Chicuarotes trata acerca de ‘el Cagalera’ y ‘el Moloteco’, dos chicos que buscan desesperadamente salir de la situación y de su pueblo natal. La travesía inicia cuando un amigo de ellos les habla de la posibilidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas, para lo cual idean distintas formas de juntar el dinero y poderse ir junto con Sugehili, la novia de ‘el Cagalera’. Esto los lleva por una aventura juvenil que desemboca en un tornado del mundo criminal. critica: 3 de julio de 2019 13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil Estrenada en el pasado Festival de Cannes, ‘Chicuarotes’, gentilicio usado para los habitantes de San Gregorio Atlapulco en Xochimilco, es el segundo largometraje del famoso actor Gael García Bernal, una película que pretende ser un reflejo de la actualidad mexicana. Chicuarotes La historia sigue a dos jóvenes amigos, Cagalera (Benny Emmanuel) y Moloteco (Gabriel Carbajal), quienes vestidos de payasitos realizan su desafortunada rutina a bordo de microbuses en la Ciudad de México, cansados por la indiferencia y la nula ganancia, deciden sacar una pistola, asaltar a los pasajeros y salir huyendo. Desesperados ante la escasez de oportunidades, Cagalera se entusiasma cuando un conocido le comenta que con 20mil pesos su tío le puede conseguir una plaza vitalicia por medio del sindicato para trabajar como electricista, por lo que para conseguir el dinero los amigos tomarán decisiones que los meterán en duros problemas. El guion de ‘Chicuarotes’, escrito por Augusto Mendoza, autor de títulos como ‘Sr. Pig’ y ‘Abel’, busca ser un muestrario del estado de desencanto actual que atraviesa al país, pero lo hace intentando abarcar todos los problemas sociales en una sola película, así, la segunda película de García Bernal termina siendo una acumulación de desgracias y calamidades que no son bien hilvanadas dentro de la historia. Y es que otro de los problemas que presenta el guion es que, entre tanto exceso temático por el que pasa la historia, que va desde la inseguridad, la falta de oportunidades, la violencia intrafamiliar y de género, la homosexualidad, la discriminación, la pobreza, el secuestro, la corrupción, el alcoholismo, linchamientos, adolescencia, la amistad, el amor y demás, abre subtramas y presenta personajes que terminan por no conducir a ningún lugar. Lo que en su ópera prima era un logro y la volvía menos fallida, era que la historia era más concisa y sucedía en gran parte en un solo lugar, mientras ahora que la historia pretende abarcar tanto, todo termina saliendo del control de su director, incluyendo las actuaciones hasta de interpretes experimentados como Enoc Leaño o Dolores Heredia, en una película ambiciosa y poco lograda, que busca impactar a través de una mirada tremendista que diluye su pretendido alegato. https://tantocine.com/chicuarotes-de-gael-garcia-bernal/ Chicuarotes
En mayo de 1940 el destino de Europa occidental depende del primer ministro británico Winston Churchill, quien debe decidir si negociar con Adolf Hitler o luchar sabiendo que podría significar una derrota humillante para Gran Bretaña y su imperio. critica: "Unwanted". Indeseado. Así se percibía a sí mismo Churchill antes de ser nombrado primer ministro; así era percibido por el rey de Inglaterra, por su propio partido y por buena parte de la población. El desastre de Gallipolli y ciertas acciones que llevaron a la muerte por fuego de varios anarquistas lo pusieron en solfa, así como sus actitudes hacia las huelgas mineras debido a la ojeriza que tenía a los sindicatos anarquistas, socialistas y comunistas. Pero era el único que, a parte de Hallifax, podía tolerar la oposición cuando se descabeza a Chamberlain. La película parte en este punto y termina con el salvamento de Dunquerke. Entre tanto, podemos disfrutar de una fotografía maravillosa que remarca los claroscuros al más puro estilo de Rembrandt o Velázquez; de una banda sonora correcta y de una cinemática que tiene sus momentos más logrados en los discursos en el Parlamento. Sin embargo, lo más destacable son las palabras y quien las pronuncia, pues fueron sus discursos (según la película, no según la Historia), las que hiceron del 'Never Give Up' ("No rendirse jamás") casi un lema nacional. Y es Gary Oldman el que se mimetiza con el personaje, tanto en dicción (asomboroso cómo lo hace. Por