarse con el puro núcleo: unos pocos se enfrentan a muchos y, aunque sólo sea moralmente, vencen. 2. LA PELÍCULA La película tiene un mérito, por el que se gana el 10: es el comic llevado a la pantalla, tal cual. NO ES UNA ADAPTACIÓN del comic. Es el COMIC FILMADO VIÑETA A VIÑETA, con todo lo que tiene de bueno y de malo. Los aciertos son múltiples: - El aspecto visual: la luz, las técnicas de cambio de velocidad, el respeto a la planificación del comic... - El reparto: actores eficaces que parece que han entendido que un 'tebeo' también se puede hacer con profesionalidad y trabajando en serio. Yo voy al cine, desde hace mucho tiempo, a divertirme, no a que me echen un mítin, y quiero que esa diversión esté bien hecha; y esta película está hecha por profesionales desde el principio hasta el final. - El objetivo, que no es otro que entretener. Y los que ven críticas políticas, se detienen a comentar sobre los hombres musculosos, sobre los errores históricos... no han entendido de qué va esto. Peor para ellos. Entiendo que una película, por muy adaptación que sea, debe ser capaz de sostenerse por sí misma. Ese es probablemente el gran fallo de 300, desde ese punto de vista. Pero tal como yo lo veo, este caso, como antes el de Sin City, no es exactamente así; en este caso el propósito no es crear una película BASADA en el cómic, sino FILMAR EL CÓMIC. Y eso, insisto, les ha hecho ganarse mi 10, porque lo han logrado con creces. 3. MI CONSEJO Leed el comic antes de ir al cine. Si os gusta, la película os dejará alucinados. Si no os gusta, ahorraos el precio de la entrada, porque eso es lo que os vais a encontrar en la pantalla. Y por supuesto, no hagáis ni caso de las críticas. 300: El origen de un imperio
La película explora la vida y la música de Elvis Presley (Butler) a través del prisma de su relación con el coronel Tom Parker (Hanks), su enigmático manager. La historia profundiza en la compleja dinámica que existía entre Presley y Parker que abarca más de 20 años, desde el ascenso de Presley a la fama hasta su estrellato sin precedentes, en el contexto de la revolución cultural y la pérdida de la inocencia en Estados Unidos. Y en el centro de ese periplo está Priscilla Presley (Olivia DeJonge), una de las personas más importantes e influyentes en la vida de Elvis. Elvis Critica: Elvis es uno de los mayores artistas de la historia de la música y el entretenimiento; sin embargo, su carrera podría haber llegado mucho más lejos. En esta cinta se nos cuenta, a buen ritmo y con una inteligente elección de los recursos narrativos, cómo surgió el fenómeno, a qué obstáculos se tuvo que enfrentar y cómo a sus cuarenta acabó siendo una atracción fija en Las Vegas. El montaje del director me parece todo un acierto, fresco y dinámico, sin miedo. La interpretación de Austin Butler es muy buena y, sumada a la caracterización, hace que estemos viendo en todo momento al rey del rock, sin ninguna duda. También me gusta cómo se aprovecha la biografía de Elvis para narrarnos los acontecimientos más importantes de la historia de Estados Unidos durante esa época, así como el efecto que tenían sobre la sociedad y sobre el artista. Otro enorme acierto es el homenaje a la música negra, poniendo también de relieve cómo Elvis triunfó haciendo esa música porque él era blanco. Mi gran problema con la cinta es que, aunque como he dicho Butler hipnotiza, no se llega a profundizar en la personalidad de Presley. Se nos cuenta de dónde viene, por qué se mete en el mundo artístico, qué errores comete, cómo se enamora de Priscilla (me hizo ilusión ver en la gran pantalla a Olivia Dejonge), cómo es un adicto al escenario. Sin embargo, salí del cine sin llegar a tener muy claro quién era, cómo veía cuanto le estaba pasando. A cambio de esa información, lo que sí obtenemos es un papel en mi opinión excesivamente grande y caricaturesco de su mánager, interpretado por Tom Hanks, que me pregunto si habría sido tan relevante de haberlo hecho un actor de menor renombre. El Coronel no sólo es el narrador de la película, sino que está presente en pantalla tanto como el propio Elvis y protagoniza escenas dignas de villano Disney. Si lo que buscaban era contar la historia del mánager y cómo sangró a Elvis toda su vida, habría gestionado el personaje y la narración de otra forma; tal como se desarrolla la cinta, sus escenas me dieron un poco de vergüenza ajena y me estropearon la que por lo demás me parece una película muy digna y que homenajea con mucha clase a un artista icónico e inolvidable. Elvis
