“El Maestro Luchador” cuenta la historia de un maestro de biología que ingresa al mundo de las peleas de artes marciales mixtas para de esta forma salvar el programa de música de su escuela. critica: Increíble argumento, del estilo de las pelis de los 80-90, pero igualmente que éstas, entretenida y divertida. Kevin James muy bien, se ha notado que estaba haciendo algo que le gustaba, porque aunque digan que está fofo y/o sobrado de kilos, se le ve ágil y fuertecito (vamos, que en una bronca contra, por ejemplo, Clooney, o Viggo Morrtensen, se los pule). Peso pesado Trama ñoña pero con transfondo bonito, lo normal, con momentos igualmente ñoños, pero bien hechos, que pueden hasta tocar la fibra entre tontería, patada y gracieta. Secundarios muy buenos, desde "Niko", el entrenador, con su bailecito, hasta el profesor de música, pasando por la alumna asiática, Charice, que ya me he enterado que es cantante, que no me sonaba de nada ("toy mayor"). Puntazos buenos salteados: "Se puede quedar embarazada una mujer de 48 años? - Depende de lo buena que esté", y poco más, pero la peli entretiene, que es de lo que se trata, te hace pasar un ratillo agadable y cuando acabas, se te queda la sonrisa, que es también lo importante. Peso pesado Wolf. Peso pesado
Little Q is an aspiring guide dog, training to be a guide for the blind. Soon Little Q is partnered with Bo-ting, a renowned pastry chef who’s losing his sight. But Bo-ting is irritable and reluctant, constantly losing his temper at those around him and rejecting Little Q. Eventually, dog and owner bond as Little Q wins Bo-ting over with its unwavering loyalty. However, as Little Q gets older and Bo-ting’s health suffers, the two of them face an unwilling separation...Little Q Little critica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia......Little Q Little Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Little Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Little
Los años 80s. Un mediocre crítico de cine que escribe para una revista de horror, de repente se ve envuelto y participando de un grupo de autoayuda para asesinos en serie. Ahora, nuestro protagonista debe mezclarse con ellos para que no lo descubran, o de lo contrario él se volverá en la próxima víctima. critica: Vicious Fun es un film que no engaña. Divierte a partir de ingredientes conocidos, utilizados con resultados dispares. Vicious fun El film parte de una premisa original: un nerd intentando encajar en un grupo de terapia para serial killers. Sus protagonistas (Evan Marsh y Amber Goldfrab) defienden sus personajes y transpiran buena química. El despliegue de los particulares "serial killers" podrían haber dado para más y el film desaprovecha su original premisa, con un desarrollo que no acaba de explotar su ácido humor autoparódico y tono gamberro. Al final se agradece su estética a base de neones y sintetizadores, y sus múltiples referencias y guiños a la cultura pop y a los slashers de los años 80 y 90, pero el film no da para más. Sangre y diversión ochentera. Vicious fun
El cielo de Gotham estalla en llamas mientras Batman combate a los villanos Luciérnaga, Tusk y La Polilla Asesina. Pero cuando vuelve la claridad, Batman desaparece y la misteriosa Batwoman es la única testigo de lo ocurrido. Ahora, sin recibir respuesta a la Bat-Señal y con la ciudad al borde del caos, Ala Nocturna y Robin deben crear una complicada alianza con Batwoman y el recién llegado Batwing. Juntos lucharán para descubrir el siniestro complot que involucra a un nuevo y monstruoso villano conocido como Heretic. critica: Hoy he visto Batman: Mala Sangre (Batman: Bad Blood). Batman: Mala sangre La nueva continuidad de pelis animadas de Batman no mejora en calidad, y tampoco parece pretenderlo. Todo comenzó con "El hijo de Batman", la cual considero que es la peor peli del DCAU hasta la fecha, y mejoró algo con "Batman vs Robin" aún siendo bastante inferior a su historia homóloga de comic. Pues bien. Esta tercera entrega, siendo un mezcla de varias historias relacionadas con Batman de manera decente (Batman INC, Batman vs Robin, Batwoman, Batwing), sigue sin ser nada del otro mundo. Entre sus principales defectos están: Dar un protagonismo excesivo a un Damian que ya empieza a cansar, hacer una historia bastante más simple que muchos capítulos de menor duración que uno podía ver en su día en series como Batman: TAS o JL Unlimited, y desaprovechar totalmente a algunos personajes. Por otra parte, la historia es a ratos bastante atropellada, algo que puede resultar confuso para aquellos que no conozcan con anterioridad a las nuevas incorporaciones de la Batfamilia. Y si tampoco conoces a la mayoría de villanos que aparecen, pues toca aguantarse, porque a algunos ni siquiera se les nombra en absoluto. La peli no puede ser a la vez accesible para