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Ambientada en las zonas rurales del sur de Ohio y Virginia Occidental, sigue a un elenco de personajes cautivadores y extraños desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1960. critica: The Devil All The Time (2020), reciente estreno de Netflix dirigido por Antonio Campos, entrecruza varias historias entre los años 50 y 60 en el interior de Estados Unidos. Cuenta con un elenco estelar en el que se destacan Tom Holland, Robert Pattinson, Riley Keough y Jason Clarke. El diablo a todas horas Por Nicolás Bianchi Donald Ray Pollock es un escritor estadounidense, oriundo de Ohio, que comenzó su carrera en el mundo de las letras a los 55 años, luego de trabajar durante tres décadas en una fábrica de papel. En su novela, que lleva el mismo título, está basada la película The Devil All The Time, que además cuenta con su narración en off, que introduce y se explaya sobre los sentires de los personajes principales. Su tono de voz gastado, un tanto desganado, y un acento que remite al interior rural de Estados Unidos concuerdan a la perfección con el oscurísimo mundo que se plantea en la película de Campos. El título de la película debe interpretarse de forma literal. Durante los 138 minutos de duración el film presenta distintas manifestaciones del mal, que en las rutas que conectan los pueblitos en los que transcurre la acción, parece operar a toda hora, todo el tiempo. En la larga introducción el protagonista es Will (Bill Skarsgard), un soldado que vuelve de la Segunda Guerra Mundial con un trauma que no puede superar y que va a trasladar, como si fuera una inyección, a su hijo Arvin (que más tarde, de grande, es interpretado por Tom Holland). Ningún conflicto en el mundo de The Devil All The Time se puede solucionar sin recurrir a la violencia, ese es el lenguaje común que hablan todos en esos parajes desolados que rondan los Montes Apalaches. En el caso de Arvin y su hijo Will el origen del mal está en la guerra que luego, de vuelta en Estados Unidos, se expande. En una película con tantos personajes no queda claro cuál es el motivo de la criminalidad de los que protagonizan la otra sub trama madre de la narración, la pareja integrada por Carl y Sandy (Jason Clarke y Riley Keough, brillantes los dos), que se dedica a vagar por las rutas y recoger autoestopistas con fines para nada solidarios. Otro elemento preponderante de la película es la religión, y claro está, su perfecta combinación y adecuación al lenguaje que desarrolla la violencia. Los pastores interpretados por Harry Melling y Robert Pattinson presentan conductas que se ubican a años luz de distancia de los valores que luego en sus misas dicen sostener. Completan el elenco, en papeles secundarios, Eliza Scanlen, Sebastian Stan, Haley Bennett y Mia Wasikowska. Los puntos más altos de The Devil All The Time tienen que ver con la ambientación, la construcción de un universo apesadumbrado entre rutas y pueblitos, baladas, música de cuerdas y hillbillies. Filmada en 35 milímetros, en material físico, la película se ve bellísima y su banda de sonido es formidable. Claro que todos estos recursos están puestos en función de una narración que, por momentos, se satura de depravación, violencia y sordidez. En ello no hay errores sino una búsqueda intencional que va de las páginas de Pollock a las imágenes que dispone Campos. El diablo a todas horas
En un esfuerzo por reconectarse y enmendar su relación, Jessica y John Chambers buscan una escapada idílica con su hija Anna a una mansión remota en la zona rural de Louisiana. Cuando los vecinos sospechosamente amigables se presentan a cenar sin ser invitados, el fin de semana toma un giro siniestro a medida que se pone a prueba el frágil vínculo familiar y salen a la luz oscuros secretos. critica: Nueva producción a cargo de la prolífica productora Blumhouse (La Noche de Halloween, Déjame Salir), que es la segunda película de su director tras la decente Que Nadie Se Entere (2020), y que está protagonizada por Angela Sarafyan (serie Westworld), y Paul Schneider (serie Channel Zero: Candle Cove). La casa sobre el pantano En un esfuerzo por reconectarse y enmendar su relación, Jessica y John Chambers buscan una escapada idílica con su hija Anna a una mansión remota en la zona rural de Louisiana. Cuando los vecinos sospechosamente amigables se presentan a cenar sin ser invitados, el fin de semana toma un giro siniestro a medida que se pone a prueba el frágil vínculo familiar y salen a la luz oscuros secretos.