Enviada a casa tras una traumática misión de combate, una soldado francesa de élite usa sus habilidades letales para dar caza al hombre que agredió a su hermana. critica: Más que por su rol de chica Bond (Quantum of Solace, Marc Foster 2008), identifico a Olga Kurylenko por su excelente papel de implacable y salvaje perseguidora de Michael Fassbender en Centurión (Neil Marshall, 2010), por lo que no he dudado en ver una nueva película de género, de venganza, con una mujer como protagonista, algo cada vez más frecuente. Centinela Aunque empieza más o menos bien, con un ritmo lento pero con cierta solvencia narrativa y técnica, en ningún momento consigue despegar. Nunca da con el tono adecuado, con demasiados silencios musicales, que lejos de conferirle profundidad psicológica a los personajes los alejan de todo interés. El suspense no existe y tampoco se conecta ni con la historia ni con las emociones de sus protagonistas, por lo que se asiste con cierta indiferencia a la escalada de violencia de rigor, que acaba en un final tan esperado como decepcionante. Está bien rodada y la omnipresente Olga Kurylenko mantiene el tipo (tampoco es su mejor interpretación), pero todo resulta frío, previsible, innecesariamente grave. En definitiva, para los muy aficionados a este tipo de películas y poco más. Centinela
Superproducción épica sobre la figura bíblica de Noé. En un mundo destruido por la perversión de los hombres, un humilde carpintero llamado Noé recibe una importante misión que será trascendental para la evolución y el desarrollo de la raza humana. Dios, cansado del corrupto y depravado comportamiento de los seres humanos a los que él mismo dio vida, advierte a Noé de un necesario e inminente diluvio universal que depure y libere a la tierra de la acción humana. Noé tendrá que construir un arca gigante para salvar a su familia, donde deberá reunir a una pareja de cada especie animal para preservar su conservación y crecimiento tras el apocalíptico diluvio que acabará con la humanidad y su fatídica conducta. El arca evitará que los seres que estén dentro mueran ahogados y los mantendrá con vida para una posterior reconstrucción del universo. critica: El cine de Darren Aronofsky nunca ha sido fácil. Ya desde su primera película, "Pi, fe en el caos" (1998) dejaba claro que no iba a tomar el camino sencillo, aunque esto no impidió que la dura "Requiem por un sueño" (2000) le pusiera en el mapa de forma global, un film sobre el abuso de las drogas que no dejaba indiferente ni se cortaba para mostrar las consecuencia de éstas en la vida de varios personajes. El salto sin red llegó con la (en mi cabeza) extraordinaria "La fuente de la vida" (2006), una de esas cintas que dividen opiniones de forma radical, y continuó su senda con dos trabajos aclamados por público y crítica, e incluso ganadores de premios, como son las notables "El luchador" (2008) y "Cisne negro" (2010). "Noé" ha tardado algo más de tiempo en llegar, estando de hecho en preparación desde después del lanzamiento de "Pi", siendo un proyecto que Aronofsky quiso sacar adelante numerosas veces, algo que consiguió -en parte- en forma de cómic y, ahora, como película. Un film que (de nuevo) vuelve a terrenos pantanosos, que no espera contentar a nadie y que se limita a ser su visión del relato bíblico. Ante todo, Darren es un autor, y lo es (casi) hasta las últimas consecuencias. Noé "Noé" no es sin embargo la película que alguien esperaría encontrar teniendo en cuenta exclusivamente su temática. Ni siquiera, partiendo de un realizador como Aronofsky. A medio camino entre el blockbuster épico, con batallas multitudinarias, violencia salvaje y criaturas de fantasía como gólems de piedra; y el cine de autor (con un retrato de personajes por encima de la media, aunque eso no signifique que sea tampoco muy complejo), es paradigmático que sea justamente esa mezcla, apenas funcional, la que haga que la película sea como poco interesante. Fallida en parte, pero también con instantes valiosos, momentos en los que se puede ver quién está detrás (ese tramo que aborda la psique humana, fruto de la obsesión, la fé ciega) de sus imágenes. No todo son efectos digitale de ILM; hay algo debajo. Le cuesta salir y lo hace a ritmo de Clint Mansell, que vuelve a aliarse con el realizador para componer una banda sonora bastante sólida en la que las imágenes se apoyan sin ningún tipo de reserva. Los temas que se abordan son los razonables partiendo del relato en que se basa, no hace falta describirlos. No obstante, en esa diferencia de estilos reside algo curioso: si la primera hora de la película (aproximadamente), en la que se concentra todo lo previo al gran diluvio, la segunda mitad es considerablemente intimista. Los personajes están presentados, así como los conflictos que existen entre ellos. Lamentablemente en algunos casos Darren -y su coguionista Ari Handel- pecan de ser demasiado esquemáticos, introduciendo elementos que rompen la lógica interna del propio film, como todo lo que ocurre con el hijo mediano de Noé (un poco a loa Anakin Skywalker). La representación de ciertos momentos también roza el absurdo(1), algo que detallaré en spoiler para no destrozar el visionado de la película a nadie que esté pendiente de verla, pero que tienen más que ver con la forma en que se filman que con el contenido de por sí. Crowe, Connelly y compañía no hacen un mal trabajo levantando a estos personajes, y decir lo contrario es negar la evidencia. Suya es la labor más complicada y es hacernos creer, al menos en parte, que lo que sucede en pantalla tiene