Cuando el bebé recién nacido de Olivia y Harry Davis no sobrevive al nacimiento, la tragedia sume a la pareja en una profunda tristeza. Seis meses después, ambos han aceptado su pérdida y están reconstruyendo sus vidas pero cuando Olivia conoce a Brooke y a su bebé, se siente abrumada por un sentimiento de amor y nostalgia.... Canción de cuna para una madre critica: una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Canción de cuna para una madre
En una residencia de ancianos, un hombre mayor (James Garner) lee a una mujer (Gena Rowlands) una historia de amor escrita en su viejo libro de notas. El libro cuenta la vida en los años 40 de Noah Calhoun (Ryan Gosling) y Allie Nelson (Rachel McAdams), dos jóvenes adolescentes de Carolina del Norte que, a pesar de vivir en dos ambientes sociales muy diferentes, pasaron un verano idílico juntos y profundamente enamorados, antes de ser separados, primero por sus padres, y más tarde por la Segunda Guerra Mundial. criticas: Abrumadoramente almidonada, apabullantemente obvia y desmesuradamente vacua, vamos, la película perfecta para quinceañeras, féminas que sueñan con un amor "rebelde", y para todas aquellas que ya se les pasó el arroz y seguramente lloraran emocionadas en la soledad de sus sofás o con un marido calvo y rechoncho al que lo mas emocionante que le ha pasado en su vida es ir a veranear a La Manga (si es con una tele para ver los amistosos del Madrid mejor que mejor) y que de la única manera que vivirán un amor así, es por la pantalla. El diario de Noa Cambia el tono, un punto mas dramático, pero en el fondo sigue siendo la misma morralla que melodramas y comedietas que la gente no iría a ver, ni el día del espectador: "Mientras dormías", "Otoño en Nueva York" "Noviembre dulce", etc..., ya que su fondo y su trascendencia son totalmente nulas. El diario de Noa La historia de los viejos ni la voy a nombrar, porque la previsibilidad es mas que sonrojante. La historia de los jóvenes tampoco tiene desperdicio y los 45 primeros minutos son un continuo "te quiero", besos, abrazos, caricias y mas abrazos solo para que el hijisimo de Cassavetes nos cuente que tras un amor de verano, llega el otoño y cada uno vuelve a su ciudad. ¿De verdad hacia falta malgastar tanto royo de cinta para eso?. El diario de Noa Una prueba mas de que estamos ante una película realizada para la gente que vive en los mundos de Yupi, es su final, fácil y ramplón, claro que si, esta muy bien hacer lo que te dicta el corazón, no lo discuto, pero las decisiones tomadas, sea cual sea, tienen una repercusión, y la carga dramática es un punto álgido que no debería obviarse, pues bien, va y de un hachazo la termina Cassavetes, porque aquí lo único que importa es que triunfa el amor... Como buena película para novios que empiezan no puede faltar un beso bajo la lluvia, un desvirgamiento, una madre malvada pero que le abra los ojos a la hija, un pretendiente joven, guapo y adinerado pero aburrido y un protagonista con barba de cuatro días. Por supuesto todo esto ambientado en una época en la cual, los caballeros se quitaban los sombreros al ver pasar a las damas. El diario de Noa Elegante y con una buena dirección son las dos únicas virtudes, para un film populista, argumentalmente muy pobre. El diario de Noa
Tras servir en el ejército estadounidense, el capellán Darren Turner afronta una crisis que pone patas arriba sus lazos familiares y su fe. Tendrá que recurrir a la ayuda de sus compañeros soldados para salir adelante. critica ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Indivisible
