A lo largo de una mañana en una centralita del servicio de emergencias, el operador Joe Baylor intenta salvar a su interlocutora, que parece estar en grave peligro. Pero pronto descubre que las cosas no son lo que parecen y que solo tiene una escapatoria: afrontar la verdad. critica: La película dirigida por Antoine Fuqua resulta prácticamente un calco de la original danesa (‘Den skyldige’), salvando las distancias en cuanto a la dinámica con la que se presentan los acontecimientos. Culpable Esta remake resulta más ágil (fiel al estilo de este tipo de producciones norteamericanas) pero quizá menos fría (cuestión que suele ser propia del cine nórdico) o menos “seria” en sus formas, algo que la cinta concebida en Dinamarca manejaba con mucha sobriedad y más pausadamente. Thriller que trata sobre un operador en un centro del 911 que, enfrentando sus demonios y fantasmas del pasado, recibe una llamada de una mujer aterrada que parece haber sido secuestrada. La temática nos recuerda a ‘The Call’, de Brad Anderson, pero con una exhibición distinta en pantalla, teniendo en cuenta que aquí, en ‘The Guilty’, todo ocurre en un solo escenario. ¿Hubiese funcionado esta obra sin un actor de la talla de Jake Gyllenhaal? El protagonista de ‘Enemy’ nos vuelve a regalar una brillante interpretación, expresiva, con matices y termina resultando el gancho o el aliciente principal de este relato que, probablemente, de haber contado con otra figura central no hubiera llamado la atención de los espectadores. Es factible que el giro perturbador de la historia produzca un impacto bastante menor que en el film dinamarqués (quizá por estar trabajado de peor forma o tal vez porque uno ya sabe con lo que se va a topar), pero si se analiza a ‘The Guilty’ no como remake de ‘Den skyldige’ (para no caer en comparaciones) y sí como mero entretenimiento, cumple con su cometido, con creces, aunque sin trascender. Lo Mejor: la potente labor de Gyllenhaal con la cámara encima todo el metraje, con un nivel expresivo sublime. Lo Peor: cuestiones trabajadas de forma menos seria que la cinta original. Puntaje: 7,5 Alancitos Atormentados sobre 10 http://cinefiloclub.blogspot.com/2021/09/the-guilty-critica.html Culpable
Inspirado en hechos reales de la primavera de 1944, cuando los nazis organizaron un partido de fútbol entre un equipo de reclusos del campo y un equipo nazi de élite en el cumpleaños de Adolf Hitler. Un partido que los prisioneros están decididos a ganar, pase lo que pase....La disputa critica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La disputa
II Guerra Mundial. Cientos de miles de británicos y tropas aliadas están rodeados por las fuerzas enemigas. Atrapados en la playa con el mar a sus espaldas se enfrentan a una situación imposible mientras el enemigo se acerca. La película relata la Operación Dinamo, también conocida como el milagro de Dunkerque. Se trató de una operación de evacuación de las tropas aliadas en territorio francés, que tuvo lugar a finales de mayo de 1940. La operación permitió el rescate de más de 200.000 soldados británicos y más de 100.000 franceses y belgas. critica: Antes que nada, lo que hay que dejar claro es que hay que analizarla desde dos puntos de vista bien diferenciados. Dunkerque El primero es el plano técnico. Aquí hay que darle un 10.00, como a Nadia Comaneci. Con Salvar al soldado Ryan, el cine bélico dio un salto cuyos ecos seguimos viendo en las actuales producciones. Pero Christopher Nolan ha conseguido lo que parecía imposible, ir un paso más -o varios- en esa búsqueda del máximo realismo, conseguir que el espectador sienta que está en plena batalla. Todo colabora en ese objetivo; el sonido (consigue sobresaltarnos porque parece que nos disparan a nosotros, o que los Stukas nos están atacando), la fotografía (fantástica, esos colores apagados, esos desenfocados propios de las filmaciones de entonces), la ambientación, el gran número de extras, la aparente ausencia de efectos digitales... No voy a insistir. Nolan consigue sumergir (a veces literalmente) al espectador en esa experiencia inmersiva, valga la redundancia. Y ahora vamos con la otra cara de la moneda. Soy poco sospechoso de no valorar el trabajo de Nolan (he visto Memento unas 15 veces y Origen me fascinó también), pero aquí la verdad es que no hay una historia potente detrás. No veo conflicto, dilemas morales, suspense (pese a los numerosos cliffhangers)... no acabas amando u odiando a nadie, y la verdad es que te da un poco igual si los protagonistas se salvan o no. Son de esas interpretaciones tan contenidas que acaban por no transmitir nada. Contra todo pronóstico, el único actor que logra transmitir algo es Harry Styles, el chaval que es, o ha