Megan Walsh (Hailee Steinfeld) es una joven de 16 años que, entrenada desde muy pequeña, se ha convertido a su pronta edad en toda una asesina profesional, pero ella sólo desea tener una vida "normal" como las chicas de su edad. Así que decide fingir su muerte y se inscribe como una estudiante de secundaria en un instituto de las afueras. critica: Este es otro típico ejemplo de cine yanqui dirigido a adolescentes. Seguramente al público a quien está dedicado le gustará. Barely Lethal Ahora bien, sin pretender encontrar una obra trascendente que cuente con un potente guión y con rubros actorales y técnicos aceptables a mí verdaderamente me fastidia el retrato que Hollywood —en general— transmite del público juvenil. Toda la muchachada parece haber sido cortada con el mismo molde de abulia, de onanismo, de bobetas crueles y (lo peor de todo) de mujeres que son más machistas y discriminadoras de género que los propios varones. Lo único verdaderamente gracioso es ver a Samuel L. Jackson pegando grititos histéricos a lo largo de todas sus apariciones (gracioso por lo patético, claro). Barely Lethal
El último hombre cuenta la historia de Kurt Matheson, un veterano de guerra con trastorno de estrés post traumático que cree que el fin del mundo se acerca. Luego de establecer una relación con un dudoso Mesías abandona su vida cotidiana y comienza a entrenarse de una manera extrema en un refugio subterráneo. Todos dudan de su integridad mental pero cuando él mismo empieza a planteárselo algo extraordinario sucede. critica: *El profeta y el soldado El último hombre El fin del mundo. Se avecina una tormenta que acabará con todo. Con ese punto de partida apocalíptico, el director argentino Rodrigo H. Vila, se adentra por primera vez en el mundo de la ficción con El último hombre (The Last Man). Sorprende esa decisión tras labrarse una prolífica y exitosa carrera como documentalista con trabajos de un estilo radicalmente opuesto como Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica (2013) o Boca Juniors 3D (2015). Un camino extraño que le ha llevado de retratar la realidad cultural de su país a la ficción distópica. Lo segundo que sorprende en El último hombre (The Last Man) es encontrar que el reparto está encabezado por dos actores tan conocidos como Harvey Keitel y Hayden Christensen. La verdad es que ambos parecen bastante perdidos en los últimos años y sus elecciones son cuanto menos discutibles. Keitel encarna aquí a una especie de profeta con barba hipster que entona un discurso new age donde vaticina el próximo apocalipsis. Por su lado, Christensen es un ex soldado traumatizado por la guerra que ha convertido su casa en un búnker. Se implicará en una trama criminal e iniciará una relación con la hija del principal mafioso que le planteará aún más problemas. *Todos los tópicos del cine apocalíptico, del cine bélico y del cine negro Aunque desde el principio se nota que El último hombre (The Last Man) es una producción de presupuesto limitado, se aprecia el intento para lograr una adecuada atmósfera oscura y apocalíptica que remite a muchas otras películas de este subgénero. Tras un inicio con cierto atractivo, la historia se estanca y se vuelve aburrida, logrando caer en todos los clichés imaginables. No hay nada original en El último hombre (The Last Man). La distopía suena a vista, pero es que encima se le añade la subtrama del pasado bélico traumático que persigue al protagonista literalmente. Lo hace con apariciones fantasmales del soldado amigo al que tuvo que disparar, con el que se comunica a través de frases de canciones de Pink Floyd y otros músicos (lo único gracioso de la peli). Si no teníamos bastante, se suma una tercera subtrama de carácter criminal. La cual también ahonda en todos los tópicos del cine negro cuando el protagonista es acusado en falso de robar un dinero al jefe mafioso que tiene esbirros de ideología nazi (¿?), con el consiguiente romance entre su atractiva hija encarnada por Liz Solari, con peinado a lo Milla Jovovich en El Quinto Elemento (Luc Besson, 1997), y el atormentado anti héroe de la función. *Conclusión El último hombre (The Last Man) es una película de ciencia-ficción de bajo presupuesto. Esta extraña co-producción argentino-canadiense dirigida por Rodrigo H. Vila, está protagonizada por actores de renombre como Harvey Keitel y Hayden Christensen, que cuesta entender que hacen por ahí. Aunque consigue una estética con cierto empaque visual que remite a otras incursiones del cine apocalíptico, el guion hace aguas por todas partes. Carece del ritmo necesario, su excesivo dramatismo se vuelve ceremonioso y la cantidad de tópicos que acumula la vuelven tan previsible como aburrida. El último hombre (The Last Man), tan solo es recomendable para cinéfilos curiosos o completistas que consuman mucho cine de Serie B y/o cualquier subproducto que tenga que ver con la ciencia-ficción. Escrito por Daniel Farriol El último hombre