(FilmAffinity) Esta película no busca a otra cosa que entretener, con una trama bastante simple que empieza como un thriller psicológico con elementos de drama, para ir oscureciéndose con un desarrollo que recuerda, salvando las distancias, a la mítica Funny Games (Michael Haneke, 1997), para acabar con una historia sobrenatural, que si el espectador la compra, resultará incluso algo refrescante pese a lo simple de la propuesta. Las actuaciones resultan destacables, especialmente en el caso de la ya nombrada Angela Sarafyan, que lleva sobre sí gran parte del peso dramático de la cinta, y Jacob Lofland (El Corredor del Laberinto: Las Pruebas, 2015), el cual ofrece una interpretación inquietante en todo momento. La Casa Sobre el Pantano es una propuesta olvidable que no innova ni arriesga, pero no por ello deja de ser una correcta película de terror sobrenatural que va de menos a más, consiguiendo entretener de principio a fin. Nota personal 6/10 La casa sobre el pantano
Joseph y su familia viven en un lugar remoto como cazadores de pieles, hasta que su tranquilidad empieza a ser amenazada por un lobo. critica: Hunter Hunter es una película bastante peculiar, sin querer entrar en spoilers es una película que claramente juega al despiste, todo parece indicar que veremos un enfrentamiento del hombre contra la be tia y en cierta medida así es, pero no de la manera que podríamos imaginar. Una buena película, sin duda. Cazador contra cazador Una familia vive en una cabaña en lo profundo del bosque, se dedican a cazar a los animales que viven ahí para vender su piel y alimentarse de su carne. Últimamente el negocio no va bien y para empeorarlo todo reconocen un rastro de un lobo muy agresivo que ha vuelto a ese bosque. Es una de esas películas que se cuecen a fuego lento, una sensación de estrés y paranoia que se va amplificando a la vez que el interés por la película aumenta. Es un claro ejemplo de producción que va de menos a más llegando a un clímax absolutamente salvaje y sorprendente. Es un survival bastante peculiar, pues su trama se alarga por varios días pero en vez de gente perdida en un bosque siendo cazados la trama prefiere centrarse en la periferia del hogar, y esa sensación de que no hay otro lugar al que huir hace acrecentar esa sensación de desamparo. Dirige y escribe Shawn Linden, director poco prolífico y que no tenía localizado ni mucho menos. Opta por la calma y el in crescendo, y aunque el guion deje algunos cabos sueltos es ingenioso como es capaz de crear tensión y peligro y que realmente no ocurra absolutamente nada. Un punto en contra es la poca profundidad de sus personajes protagonistas. Son gente dura, muy autosuficientes y prácticamente preparados para todo, pero llegados a cierto punto sorprende las decisiones que toman y la bidimensionalidad de sus comportamientos. Aun así, las interpretaciones de Camille Sullivan (Dead Rising: Endgame, The Unseen) que a la postre es la protagonista y de un irreconocible Devon Sawa (Destino Final, El Diablo metió la mano) son lo suficientemente sólidas para la historia que se quiere contar. Hay que destacar la fotografía a cargo de Greg Nicod, mostrándonos un bosque gris y amenazador. Hunter Hunter es una cinta bastante particular, con un ritmo pausado que puede parecer que es una rémora, pero es un ingenioso ardid de su director para que cuando realmente ocurren la acción esta sea extremadamente cruel, sanguinaria y... satisfactoria. https://www.terrorweekend.com/2021/03/hunter-hunter-review.html Cazador contra cazador
