En 1752, los Collins y su hijo Bárnabas zarpan de Liverpool con destino a América para librarse de la misteriosa maldición que pesa sobre su familia. Con el paso de los años, Bárnabas (Johnny Depp), un playboy impenitente, se convierte en un hombre rico y poderoso que comete el error de romperle el corazón a Angelique Bouchard (Eva Green). Ella, que es una bruja, lo condena a un destino peor que la muerte: lo convierte en vampiro y lo entierra vivo. Dos siglos después, en 1972, Bárnabas consigue salir de su tumba y se encuentra con un mundo irreconocible. Adaptación de la serie de televisión creada por Dan Curtis en 1966, que tuvo un remake en 1991. critica: Siempre he defendido sus películas a riesgo de sufrir numerosas palizas, ignominiosos calificativos y etiquetas insultantes. He defendido hasta esa en la que el mono de Marky Mark hace el mono con otros monos y esa otra de Alicia con mucha dirección de arte y donde el público casi le manda a patadas a Marte con sus otros marcianos. ¡Pero yo le defendí y me trataron peor que a un perro… resucitado por una gran cantidad de electricidad! Lo que no puedo hacer es defender su última obra de supuesto arte, “Sombras tenebrosas”. Lo siento, su película es un sencillamente un coñazo con algunos momentos divertidos, pero para nada es la comedia de humor negro setentera que pretendía hacer. Mucho escote, canalillo y melón de Eva Green pero poco sentimiento y nula pasión. Sombras tenebrosas Qué sí… que hay una historia familiar (que no le llega a la suela de los zapatos a las familias Addams o Monster), amores muertos y pasados con sus licencias y homenaje a Drácula, una gran selección musical de la época y la banda sonora de Danny Elfman, sus momentos ‘góticos’ … pero parecen un calco de los anteriores. También una estupenda ambientación. Bueno, con más de cien millones de presupuesto si les queda como un capítulo de “Luna, el misterio de Calenda”… sería para mandarles a los lobos y que no dejasen supervivientes. Pero no se trata de eso… sino de que la historia tuviera fuerza y “Sombras tenebrosas” es el pedo de una mosca que acompaña a Bitelchús. No sé si será que ya aparece su nombre debajo de unas escaleras en los créditos o si es que se levanta muy cansado cada mañana por no poder dormir correctamente al encontrar la posición idónea en la almohada con esos pelos que lleva. La película tiene más agujeros en las tramas que los trajes de su señora. No tiene vida, ni tensión, ni nada que atrape al espectador. Es lenta y previsible. Tan previsible que ya el trailer cuenta la película y enseña tres de las cinco gracias. ¿¡Y su vampiro!? Esas uñas largas y puntiagudas no llegan a arañar como Eduardo Manostijeras… Es usted Sr. Burton el que me recuerda en esta película a su propio vampiro: encadenado y encerrado en un ataúd por la propia industria que le dio el don de la inmortalidad. Parece confinado en ese círculo vicioso de repetir cada noche y película el mismo ritual. Ya no funciona: es simple e impostada pose. Por no mencionar que todo es obvio y remarcado: nos facilitan referencias pero nos las señalan y facilitan un pie de página. La única sombra y maldición aquí es para su carrera: todo el mundo la recordará como una obra menor. Por favor, ¡vuelva con nosotros! ¡Salga de esa tumba donde le han metido en ‘jolibud’! Levantase, camine… ¡y corra lejos de allí! Les esperamos con los brazos abiertos y las pilas cargadas en “Frankenweenie”. Atentamente su bastardo. Sombras tenebrosas
¡Tus héroes favoritos han vuelto con otra magnífica aventura en esta gélida secuela del magnífico éxito mundial Ice Age! Y esta vez la cosa se calienta como la temperatura ambiente para Manny, Sid, Diego y Scrat, que abandonan su valle para escapar a una auténtica inundación de problemas y emprenden un divertidísimo viaje por un paisaje en pleno deshielo durante el cual conocen a Ellie. critica: Desde hace más de sesenta años, los estrenos Disney son ansiados acontecimientos, a medias alimentados por la devoción de sus fans y por la publicidad orquestada por los propios estudios. Y hasta hace bien poco, nadie (salvo Don Bluth) se atrevía a soñar con participar de la gallina de los huevos de oro del largometraje de animación. Sólo Disney ofrecía el virtuosismo técnico y artístico y las moralizantes historias envueltas de candor y sentimentalismo que el público esperaba. Ice Age 2: El deshielo Así, durante décadas, los autores de dibujos animados que deseaban llegar al gran público (o sea, los de Hollywood) se dedicaban al terreno