favor, vedla en versión original), en lenguaje corporal y en expresión facial aún bajo las extensas capas del oscarizable maquillaje. Magnífico. Lo borda en la que, creo, es la mejor actuación de los últimos quince años. Y con Oldman es mucho decir. Volvendo a las palabras, donde más deslumbran es en ese momento populista en el tren, muy bien filmado y guionizado, y en las dos arengas finales, que llegan a emocionar por más palpable que sea la manipulación emocional en la que se basa la susodicha escena del tren, pues es bien sabido que el propio Churchill era firme defensor de una coalición anticomunista y para eso estaba disspuesto a pactar con la Alemania nazi bastante antes de que pasara todo esto. Concretamente, en una reunión mantenida en 1938, Von Ribbentrop (embajador de Alemania en el Reino Unido), ya le confía a Churchill que Alemania iba a invadir la URSS. Y no dice nada. Es más, se alegra. Cosa que se le olvida mencionar a los pasajeros del tren. Curiosamente. Pero como la vida te da sorpresas, el que estuviera dispuestísimo a pactar con Hitler contra las soviéticos, como el novio desengañado, como el fumador desengachado por fin, se revuelve como un loco y pasa a ser el mayor enemigo de lo que antes deseaba: HItler. Y los periódicos de esa época, tras poner verde a los rusos y sus atrocidades en Finlandia y otros países, de repente pasan a ser no tan malos y el demonio pasa a ser Alemania. La prensa y su objetividad, ya saben. Cosa que dura hasta hoy. Y debido a ello (y otras razones, pues es política, donde la integridad brilla por su ausencia y dado que, como dicen en la película, Churchill solo miraba por él mismo), se opone con uñas y dientes a cualquier tratado de paz (que ocupa buena parte del film). Y tuvo razón, por demás. Y supo ganarse a los políticos y al pueblo, al menos durante la contienda, pues al acabar esta fue vencido y desalojado del 10 de Downing Street. Nada de esto aparece en la película, por supuesto. Como el Lincoln de Spielberg, es una especie de hagiografía donde hasta sus exabruptos nos parecen encantadores y donde se le engalana con unos valores que están en el imaginario nacional y colectivo, pero no en la realidad. En definitiva, una película dignísima de ver, cuyos 120 minutos pasan en un suspiro y donde a veces te olvidas de que Churchill está muerto gracias a la intensidad discursiva y a la interpretación de Oldman, quien opaca al resto de excelentes secundarios hasta convertirlos en meras comparsas, por más entidad que quieran darles, como en el caso de su mujer (Kristin Scott Thomas) y su secretaria (Lily James). Creo que no os defraudará. Incluso os puede gustar. Eso sí, olvidaos de la historia detrás de la Historia que han dibujado. El instante más oscuro
Thriller de ciencia ficción que se centra en un neurocientífico que, después de sufrir un accidente de coche y que en este muriera su familia, no se detendrá ante nada para traerlos de vuelta, incluso si eso significa enfrentarse a él mismo dentro de un laboratorio controlado por el gobierno, un grupo de trabajo de policía y las leyes físicas de la ciencia. critica: Sin terminar de comprender qué fue lo que acabo de mirar, me dispongo a escribir una crítica al respecto, lo cual me convierte en un loco tremendo porque hay tanta pavada dando vuelta que carece de sentido explicar algo. Réplicas A ver, cómo empezamos... bueh, qué se yo... ponele que es ciencia ficción que de repente se transforma en ¿drama? con toques de ¿comedia? y vuelve a la ¿ciencia ficción? Repleto hasta el tope de escenas boludísimas de las cuales decantaban un sin fin de idioteces al cubo, un tremebundo palabrerío carente de sentido en pos de realzar un guion inexistente. Las actuaciones normales, a excepción de Keanu Reeves que si llegó al lugar al que llegó, claramente es por ser buena persona más no por su talento actoral. El problema no es la premisa sino la ejecución de la misma dentro de una narrativa insulsa y confusa, en donde nunca se entendió la dirección del camino porque claro, no hubo dirección justamente. Lo mejor: definitivamente Keanu que con ese "casco" futurístico/cibernético parecía un Playmobil y, obviamente, que tenga que explicar la trama en voz alta porque los espectadores son boludos y sino no entienden nada. Lo peor: no hay escena de Reeves que no parezca sobreactuada, al punto de parecer incomodar incluso a los actores a su alrededor de lo malo que es interpretando, siendo su mejor ángulo el de espaldas a las cámaras. Réplicas