algún tipo de validez. Lo consiguen cuando el guión se lo permite, pero también es cierto que ninguno de los personajes es tan sólido como otros que han construído con anterioridad estos mismos creadores. Así que al final, en Noé quedan buenas ideas mezcladas con otras que no lo son tanto, una película amorfa, casi fallida, pero que merece la pena ver porque en el fondo es el film 'cristiano' menos convencional desde "La última tentación de Cristo" (Martin Scorsese, 1988), sin ir demasiado lejos. Su mayor problema es que no es todo lo salvaje que podría, pero tampoco está domesticada en exceso. Se queda en tierra de nadie y su final, sea o no fiel a la historia bíblica, creo que podría ser bastante mejor(2). De nuevo, lo aclaro en spoiler. ¿Merece la pena "Noé"? Sí. Aún siendo la peor película de su director, hay arrojo y valentía en un film suicida que, camuflado como cine de autor, abraza directamente la épica del 'nuevo cine épico' que recuperó, en cierto modo, Peter Jackson con su "El señor de los anillos". Y tiene algunas partes magníficas (la historia de la Creación) que merecen verse en pantalla grande. Noé
George (Richard Gere) es un hombre en plena decadencia personal que se ve obligado a acudir a un refugio para los "sin techo" en Nueva York. Allí, sin recursos de ningún tipo y forzado a pedir en la calle, deberá enfrentarse a su nueva situación con la ayuda de Dixon, un veterano que le ayuda a retomar la relación con su hija Maggie, con la que perdió el contacto hace mucho tiempo. critica: Los que dicen que Richard Gere no la hace bien de vagabundo y que en su lugar debía ser otro actor que pareciese más "vago" es porque se supone que él, su personaje no era un vago, se trata de una persona que lo perdió todo (aunque no se aclara nunca de cómo), a su esposa, casa, dinero, carrera, todo!, aunque se podría deducir por cierta escena que él o bien solía ser un músico o maestro de música. Invisibles Más que película es casi como un documental de cómo es la vida de un vagabundo en Nueva York y si se ve desde esa perspectiva la película no resulta tan aburrida pero peca de ser muy lenta y casi sin momentos que te impacten siquiera un poco. La verdad la película no se la recomendaría a nadie de mis conocidos, pero si está bien para verla solo, estrictamente solo aunque eso sí, no esperen nada de acción o violencia ni sexo ni romance, como mencione anteriormente es más como un documental. Invisibles
Ruth, Kathy y Tommy pasan su infancia juntos en el internado inglés de Hailsham y son inseparables. Sin embargo, a medida que van creciendo tienen que afrontar los sentimientos que van germinando en su interior: Tommy y Ruth se convierten en pareja, pero Kathy también está enamorada de Tommy. Pero además, hay un secreto sobre su futuro que descubrirán en el internado, algo que afectará de forma directa a su destino y su vida adulta. critica: Generalmente cuando se piensa en ciencia ficción, automáticamente vienen a la mente rayos láser, naves espaciales y extraterrestres invasores. Y es cierto que la mayoría de producciones clasificadas en el género tienden a perderse en los efectismos formales y olvidan el fondo. ¿Enmarcamos la pura diversión estética de “La guerra de las galaxias” o “Star Treck” (con todo mi respeto, que ambas sagas me encantan) junto a la profundidad de “Solaris” o “Stalker”? Nunca me abandones Los clásicos, los auténticos clásicos de la ciencia ficción literaria, que fueron la influencia directa de la ciencia ficción fílmica, son aquellos que utilizan el género para hablar de nosotros, de cómo la tecnología y lo desconocido nos afecta como humanos. Cómo afecta a nuestra libertad (“1984”), al derecho a ser diferentes (“Un mundo feliz”), a pensar y decidir por nosotros mismos (“Fahrenheit 451”), a cuestionarnos qué es estar vivo (“Yo, robot”) o hasta dónde podemos llegar en beneficio de una mayoría, como en “Never let me go”. Una fábula distópica en la que se nos narra un pasado alternativo en el que las fronteras de la ciencia no están delimitadas por la ética, sino por la matemática del bien mayor. Si bien básicamente es un drama romántico, un triángulo amoroso que sirve de excusa para hablar sobre la importancia de amar y el tiempo que se nos concede para hacerlo, su fin no es otro que el exponer la auténtica naturaleza de unas criaturas que son tan humanas como cualquier persona “normal”; de la nula diferencia que puede haber entre aquello “artificial” cultivado con un único propósito y nosotros mismos, hombres y mujeres que regimos y decidimos sobre nuestras propias vidas. Quizás la única distancia que nos separa de ellos es la nula resistencia (¿programada?), la total ausencia de rebeldía de estos seres, que se prestan resignados a la aniquilación como corderos al matadero, en el nombre de un cruel bien mayoritario. Estas criaturas que juegan, se enamoran, tropiezan y se equivocan, deseando, a pesar de su consciente caducidad en el mundo, tener unos instantes de felicidad por los que haya valido la pena vivir. Como nosotros. Nunca me abandones