del cortometraje. En este campo, la competencia era mayor. El ratón Mickey, el pato Donald y el “lo que sea” Goofy se codeaban con el conejo Bugs, el pato Lucas y el cerdo Porky (nacidos de la mano de directores como Tex Avery, Friz Freleng y Chuck Jones y de la boca del actor Mel Blanc), con el gato Tom y el ratón Jerry (creados por William Hanna y Joseph Barbera), y con el Pájaro Loco (de Walter Lantz). Las historias que todos estos personajes protagonizaban se caracterizaban por un ritmo endiablado y tenían un denominador común: la anarquía y la violencia, parámetros sorprendentes para unos relatos que se suponían dirigidos a los niños. El gag, motor de los cortometrajes animados, era básicamente gráfico y se sustentaba principalmente en tremendos accidentes que, debiendo de ser mortales de necesidad, nunca tenían consecuencias fatales salvo la humillación. El paradigma de sujeto sometido a tal tortura sistemática es el coyote, cuya primera aparición data de septiembre de 1949 en Fast And Furry-ous, de Chuck Jones, donde el mentado coyote, movido por el hambre, en un hábitat donde la comida escaseaba, se devanaba los sesos para dar caza a una presa inalcanzable, el correcaminos, pero sus vanos intentos siempre eran calamitosos para su integridad física y mental. Ya en Ice age se planteaba una concepción del relato animado que recogía las dos tendencias de los “cartones” hollywoodienses: sentimentalismo y violencia, concepción que se retoma en esta segunda parte, dirigida en solitario por el carioca Carlos Saldanha, que contiene dos tramas paralelas: las divertidas y típicas desventuras de la ardilla Scrat en pos de una bellota que no se deja cazar, por un lado, y las entrañables y tópicas aventuras de Manfred, Sid y Diego en busca de su propia identidad, por el otro. Ice Age 2: El deshielo
Remake de "La vida secreta de Walter Mitty", película estrenada en 1947 y que fue dirigida por Norman Z. McLeod. La historia se basaba en un relato de James Thurber que giraba en torno al tímido empleado de una editorial que consigue evadirse de su gris existencia imaginando que es el héroe de grandes aventuras; un día, su sueño se hace realidad cuando conoce a una misteriosa mujer que le implica en una peligrosa misión. critica: Podría hablar largo y tendido sobre Walter Mitty pero no voy a hacerlo. Si tienes muy bien puestos los pies sobre la tierra que pisas, ésta no es tu película. Si no te emocionas con las chorradas tiernas que cualquier cosa fuera de lo normal puede causar, no es tu película, insisto. La vida secreta de Walter Mitty Hay muchos puntos que puedes aún así interpretar favorablemente. Yo no sé si una aleta es de marsopa o de tiburón ni si a un tiburón le puedes espantar dándole con un maletín en el hocico, pero por suerte, son cosas que carecen de importancia. Eso son las chorradas que te atraen al guión, que te le hace cercano; entonces luego te sueltan bonitas imágenes perfectamente combinadas con la música más acertada posible y te enseñan algo de la vida; así de paso se consigue unos resultados de lo más agradables. Si lo ves así, bien; te emocionarás. Algunos esperan su tiempo pacientemente para cazar la imagen del gato fantasma y luego sólo quieren contemplarlo. Pues sí, ese gato fantasma forma parte ya de ti, y tú de él, y ese conjunto formará parte de un todo y cuando más compartas la vida más parte del todo serás. Me río de esa gente que va de viaje y se tira todo el santo día haciendo fotos para poder enseñarlas luego; al final resulta que no ha visto nada. Insisto, si eres de esos presumidos con barba recortada, este rollo no te va a convencer. Sí, es bonito viajar. No obstante, no nos confundamos. Aquí se habla de muchachos y de envejecer. Ése es el viaje. Viajar también viajan los chilenos en ese barco pesquero, pero no por placer ni aventura, sino para trabajar. La vida no es un escaparate de tus fotos bonitas en el facebook; no te engañes. He conocido a Walter Mitty, ese tímido trabajador desconocido por alguna compañera de la misma empresa, ¿raro, eh? Y no voy a hablar de él porque ya lo hace un tío con autoridad, Sean O´Connell, la quintaesencia del viajero incansable. Todo trabajador honrado tendrá siempre un admirador respetable que le hará justicia, no sé si mucha o poca, pero siempre algo de justicia. Una bonita película, entretenida, emotiva, simpática y llena de positivismo. La vida secreta de Walter Mitty