Después de quemar la noche con sus incombustibles amigos strippers, la estrella Magic Mike tendrá que valorar si puede vivir para siempre siguiendo este estilo de vida. Elegir entre el dinero fácil y cambiar completamente de oficio (con algo más de ropa) vuelve a ser de nuevo un dilema en su vida. Hasta que lo tenga del todo claro, su show sigue enloqueciendo a las mujeres de todas las edades, que hacen cola por entrar en su club nocturno y deleitarse con sus performances sensuales que dejarán a más de una con la boca abierta y los bolsillos vacios. Mientras su vida personal parece complicarse por momentos Mike deberá hacer lo que mejor sabe si quiere salir de todos sus líos: bailar y crear un espectáculo desinivido y diferente. critica: No tengas prejuicios. El consejo lo dirijo al público en general y a ti, hombre, en particular, que miras con ojos de exorcista asustado la presencia en cartelera de una «Magic Mike XXL» que ha subido la temperatura de las salas de cine veraniegas. Su varita, reinas y reyes, sigue siendo aún más mágica. Magic Mike XXL Imaginad cinco chicos en una última reunión de amigos. ¿Os hacéis una idea? Pues de eso se trata «Magic Mike XXL». Imaginad noches de cerveza junto a la playa, chistes, bromas, piques, ligues inesperados, confesiones alucinógenas, cuentas pendientes y conversaciones sobre sexo, mujeres, sueños por cumplir y sueños rotos. Testosterona desacomplejada, colegueo varonil, cosas de tíos orgullosos de serlo que se ríen de sí mismos y de su condición de hombre en un mundo de mujeres. Un espectáculo que no pide disculpas por exhibirse en un bienaventurado sexismo que a nadie le preocupa y por despertar deseo, sí, pero que también provoca muchas risas. Porque el ánimo de esta historia es hacerte sonreír y transmitirte una dosis amable de alegría y buen ambiente con un gran sentido del humor. Esto es una comedia musical, una juerga con cabeza donde es obligatorio pasárselo bien. Clásica road movie que se desplaza por la América sureña, el Hip hop y el Rhythm and blues mientras se dignifica el oficio de streaper a la vez que se caricaturiza con toda razón; ojo, por ejemplo, al graciosísimo numerito de Manganiello en la gasolinera. A destacar en el reparto la presencia femenina de Jada Pinkett Smith, que resulta todo un revulsivo para el guión, y del bailarín profesional Stephen «tWitch» Boss, que se marca en su primera aparición un número espléndido. La película recupera a una actriz de la talla de Andie McDowell con un personaje algo estereotipado que sirve para promover una liberación sexual sobre la que habría mucho que discutir. Lo que no es discutibles es que si hay un nombre propio en Magic Mike XXL ese es el de Channing Tatum, que vuelve a ser lo mejor en esta segunda entrega al poner su poderosa e inagotable magia en movimiento. No os equivoquéis: el mayor reclamo de la película no son las poses de boy ni los desnudos traseros de sus compañeros de viaje, que se desenvuelven con obvias limitaciones musicales en unas vistosas y lucrativas actuaciones a las que no era necesario dedicarle tantos minutos. Craso error. El auténtico aliciente de la franquicia Magic Mike son los bailes de Tatum, con o sin ropa, eso no importa. Ese ardiente «chocolate blanco», como le llaman una vez, que se desliza y se derrite ante tus ojos, y tú con él. Su cuerpo es una obra de arte, no vamos a discutirlo, pero es cuando se mueve al ritmo de la música cuando su carne y sus músculos alcanzan la mayor de las bellezas. Puro placer en el sentido más amplio y artístico de la palabra. Tatum añade la nota de calidad, eleva la sensualidad del show sin restarle elegancia, reinventa el concepto para desprenderse de una vez y para siempre de los disfraces de policía y bombero, que cumplen su función pero que pueden superarse para triunfar en el intento. Él, con gorra y deportivas, simplemente baila dejándose llevar. Mirad su coreografía envuelto en luz roja mientras suena el «Feel it» de Jacquees con Rich Homie Quan y Lloyd. O su reinterpretación del ya antológico «Pony» de Ginuwine. Si eso no es magia nada lo es. A la espera de que algún productor con visión de futuro utilice su explosivo talento para un musical que de rienda suelta a todas sus habilidades, «Magic Mike XXL» es un despreocupado entretenimiento para personas sin prejuicios y sin ideas preconcebidas que le impidan participar de la diversión. Siéntate y disfruta. Magic Mike XXL