"Había una vez un joven príncipe cuyo padre, el rey de Oriente, lo envia a Egipto para encontrar una perla. Pero cuando llega, el pueblo le sirve una taza. Al beberla, se olvida de que era el hijo de un rey, se olvida de la perla y cae en un profundo sueño." El padre de Rick (Christian Bale) solía leerle esta historia cuando era un niño. En la actualidad, siendo Rick ya adulto, el camino hacia Oriente se extiende ante él... critica: En sus más de cien años, el cine posiblemente haya contado todas las historias posibles. Si el cine no muere es porque hay directores que imprimen su sello personal o, más radicalmente, reinventan el cine. Nos quejamos cuando un guión o un argumento (el común de los mortales no distingue entre ambos términos) es poco original, pero algunos despellejan una película y a su director cuando ésta se sale de ciertos cánones más o menos establecidos, impuestos por las "majors". Esto me recuerda a los airados espectadores de "La Rosa Púrpura del Cairo", desconcertados ante lo que veían en la pantalla. Knight of Cups Vacío. De vacío y de deseos de empezar de cero. De esto va esta película. «How do I begin?», «¿Cómo comienzo?» pregunta en dos ocasiones Rick, el protagonista, y este es el eje de la película. Todo aquel que tenga sangre en las venas ha deseado alguna vez romper con todo y comenzar una nueva vida. Este deseo ha dado al idioma castellano su novela más universal. Un deseo que ha sido representado mil veces en el cine. A él lo dedicaba Gabriele Salvatores en su película "Mediterráneo" (1991), y era la pieza que le faltaba al protagonista de "Un tipo genial" ("Local Hero", 1983). Y Terrence Malick es el director del vacío. Es sus películas hemos visto huídas que no llevan a ninguna parte, victorias militares que saben a derrota, amores huecos, la desolación de la pérdida de un hijo. Es su sello personal, como lo tienen Orson Welles, David Lean, Alfred Hitchcock, David Lynch, John Huston, Stanley Kubrick, Billy Wilder o Woody Allen. Se dice que Brucker compuso la misma sinfonía nueve veces. Hay directores que se especializan en determinado cine, y Terrence Malick se ha especializado en espacios vacíos. Lo que vemos es un viaje al espacio exterior del universo interior de Rick, el protagonista. Un espacio vacío del que Rick no sabe cómo salir o, mejor dicho, cómo llenarlo. "Knight of Cups" sube dos escalones respecto a "To the Wonder". Algunos dicen que la película va sin rumbo. ¿Seguro? Véase el spoiler. Los elementos de la película son simples: Rick, un escritor (¿guionista?) de éxito en Hollywood. Pero este éxito se mide por los bienes materiales que posee y por las fiestas de la "jet set" a las que acude. Tiene todo lo que uno puede desear, pero no le llena. Un hermano menor, inteligente, pero echado a perder en la escala de valores social. Un padre también metido en el mundo del espectáculo, pero chapado a la antigua y en conflicto con sus hijos (un siempre imponente Brian Dennehy). Y una madre sencilla que sólo quiere que Rick sea feliz y tenga hijos. Rick trata de resetear, de reiniciar su vida con mujeres(«Parecía que ellas sabían algo. Pero más cercano al misterio», le dice Antonio Banderas). Prueba con prostitutas de distinto "nivel", con una modelo, con una stripper, con una mujer casada. Las lleva a los mismos sitios, (como la playa) a los iba con su esposa (interpretada por Cate Blanchett), esperando que se obre el milagro y pueda repetir su vida de casado para, esta vez, corregir los errores. Pero el milagro no sucede. Rick sigue vacío. Se siente perdido, débil, extraño en un país extraño (en sus obras Albert Camus se quedó corto en comparación). Ni siquiera encontrarse con ladrones armados en su vivienda le altera. No pueden quitarle nada, porque nada tiene: sólo bienes materiales. Y sólo un terremoto puede recordarle que sigue en la Tierra. ¿Cómo volver a la vida? ¿Cómo comenzar de nuevo? Rick vive diferentes maneras de morir. Con estos elementos cualquiera esperaría una película convencional. Pero Terrence Malick va más allá del cine y propone un viaje al interior del personaje y al interior del espectador. Como sucede con el cine de Tarkovsky, es una película para ver a solas. Durante el rodaje los actores eran, literalmente, "arrojados" a la escena, a ver qué sucedía. Había unas líneas maestras, muchos apuntes, una idea general. Y Malick se limitó a registrar esas escenas casi aleatorias. Dos años duró la postproducción, el ensamblaje de todas las piezas. Los actores confesaron que habían dedicado más tiempo a pulir sus voces en off que a interpretar (imprescindible verla en versión original). El resultado es una película, una experiencia, fascinante. Terrence Malick propone un viaje interior. Puede que algunos se sientan más cómodos sólo con Michael Bay, la estética de videoclip y el cine de palomitas. Pero el cine no puede sobrevivir si no se reinventa. Y Terrence Malick triunfa donde otros como Lars von Trier se estrellaron. Repito, fascinante. Knight of Cups