Yi es una adolescente más en la enorme ciudad de Shanghai. Un día, se encuentra a un joven yeti en la azotea de su edificio. La supuestamente “abominable” criatura, que se ha escapado del laboratorio donde estaba encerrado, está siendo buscada por toda la ciudad. Junto con sus ingeniosos amigos Jin y Peng, Yi decide ayudarle a huir, le bautizan como “Everest” y los cuatro se embarcan en una épica aventura para reunir a la mítica criatura con su familia en el pico más alto del mundo. critica: Yo es una chica que vive en la enorme ciudad de Shanghai. Un día, se encuentra a un joven yeti en la azotea de su edificio. Cuyo animal ha escapado de un laboratorio. Junto con sus ingeniosos amigos Jin y Peng, Yi decide ayudarle a huir, le bautizan como “Everest” y los cuatro se embarcan en una épica aventura para reunir a la mítica criatura con su familia. Abominable Abominable habla sobre la magia, pero esa magia de la amistad y de la familia; y es ese viaje de Yí donde entenderá esos detalles y se podrá encontrar con sus sentimientos. También hace una crítica contra las empresas que sólo ven a los animales como productos y explotación lastima que ese punto quede muy rezagado en el arco argumental y hasta parezca caricaturesco y no se le dé la profundidad que merece. Es verdad que el filme no aporta nada nuevo al cine ni a la animación como tal y peca en los lugares más comunes, pero la cinta cumple con su público objetivo que son los niños que se van q reír y disfrutar de los chistes sanos e inocente que tiene; como el de los arándanos. La puesta en escena de la creación de la animación es muy llamativa, los planos creados se te quedan grabados y te dan ganas de ir ya mismo a esos lugares. La creación del Yeti es hermosa, parece un peluche que fijo ya están saliendo los muñecos en este instante. Abominable es la primera coproducción entre DreamWorks y Pearl Studio. Y ese punto es lo más importante, es donde juega toda la creación del filme y se nota que es un producto pensado para ambas culturas y por eso mantiene la línea baja para gustar tanto en el mercado occidental y oriental. Abominable
Película homenaje a Van Gogh en el que cada fotograma es un cuadro pintado sobre óleo, tal y como el propio Vincent lo hubiera pintado. Sus 80 minutos de duración están compuestos por 56.800 fotogramas que han sido pintados, uno a uno, por una gran cantidad de excelentes pintores a lo largo de varios años, todos inspirándose en el estilo y arte magistral de Van Gogh. critica: Después de dos años y medio como usuario de Filmaffinity, voy a hacer mi primera crítica. Si bien muchas películas pudieron tentarme a hacerlo antes, ninguna me pudo convencer lo suficiente como lo hizo "Loving Vincent", que trás salir de la sala, ya sabía que tenía que escribir una crítica sobre el film. Loving Vincent No vale la pena hablar a fondo sobre la estética impresionante de esta película porque ya esta todo dicho y se cae de madura lo original y bien lograda que está, siendo el motor principal de toda la película. En lugar de esto, prefiero hablar de la mirada de la película sobre Vincent Van Gogh. La historia se ubica en Auvers, posterior a la muerte del pintor, siendo contada a través de los relatos de los habitantes de este pueblo, siendo tanto criticado como alabado. De esta forma, presentan a Vincent como alguien que solo quería encajar (nunca dejando de ser auténtico) dentro de un mundo que no lo entendía, ni en su familia (sacando a su fiel hermano Theo), ni en París con sus contemporaneos artistas, ni en Arlés, y tampoco dentro de Auvers. Roulin, al igual que el espectador de la película, poco a poco va empezando a comprender y amar a la figura del artista, pudiendo ver cada estrato de él. Tras su misteriosa muerte, lo único que queda dentro de las personas que lo querían es lamento. Lamento por su muerte, lamento por no poder evitarla, lamento por no poder acercase más a él, lamento por la perdida de un artista de tal mágnitud. Trás su muerte, Van Gogh logró un reconocimiento muy grande, siendo hoy uno de los artistas más reconocidos. Esta película, es otra carta de amor, y recomiendo fervientemente que la vean. Loving Vincent