Carlos, un despiadado experto en negociaciones español que trabaja en Bruselas, recibe el encargo de gestionar el secuestro de un alto ejecutivo de una compañía petrolera en un convulso país de África Occidental —con el que mantiene viejos y profundos lazos—, desgarrado por tensiones étnicas y los abusos del gobierno. critica: La película se deja ver, si no lo piensas demasiado... Si no piensas que no te dicen en qué trabaja exactamente el personaje de Raúl Arévalo, por qué vive en Bruselas precisamente, por qué los sobres de dinero, a qué se dedica su mujer, a qué demonios se dedica su madre "LA SEÑORA DE LA ONU", quién es su compañero pero es su jefe pero luego es un subordinado, qué hizo en aquella ONG, etc. Para mí la principal, por ser yo afrodescendiente... ¿Porqué van a un país sin nombre donde la gente habla español y hay referencias mal camufladas y cada 5 minutos a Guinea Ecuatorial? ¿Por qué no hablar abiertamente de Guinea Ecuatorial ? Black Beach Al final he llegado a la conclusión que Esteban Crespo y su equipo simplemente se han aprovechado de la gente que NO conoce Guinea Ecuatorial ni sabe nada de ella (la mayoría de españoles con menos de 60 años), que verá la cinta por el elenco interpretativo, y por la buena calidad de su fotografía y localizaciones y pensarán que qué original lo que han hecho. Los que SÍ sabemos algo Guinea Ecuatorial (y seguimos buscando nuestros referentes en esta España imperial y blanca) ante una película con el nombre de la peor cárcel de Malabo, con un montón de actores afrodescendientes... bueno, estaba claro que íbamos a verla. Lamentablemente este tipo de decisiones tiene sus consecuencias. Tratar el tema de la excolonia española como si nunca hubiera existido, como si fuera una entelequia en el imaginario de Esteban Crespo y David Moreno, una "licencia literaria" sin el mínimo atisbo de plantear nada, resulta en una película vacía: Se simplifica el conflicto del petróleo en la corrupción internacional privada, en los americanos. En un mundo inventado donde la ONU puede hacer algo activo en estos países. Para añadirle una capa de falsa profundidad, volvemos al manido conflicto de tribu A contra Tribu B del que no nos cuentan nada. Pero bueno, es que el guion fluye durante casi dos horas como un río...cada vez que se encuentra con un escollo, lo sortea con otra trama dejándonos sin respuesta a los planteamientos anteriores. Y así es como terminas de verla... pasando de un tema a otro, del thriller a la peli de acción y de eso a un viaje absurdamente intimista... sin olvidarlos nunca de la visión más casposa del héroe como alguien solitario y sin fisuras. Tan liosa es la película en ocasiones como el momento en que el protagonista (un Raúl Arévalo tieso, hierático, dando bandazos por ese Malabo de pega sin ningún problema después de casi una década sin hablar con nadie ni enterarse por nadie ni pensar en nadie desde su cómoda ciudad europea) pasea un Ferrari hasta el puerto, que es una zona del todo humilde, para hablar secretamente con su amiga (una Candela Peña que está super tranquila en su papel, la adoro pero llega el momento de que saquen algo más de ella que los cuatro gritos espontáneos de siempre... ¿¿¿por qué se queda en segundo lugar???). Luego el coche nunca más es necesario. Ni produce curiosidad en la gente ni pasa nada. Ni tiene consecuencias. Para este aprendiz de James Bond y Santa Teresa de Jesús, todo vale. Y por eso considero que la película zozobra en su guión una y otra vez buscando nuevas formas de engancharnos, sin definir nada ni mojarse en nada, como cuando se habla en el mundo real de Guinea Ecuatorial: que es verde, que la gente es sencilla, que hay un dictador, que hay petróleo... ¿y qué idioma hablan allí? lo de todos los días. Y Black Beach es lo menos importante en esta película, es la excusa en papel de crear una cinta para entretener con falsas pretensiones de sentir que cambia algo. Lo mejor: Jimmy Castro y Teresita Evuy... lo bordan con lo poco que salen. En general, todo el elenco afrodescendiente que se le nota super implicado en le proyecto. Lo peor: Todos los nombres que hacen referencia a Guinea Ecuatorial, en especial al Hotel Eureka (en realidad Ureca) y la misma cárcel de Black Beach que da título a la cinta pero solo se merece unos minutos de metraje en pos de la trama. Recordemos que se trata de una cárcel donde se encierra principalmente a disidentes políticos, se los tortura, se les tiene en condiciones infrahumanas... pero al protagonista solo le interesa lo suyo. Black Beach