sido, cantante del grupo One Direction. Los demás, muy flojitos, ni siquiera Kenneth Branagh levanta el vuelo. Jugando a productor, le hubiera dicho a Nolan que aumentase el metraje a 2 horas mínimo. Da la sensación de que había que cortar escenas (los sucesivos hundimientos se hacen cortísimos, cuando daban para situaciones bien dramáticas). También hubiera mostrado combates con los alemanes, o hubiera dado más juego a los pobres franceses que tenían que conservar el perímetro (aquello de que los ingleses lucharán hasta el último francés)... en fin, que la película daba mucho más juego del que al final ha dado. En suma, como experiencia visual, más que recomendable, pero como historia creo que no llega ni al aprobado, así que un 5. En todo caso, si os gusta la Segunda Guerra Mundial, no os la podéis perder, claro. Un consejo, si habéis conseguido engañar a vuestra novia/mujer para que os acompañe a verla (a la inversa), reconsiderad la decisión si no queréis ver luego caras largas. Estáis avisados. Dunkerque
Death of Superman es una película animada de superhéroes de 2018 perteneciente al universo de Películas animadas originales del Universo DC. Dirigida por Jake Castorena y Sam Liu, esta es una nueva adaptación del cómic basado en el mismo arco argumental, y una versión de la película de 2007, La muerte de Superman. El filme se dividirá en dos partes, The Death of Superman saldrá en el 2018 y la segunda parte, titulada The Reign of Superman se estrenará durante el 2019. critica: Titulo esta crítica de esta forma porque La muerte de Superman, obviamente no es un spoiler del film a ser ese su propio título, consigue construirse de una forma capaz de lograr provocar un sentimiento de emotividad al consumarse el hecho en la cinta. Esto es lo más importante cuando te propones adaptar el final de alguien tan importante para el mundo de la cultura popular como El último hijo de Krypton. La muerte de Superman Ante todo estamos hablando de una adaptación de un cómic esencial para el medio y como tal encontramos secuencias repletas de acción que bebe mucho del universo cinematográfico de DC -si algo no se le puede criticar al bueno de Zack y compañía estos momentos son de una indudable factura-. Por ende, están bien hechas y consiguen representar con crudeza a un enemigo incapaz de derrotar la JL al (casi) completo. Sin embargo no es ahí donde Jake Castorena y Sam Liu triunfan, sino en la construcción de El hombre del mañana tal como los aficionados al personaje deseamos ver. Hay hechos bien visibles que lo ejemplifican, pero no acudiré a ellos para evitar al máximo spoiler. Sí puede hablar de su relación con Lois Lane, que se recupera frente a cintas anteriores del universo animado demostrando que no hay más amor para Superman que ella. Tras la excelente road movie animada Escuadrón Suicida: Consecuencias infernales, el universo de DC Comic sigue cobrando movimiento con buenas producciones. Ando deseoso de ver qué tal funcionarán sus próximas películas. La muerte de Superman
Basada en el libro "The Snowden files. The inside story of the world's most wanted man" escrito por Luke Harding, y en un libro escrito por Anatoly Kucherena, el abogado ruso de Edward Snowden. Narra los acontecimientos que acompañaron la publicación por parte del diario The Guardian de los documentos clasificados que aportó Edward Snowden sobre el programa de vigilancia mundial secreto de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) en 2013. critica: ¿Puede un hombre desafiar a todo un imperio? ¿Una sola persona es capaz de sacar a la luz las vergüenzas de la teóricamente mayor democracia del planeta? Dos preguntas que tienen respuesta. Un rotundo sí. Y ese hombre se llama Edward Snowden. Snowden El mejor Oliver Stone, el del cine política, ha vuelto. Y lo ha hecho de la mano de un reparto impresionante con Joseph Gordon-Levitt como protagonista. Este elenco de intérpretes tiene la mitad de la culpa del éxito de la cinta. La otra mitad del triunfo radica en el propio Stone. Si bien es inevitable quitarse de encima ese tufillo progresista que invaden últimamente sus trabajos, hay que reconocer que es un verdadero maestro narrando este tipo de películas. Filmes donde nos cuenta esa parte de la historia americana más reciente que no quieren los "poderosos" que se sepa. Un cine muy necesario y que, como en esta ocasión y recordando JFK, Un domingo cualquiera, Platoon o Nacido el cuatro de julio, consigue remover y cabrear. Snowden, de Oliver Stone, puede tener errores (y los tiene) en todo su metraje. Desde la tendencia en algunos diálogos, su duración o que a veces pueda parecer caótica. Pero lo importante no es cómo cuenta la historia de este exmiembro de la NSA, sino