Años 40. En un pequeño pueblo de EEUU vive un niño de 7 años que padece problemas de desarrollo. Cuando su padre, casi su único amigo, se marcha al frente a combatir en la Segunda Guerra Mundial, el chico tendrá que enfrentarse no sólo a la crueldad de sus compañeros de clase, sino también a la de sus vecinos. critica: No puedo comprender a los gafapasta que la tachan de moralista, de sensiblera, y esos calificativos que me ahorro citar, pero que podéis comprobar vosotros mismos. Soltando spoilerazos tan alegremente que, si lees esas críticas, te hunden la película mientras esperas el motivo de su fracaso. A mí me tuvieron en tensión. Dejando al resto a un lado, la película de Monteverde es fresca, válida totalmente para identificar las dificultades de nuestro día a día, a pesar de que se ambiente en los años 40. Little Boy No innova como historia de superación, derroche de fe y de amor; de eso hay mucho. Pero logra emocionar, pegar al espectador al asiento, despertar nuestra simpatía por Pepper, y reflejar en la inocencia del niño la importancia de luchar siempre hasta el final. Quiténle la cruz de que es propaganda adoctrinadora cristiana, por favor. Que salga un cura simpático no la convierte en un evangelio viviente. Aunque la construcción de los personajes es muy estática y predecible, el reparto está a buena altura. El ritmo es estupendo, avanzando a medida que Pepper cumple las buenas acciones de su lista, basadas en actos de caridad. Imposible no recordar Me llamo Earl, aunque cambiando el karma por el crecimiento de la fe. El drama de las dificultades: familia, amistad, guerra, bullying, racismo, sociedad putrefacta... Sintetizado con una armonía preciosa. LO MEJOR: Pepper, su simpatía e infatigable lucha por ayudar a que su padre vuelva a casa. La cuestión que plantea entre el poder de la fe y la decepción de que Dios pueda no escucharnos. La relación entre Pepper y su padre, entrañable. LO PEOR: Lo pongo en el spoiler, no quiero fastidiar como me hicieron a mí... Little Boy
En 'El legado de Bourne', el director y guionista Tony Gilroy amplía el universo de Bourne, creado por Robert Ludlum, con una historia original que revela una conspiración mucho mayor: Aaron Cross (Jeremy Renner) es uno de los seis agentes secretos creados por el programa Outcome del Departamento de Defensa, que han sido diseñados para funcionar en solitario en misiones altamente arriesgadas de larga duración. El estudio del comportamiento que dio pie al programa Treadstone ha evolucionado mucho, pero dado que ambos programas comparten el mismo origen, Outcome se convierte en un peligro cuando la historia de Bourne pasa al dominio público. critica: Confusión. Sí, definitivamente Confusión. Esa es la palabra que mejor define a esta cuarta entrega de una saga que en sus tres primeras partes dejó el listón muy alto. Para empezar, avisaros de que si no os acordáis de El ultimátum de Bourne o ni siquiera la habéis visto, lo lleváis claro. De hecho ni aun habiéndola visionado el día anterior, puede que os enteréis de gran cosa. Como anécdota, os contaré que un amigo con el que fuí a verla al cine, se pensaba que Jason Bourne y Aaron Cross (así se llama el prota de este film) eran la misma persona. Vamos, que no se enteró de la misa la media. El legado de Bourne Ese es el principal problema de El legado de Bourne. Las tres películas encabezadas por Matt Damon también eran enrevesadas e incluso podías llegar a perderte un poco, pero tenían una base argumental sólida y un desarrollo de la acción coherente. En El legado de Bourne, todo es demasiado caótico y precipitado. El estudio quería seguir exprimiendo una historia que le estaba reportando muchos beneficios y a pesar de la negativa de Matt Damon a repetir su papel, se sacaron de la chistera una nueva conspiración y un argumento paralelo al que tenía de protagonista a Jason Bourne. El principio, ya de por sí, no explica gran cosa y deja al espectador contemplando escenas que se suceden sin parar, pero que no consiguen crear un inicio de la trama interesante. Se nos presentan nuevos personajes -mejor dicho- se introducen nuevos personajes sin explicar quienes son, ni qué hacen ahí. Algunos de ellos salen de escena sin haber aportado nada. Un ejemplo es Edward Norton, que parece ser que es el malo de turno pero que desaparece sin dejar rastro. Al menos, uno se entera de que por culpa de Bourne, otros proyectos muy turbios de la CIA corren peligro de ser también descubiertos y desmantelados. Y es aquí donde entra en escena Jeremy Renner, el cual debe tomarse unas pastillas que poco menos que lo convierten en Hulk. Parece ser que formaba parte de una iniciativa para mejorar las aptitudes físicas y mentales de agentes de un programa secreto de la CIA. El chaval no actúa mal, ni tampoco Rachel Weisz. Ellos salvan una película que parece que conduce a alguna parte, que crees que va a tener un fin determinado, pero que se diluye en una persecución interminable con terminator tailandés incluido y acaba de repente, sin más. Acabar es un decir porque en pleno clímax saltan los títulos de crédito y te quedas con cara de ¿pero eso es todo?. Y aunque todo apunta que habrá una segunda parte, no se puede finiquitar de esa manera una película y quedarte tan pancho. Así que mi conclusión es que, como pasó con Indiana Jones 4, los productores deberían haberle dado varios repasos al guión para crear una película que estuviera a la altura de la trilogía original. Le doy un 6 y gracias. http://dleveneyelcine.blogspot.com.es/ El legado de Bourne