Narra los sucesos reales que ocurrieron en Chile en agosto del 2010, cuando el derrumbe de la mina San José dejó atrapados a 33 mineros a unos 720 metros de profundidad durante 70 días. critica: Guardando el hecho que se trata de un hito histórico - noticioso del Chile reciente, la historia de "Los 33" (2015) llevada a la pantalla grande sobrevive bastante mejor de lo que pudiera pensarse, consiguiendo buenos momentos para el espectador y otros donde se extrañan más detalles del accidente minero, la sobrevivencia y que el film no pase de la mera mención. Los 33 El mérito viaja principalmente por poder resumir en un tiempo razonable -poco más de hora y media- una hazaña que comenzó como tragedia y que duró varios meses. También está el hecho de acotar razonablemente los protagonismos para enfocar la historia y tiene un par de momentos bien logrados pese al spoiler que vive en la memoria del mundo entero. Pero no todo es éxitos; ciertos saltos temporales son por decirlo menos "poco elegantes", así como los clichés de un par de protagonistas o la falta de oscuridad en un guión que pudo anticiparse algo más denso y dramático, y en cambio coquetea por rato largo con la anécdota, donde la musicalización contribuye poco para crear ambiente. Sobre el desempeño del elenco, este responde bastante bien al encasillamiento de sus respectivos personajes, aunque la dupla Banderas y Binoche demuestra su valía con colores propios. En líneas generales, "Los 33" tiene prisa desde que arranca, lo que aunque le aporta vértigo también le resta algo de profundidad y con ello, pierde emoción. Ese factor es clave pues se trata de un hecho profundamente emotivo y dramático. Acá las aristas eran muchas y aunque hay méritos, queda igual la sensación de algo inconcluso. Recomendación: Regular a aceptable. Tiene buenos elementos aunque siempre esta historia particular dejará gusto a poco. =Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com Los 33
Una historia de pasiones, sexo, amor y abandono que involucra a dos parejas, con una situación que se complica cuando el hombre de la primera pareja conoce a la mujer de la segunda pareja. critica: Como gran punto destacable de Closer, la primera impresión que queda es que su fuerza reside en el apartado coloquial. Conversaciones agudas e endiabladas además de inteligentes que dejan un buen sabor de boca al espectador; eso dicen... Error. En Closer no se dialoga; en Closer se interroga, que no es lo mismo. Es con diferencia la película con más preguntas de la historia del cine. Cegados por el deseo (Closer) Y no es para menos. La trama va a saco. Antirromántica al cien por cien. Sus protagonistas aprovechan cualquier pestañeo de su compañero/a para hacer uso de la traición. Y ya es sabido por (casi) todos que cuando se es traicionado no se dialoga; se interroga de manera masoquista. Y en estos casos se riza el rizo, ya que en un mano a mano de tales características se responde con otra pregunta. Así funciona el mundo, y así lo refleja Mike Nichols. Los personajes bien imaginados. Por el bando de los hombres se advierte cualidades muy masculinas en esto del amor; el patetismo en Law y la frustración y el encabronamiento en Owen identifican. Por el bando femenino también se reflejan cosas en Roberts y Portman, pero ahí ya me pierdo yo. La trama se mantiene en todo momento en un ritmo envidiable. Resulta cómoda de ver y fácil de entender. El simpatizante de Portman está de enhorabuena con Closer. Sale riquísima. Conservo el sobresaliente que le apunté la primera vez que la vi. Ahora de segundas me supo a menos, aunque también es verdad que el factor sorpresa no lo tenía a mi favor. Cegados por el deseo (Closer)