el qué. Lo que nos está contando, que es algo que da más miedo que cualquier película de zombies o fantasmas, porque es la vida misma, nuestra intimidad y la de la gente que queremos, totalmente violada y vendida en nombre de la seguridad nacional. Lo que Snowden revela a The Guardian y posteriormente recogen otros medios como The Washington Post es que el FBI y la NSA han recabado datos de Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube y Apple. Conversaciones, llamadas y mensajes privados de millones de personas. La intimidad y la privacidad, derechos fundamentales de todo individuo que vuelan por los aires. Plataformas que de la noche a la mañana se han convertido en una droga de la que no se puede salir. A día de hoy, quién entiende la vida sin la utilización de algunas de estas aplicaciones que solo pueden utilizarse si uno pasa por el aro de sus condiciones. Es eso lo que Oliver Stone, basándose en el libro de Luke Harding, nos plantea en poco más de dos horas de película. El mejor Stone ha vuelto, dejando a un lado sus ramalazos tendenciosos que con la edad es imposible quitárselos. En esta ocasión le disculpamos porque lo que nos transmite es mucho más valioso. Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/ Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine Snowden
Varsovia, 1939. El pianista polaco de origen judío Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody) interpreta un tema de Chopin en la radio nacional de Polonia mientras la aviación alemana bombardea la capital. El régimen nazi ha invadido el país, y como hace en otros países invadidos, lleva a cabo la misma política con respecto a los judíos. Así Szpilman y toda su familia -sus padres, su hermano y sus dos hermanas- se ven obligados a dejar su casa y todo lo que les pertenece para trasladarse con miles de personas de origen judío al ghetto de Varsovia. Mientras Wladyslaw trabaja como pianista en un restaurante propiedad de un judío que colabora con los nazis, su hermano Henryk (Ed Stoppard) prefiere luchar contra los nazis. Pero tres años más tarde, los habitantes del ghetto son trasladados en trenes hacia campos de concentración. critica: Te vi, Vladek, alma ingenua y romántica, cuando grababas a Chopin en el piano del estudio radiofónico y estallaron los cristales. Entonces el Ruido empezó a adueñarse de esta parte del mundo. Por doquier el Ruido: las bombas y las armas, pero también las voces estridentes, las risotadas zafias, los pisotones marciales que lo jaleaban, preparando el camino. El pianista Te vi, Vladek, cuando quedaste incluido en el ghetto y tocabas en la kawiarnia donde se ventilaba en trapicheos de estraperlo el dinero que todavía quedaba. En aquel rincón tus dedos se deslizaban por el teclado y durante unas horas neutralizaban el sordo retumbar de la matanza que se estaba fraguando. El pianista Te vi en la estación, cuando escapaste in extremis del tren en que, como ganado, los vecinos eran enviados en masa al exterminio tras compartir en silencio briznas de un caramelo pagado a precio de oro. El pianista Te vi, cara triste, escondido de piso en piso, amparado por la Resistencia, que no te dejaba colaborar y te encerraba en apartamentos y buhardillas para salvar tu vida. ¡Cómo te estremecías al oír las notas de la suite de Bach que una protectora tocó una vez al violoncello! Te alimentabas de notas porque tu espíritu de artista inocente fue siempre pura y solamente musical, incapaz de pensar en buenos y malos. Y porque, pobre Vladek, no siempre podían llevarte comida. El pianista Te vi sentado junto a la mesa días y días, fumando y tomando té y apenas las migas raspadas en la despensa vacía o diez alubias que ibas racionando. Y tocar mudamente en el piano el concierto que llegaba de una radio vecina a través del tabique. Una radio no judía, mientras el ghetto era aniquilado. El pianista Te vi, Vladek, delirando febril en el invierno de hielo, vagando por las ruinas de Varsovia devastada, hecho un ecce homo, entre balas perdidas y obuses tercos, sobreviviendo tú también terco y perdido, como un robinsón, un náufrago de la Humanidad torpedeada. Y te vi cuando, siendo ya un doliente desecho, llegaron a ti las notas del “Claro de Luna” y con ellas la misteriosa cofradía de los melómanos, una escotilla a la vida, para que de tus despojos emergiera El Pianista y, tiritando y exhalando un vaho agónico reanudara, reanudases el duelo contra el Ruido mortal que llevaba años atronando el continente. Con desgarro, transportado por el artificio portentoso de un compatriota tuyo, yo te vi durante todo ese tiempo, Vladek, y no pude evitar que se me escaparan las lágrimas, por ti y por todos nosotros, hermano mío. (9,5) El pianista