el expectador que no lee comics, y luego obviar totalmente ciertos detalles como si fuese un experto. Sobre la animación no hay nada que destacar. El film sigue la buena línea de lo últimos productos del DCAU con una animación por encima de la media de otros similares, aunque en esta ocasión se aprecia algún que otro corte en la consistencia de algunas escenas, sobre todo en díalogos. Si embargo sí hay algo que me alegró mucho, y fue ver como se ha respetado casi al 100% el origen y la caracterización de Batwoman, de la cual soy un gran aficionado. Aunque hubiese preferido que sonriese un poco más llevando el traje, pues es una de las características más curiosas e identificativas de su personaje. Destacar también el papel de Sean Maher como Dick Grayson/Nightwing, que sigue manteniendo la actuación correcta y acorde que comenzó en las dos películas anteriores. Aunque esta vez me ha dado la sensación de sentir cierta falta de énfasis en algunos de sus díalogos. Aún le queda camino para igualar la gran actuación que nos brindó en su día Neil Patrick Harris en "Under the Red Hood". En definitiva. Que la peli, siendo algo decente, queda a bastante distancia de las mejores obras del DCAU, como "JL: The Flashpoint Paradox", "Batman: Under the Red Hood" o "JL: Gods and Monsters". Batman: Mala sangre
Rico ha sido degradado y enviado a una estación satélite de Marte, donde se ocupará de entrenar a un grupo de reclutas. Por supuesto no tardarán en aparecer los conocidos bichos. Secuela de Starship Troopers: Invasion critica: No acaba de despegar Starship Troopers de ninguna manera. Desde la aparición de la gran adaptación de Verhoeven, tan sólo hemos tenido un par de películas más que son verdaderos bodrios y alguna cosa interesante como sí que fue Starship Troopers: Invasion, también dirigida por este Shinji Aramaki pero desde luego con más acierto. Starship Troopers: Traidores de Marte Traidores de Marte es una película ante todo aburrida, con algunos momentos buenos pero que llegan con cuentagotas y que desde luego no compensan el tedio de otras muchas partes. Ya me pasó con la soporífera Captain Harlock, por lo que no parece que el señor Aramaki sea un buen narrador de historias. Lo visual he de decir que también se me quedó cojo. No en escenarios, sino en animación de personajes que muchas veces convierten a esta Starship Troopers en una especie de introducción de un videojuego de la primera tanda de juegos lanzados para PS3. Hay alguna trama interesante, curiosamente alejada del puro matabichos que siempre pedimos a una película como ésta. Hay también intento de sátira como mandan los cánones de la saga, pero queda en eso, intento. No es lo peor que se ha hecho del universo Starship Troopers, desde luego, pero aburre demasiado. Starship Troopers: Traidores de Marte
La historia cuenta el mágico y escalofriante relato de Lewis (Owen Vaccaro), un niño de 10 años quien, tras quedar huérfano, se muda a la vieja y rechinante casa de su tío, la cual tiene un misterioso reloj. Pronto, la aburrida y tranquila vida de su nuevo pueblo se ve interrumpida cuando accidentalmente, Lewis despierta a magos y brujas de un mundo secreto. critica: Tediosa película basada en el libro de John Bellairs para niños y adolescentes sobre un huérfano que se tiene que ir a vivir con su tío, un antiguo prestidigitador y más tarde mago real interpretado por Jack Black en cuya casa hay una maldición debido a que otro mago llamado Isaac insaturó a través de un mecanismo de un reloj mágico. La casa del reloj en la pared La película arranca más que bien. Con los atributos clásicos que siempre funcionan para Halloween: una casa encantada, calabazas asesinas, ruidos extraños y un niño asustado. Tenía más que material para haber sido una adaptación con un poco más de libertad y ¿por qué no decirlo? de personalidad también. Pero nada de eso. Está narrada por Roth en un tono lúgubre, predecible, aburrido en el que nada tiene sentido. Owen Vaccaro hace un buen trabajo en la primera media hora, al igual que Cate Blanchett, y casi toda la peli Jack Black como el tío John, ya que es el único que realmente sabe lo que está haciendo. Los disparates que se van sucediendo tras la hora de emisión no tienen excusa. El tono está mal hecho, los trucos y efectos resultan a estas alturas pobretones, las sorpresan brillan por su ausencia, al igual que el brillo en unas interpretaciones forzosas. No aporta absolutamente nada el género sobrenatural o de la magia. No sorprende, no emociona, y lo peor es que tenía talento y material para haberlo hecho. Pésima dirección y película, ni Jack Black pudo salvar esta catástrofe que se traduce como una peli más sin cabeza ni pies que pretende ser como una entrega más de Harry Potter erróneamente. No es Harry Potter, ni de lejos. La casa del reloj en la pared