Producción centrada en la historia real de cómo Walt Disney estuvo catorce años cortejando a la escritora australiana P.L. Travers para que le cediera los derechos cinematográficos de su primera y más popular novela, 'Mary Poppins', y que finalmente fue llevada a la gran pantalla en 1964 en el clásico filme protagonizado por Julie Andrews. critica: ¡Qué misterio el de la imaginación, el de la creación literaria, el de la creatividad de todo tipo! ¿De dónde nace, a qué se debe, por qué a veces parece más una pasión cuyo objetivo fundamental es enderezar algo que sentimos que estuvo mal? Misterios insondables de la vida, de la mente humana, de la naturaleza de las personas, abocadas a veces a reparar o reordenar los añicos de algo que se rompió ante nuestros atónitos y atormentados ojos o a expiar alguna culpa ajena aunque como niños nada pudimos hacer – y ahora como adultos repetimos aquello, desde la fábula, como queriendo cerrar una herida aún en carne viva y que nos devasta hasta el fin… Al encuentro de Mr. Banks Esta cinta contiene varias películas a la vez. Por una parte está la batalla de egos entre Walt Disney (1901-1966) y la escritora australiana P.L. Travers (1899-1996) cuando el magnate norteamericano trató – por enésima vez – hacerse con los derechos para llevar a la gran pantalla el personaje más famoso salido de la pluma de la escritora, la memorable e inefable Mary Poppins. Pero también es el pormenorizado recuento de la infancia atormentada de la escritora en su Australia natal, donde presencia el declive y muerte de su adorado padre, con una agonía entre etílica y tuberculosa. Pero así mismo es el recuento e inventario implícito de todo aquello que nos aboca a fabular, a crear mundos fantásticos o ficciones de toda índole, como una forma de expiar alguna falta o de superar algún cataclismo del destino. O también es una amable y amena descripción de lo ingrato y arduo que puede ser el acto de escribir un guión y ensamblar todos los pormenores de una película hasta verla convertirse en realidad. Y todo funciona bien y se funde en un hermoso relato entre la nostalgia, el amor, la gratitud, el reproche, el dolor, las huidas hacia delante, los mundos fabulosos de alborozo de mercadotecnia, los pequeños sinsabores trufados de amor paterno filial… En definitiva, se nos muestra un amplio abanico de tramas y sub-tramas, todas ellas bien urdidas y que tras una suntuosa y estomagante amabilidad de colorines no ocultan el poso indeleble de amargura o las lesiones calladas del alma que hemos ido recogiendo a lo largo del camino. Mención expresa merece el espléndido reparto, todos ellos en estado de gracia. Especialmente memorable y adorable en su estirada vulnerabilidad brilla una felizmente recuperada Emma Thompson, absolutamente impresionante en su gama de matices y gestos. Casi a igual altura le dan la réplica tanto Tom Hanks, como Colin Farrell, Paul Giamatti y Jason Schwartzman. Ellos saben conferir las dosis de verdad que se esconde tras tanto oropel indigesto y celofán estomagante. Una muy bella película con sus dosis de profundidad y calado. Muy recomendable. Al encuentro de Mr. Banks
Crónica de la rivalidad existente entre el extenista profesional, de 55 años, Bobby Riggs, y su oponente de 29 años de edad, la carismática tenista Billie Jean King, quienes se enfrentaron en un partido legendario en 1973. Entonces se quería conocer si una tenista profesional podía realmente vencer a un hombre (aunque éste ya se hubiese retirado de las pistas). El evento atrajo a más de 50 millones de estadounidenses y que se publicitó como 'La batalla de sexos'. critica: Como mujer me avergüenzo de cómo llevamos años asistiendo a una manipulación masiva por parte de medios de comunicación, instituciones, políticos, para convencernos de lo maravillosas que somos todas las mujeres y de la cantidad de problemas que crean los hombres en el mundo (creo en la verdadera igualdad, no en lo que defienden la mayoría de "feministas" que conozco) . Sé que esta película no es tan misándrica como el discurso de Barbijaputa (solo la conocemos los españoles, los latinoamericanos mejor que ni la leáis), pero el discurso subyacente viene a ser el mismo. La batalla de los sexos Soy mujer y no necesito que me digan que soy igual a cualquier hombre para sentirme "empoderada". No, no somos iguales, debemos tener los mismos derechos pero biológicamente somos distintos. Y ahora hablo como entrenadora de tenis en Alicante. Ninguna, repito, NINGUNA mujer tendría nada que hacer en el circuito de la ATP. Este panfleto pretende convencernos de que sí, de que una mujer podría vencer a cualquier hombre, y