Un holgazán, que hace todo lo posible por evitar conflictos, entabla una amistad inimaginable con un peligroso matón que entra en su vida de forma repentina. critica: La Svolta es un intento de cine sin operetas propagandísticas por parte de la plataforma Netflix. Por esta misma razón, no queda más remedio que hurgar en el catálogo. No se la promociona de ninguna manera. Corre por cuenta del espectador encontrarla. No es el primer caso ni va a ser el último. No estamos ante una joya, ni frente a una obra maestra, pero se nota cuando hay una historia que contar. Punto de inflexión Un joven ladrón apuesta fuerte. Se arriesga a un atraco delicado, pero no logra escapar con éxito de la zona del delito y va a parar a la casa de otro joven que vive por allí. Aquí comienza el nudo de un drama intimista con pizcas policiales. La trama se divide en dos partes bien diferenciadas: lo que sucede dentro de la casa del rehén y lo que sucede en el exterior, donde un grupo de mafiosos van trás la pista del ladrón fugado. La svolta estructura su narrativa mediante un pulido armado del perfil de los personajes. Entre los diálogos y una atinada expresión emocional, cada cual va tejiendo su propia historia. A excepción del rehén, un muchacho tímido, depresivo, dibujante y con poca autodeterminación, el resto de los hombres se perfilan como sujetos peligrosos, pesados, con un trazo bien delineado de sus motivaciones. El otro prota sabe mostrarse como un delincuente con principios morales sostenidos y una deuda personal con su hermano. Deuda que se proyecta emocionalmente sobre el rehén, mediante una dinámica de amores y odios favorecida por la buena química entre los protagonistas. Es una peli que tiene sus irregularidades: la intervención de tres mujeres que no parecen del todo integradas a la historia principal. Con especial mención a una escena donde se esconden en la casa de una mujer que habla por teléfono en plan cachonda. Por fuera de cierto costumbrismo cómico, la escena pudo haberse eliminado sin más. Hay otro dúo de chicas con una función más complementaria, no del todo innecesaria pero que solo sirve para enfatizar la relación profunda que se construye entre ambos protas. El desenlace no está mal, aunque acumula giros sorpresivos solo para que cada personaje cumpla con su arco argumental, especialmente los mafiosos. Se siente como una pasada de rosca momentánea para luego poder volver a sintetizar el trasfondo de la cuestión: una historia muy personal sobre las deudas pendientes entre dos personajes que se retroalimentaron mutuamente. Punto de inflexión
La película cuenta la transformación de la legendaria cantante de blues Bessie Smith de aspirante a cantante a ‘la emperatriz del blues’, que se convirtió en una de las artistas con más éxito de los años 20 y en un icono hoy en día critica: Últimamente, algunos telefilms pueden ser mejores que muchas películas destinadas a la gran pantalla. Bessie cuenta la historia de Bessie Smith, la cantante que llevó el blues al primer plano de la música negra y lo dotó de cara y ojos. Desde su triste infancia, ejemplificada en la escena en que su hermana la persigue con un cuchillo, hasta la vida desenfrenada en la madurez (amores lésbicos, alcohol, drogas), Bessie narra la trayectoria vital de una mujer que llevaba la música en la sangre, pero no podía sobreponerse a las debilidades de su carácter. La película no cae en ningún momento en los tópicos habituales de los biopics (Bessie no debía ser de trato fácil), y soslaya con elegancia la sensiblería, sobre todo gracias a la monumental interpretación de Queen Latifa, que se pone en la piel del personaje, con un atrevido desnudo frontal (atrevido por la decadencia física; Latifa no quiso una doble de cuerpo) que guarda relación con la mostración sin paliativos del personaje. Los secundarios, muy acertados, y la música, cómo no, contribuyen a redondear un telefilm digno e intenso. El guión evita plasmar la muerte de la diva, fallecida en un accidente automovilístico y, se dice, rechazada en tres hospitales de la zona por el color de su piel, extremo nunca confirmado por completo. Bessie