omiten que Billie Jean King es una de las mejores tenistas de la historia, tenía 29 años en el momento del partido y era la número 1 del mundo, y Bobby Riggs tenía 56 años, fumaba como un carretero Y ENCIMA SE DEJÓ GANAR, como reconoció la propia King indirectamente en varias entrevistas años después. Por cierto, ella SÍ podía utilizar el pasillo de dobles mientras que él NO. Realmente, si os ponéis a pensar...el partido es más una humillación para las mujeres que una muestra de lo que valemos. No necesito que me den mil ayudas para demostrarme que yo también valgo. Sé que valgo, pero también soy consciente de que tengo las de perder si me enfrento a un hombre, tanto en un partido de tenis, como en una pelea de boxeo. Y no pasa nada por reconocerlo. BASTA YA DE COMPLEJOS. Fue todo un show mediático para g. Me alegra que le diese popularidad al tenis femenino, pero basta ya de colar el discurso en todas las series y películas desde la judiada de Hollywood. Me recuerdan a Inditex sacando camisetas de "I'm a feminist", o "girl power". Patético cómo el capitalismo frivoliza con la causa. Confío en que algún día se hará una buena película de tenis, entre la decepción del McEnroe vs Borg y esto... La batalla de los sexos
Ambientada en Baltimore. Historias cruzadas sobre el amor y el comportamiento humano: una mujer se siente confusa en una sociedad más obsesionada por la tecnología que por el contacto humano, otra mujer se ve atrapada en un rutinario matrimonio, un hombre intenta conquistar a una mujer que tiene un amante, una joven vive obsesionada intentando propiciar encuentros accidentales con el hombre de sus sueños. critica: Se puede decir que el género femenino a nivel global ha evolucionado bastante desde los tiempos en los que cazar un marido atractivo y con presupuesto era el sueño para toda chica soltera que no llegase a los treinta. Yo diría que ahora somos más fuertes, más activas, más independientes y autosuficientes, pero de alguna manera, el gen cazamaridos no acaba de morir del todo, retransmitiéndose de madres a hijas como una herencia universal que se viene legando, junto con las perlas de la abuela, desde el principio de los tiempos. Dicho gen quizás sea responsable de que, mientras las mujeres cambiamos hacia otras formas mutantes de vida, las comedias románticas sigan dirigiendo el misil pro-boda a la parte más desprotegida de nuestras feminidades. Y la cosa debe funcionar porque así seguimos. Qué les pasa a los hombres Esta pastelada de Ken Kwapis no está demasiado mal. Tomando como referencia el modelo de amoríos cruzados de Love Actually, aunque mucho menos diversa, nos presenta las visicitudes sentimentales de varias parejas WASP de impecable fachada y aún más impecable nivel de vida. Personajes-modelo, que identifican a varios tipos de conflictos o espectadores, pero que no son nada por sí mismos, como es de rigor porque no nos representan a nosotros sino a determinados estados amorosos de nuestras vidas. Qué les pasa a los hombres Están casi todos: el tipo simpático enamorado de su mejor amiga que a su vez está liada con un capullo; la pareja en crisis matrimonial; la que lleva viviendo cien años con su novio y está emperrada en casarse...No queda mucha parcela por cubrir. Qué les pasa a los hombres Entre mucho diálogo relleno de tópico sentimental y literatura chick-lit, tenemos un puñado de conocidísimos actores haciendo lo que pueden sin que esto sirva para mucho. Destacan Scarlett Johansson, que interpreta muy bien ese registro de chica vulnerable-mujer fatal que sólo lleva haciendo tres mil películas y Ginnifer Goodwin, un encanto de chica. En un nivel superior se encontrarían Jennifer Aniston, que vuelve a sorprenderme desmarcándose como una actriz "seria" muy a tener muy en cuenta y Justin Long, un tipo que, además de llevar genial su vacío personaje, por alguna extraña razón me siempre me ha dado un morbo brutal. En el lado negativo, Ben Affleck, que al contrario que el vino, no mejora con los años y Jennifer Connelly a la que al parecer no informaron de que esto era una comedia romántica y no un documental sobre funerarias. Qué les pasa a los hombres La película es entretenidísima y más o menos da lo que se puede esperar de ella, que no es mucho. Pero como estudio psicológico sobre la inmutabilidad de las ambiciones románticas femeninas, es digna de repaso. Aseguro, eso sí, un rato super ameno, un acabado amoroso muy satisfactorio y una evasión más que aceptable. A verla si es posible sin novio que luego sacan ideas raras.