Un padre recibe un duro golpe cuando condenan a su hijo adolescente a a una pena de treinta años de cárcel por un delito relacionado con el narcotráfico. Para conseguir que reduzcan su condena, intenta ponerse en contacto con un importante traficante. critica: Hace unos años saltó por aquí en España la noticia de un hombre padre de cuatro hijos que a uno de sus hijos de 26 años que trabajaba en una gasolinera le asaltaron unos delincuentes y para robarle la recaudación lo mataron asestándole 20 puñaladas. Cansado de la incompetencia policial, y con el caso ya cerrado judicialmente, el llamado "Padre Coraje" se puso peluca y bigote y durante mucho tiempo se movió en el entorno de los delincuentes de los que sospechaba, en la esperanza de grabar una confesión que incriminara a los autores del asesinato de su hijo. Y consiguió varias grabaciones, pero los jueces dictaminaron que no eran suficientes ni eran pruebas válidas, y el caso siguió cerrado. El mensajero Bueno, este film me hizo recordar esa historia no porque coincidan detalles sino en general por el coraje que puede llegar a demostrar un padre por salvar, o recuperar, a un hijo. Me ha sorprendido el film por dos motivos, el primero porque "The Rock" se mete, en el que yo diría, mejor papel como actor de su carrera, sacando cierta vena interpretativa que un servidor no había visto aparecer en su filmografía anterior. Y en segundo lugar el film me ha gustado bastante porque, de nuevo en referencia a "The Rock", como protagonista, ha escogido una historia en la que la acción está a servicio de la historia, y no al contrario, ya que los dosificados momentos de acción a lo largo de sus casi 2 horas, se integran en la trama con naturalidad en vez de poseerla, algo inhabitual en los títulos en los que se mueve esta "mole humana" que aquí ha querido humanizarse para contar una historia con tintes reales. Y la realidad predomina en todas las escenas, la manera en que actúan los mafiosos y lo que implica entrar al otro lado de la ley o simplemente apoyar la ley contra el otro lado, todo eso ocasiona importantes repercusiones en la vida de una persona hasta llevarla al límite. Film recomendado y recomendable que además es un alegato emotivo contra ciertas peculiaridades del sistema judicial americano. Y que pone a reflexionar a todos los que siquiera, busquen aventurarse en el mundo de ganar dinero con facilidad al otro lado de la ley. El mensajero
Veinte años después de un accidente en el que falleció el protagonista de una obra de teatro de instituto, los estudiantes de este centro situado en un pequeño pueblo deciden resucitar la fallida producción teatral con la intención de rendir un homenaje en el aniversario de la tragedia, pero al final descubren que habría sido mejor dejar las cosas como estaban. critica: A veces cabría preguntarse quién es el responsable de los enormes partos de ideas en el cine de terror moderno, cómo se nos venden filmes por todo lo alto que acaban resultando auténticas decepciones para el espectador. Jason Blum podría ser una de esas mentes, un señor capaz de vendernos en muchas ocasiones basura como si fuera oro. Ahí están “La purga”, “Ouija” o “Insidious: Capítulo 3” para demostrarlo. La horca “La horca” es otro producto marca Blum. Es decir, comprado por el productor a sus creadores, lo que le permite abaratar costes, y exhibido en grandes salas tras bombardearnos con una campaña promocional tan atractiva que el hype puede alcanzar niveles estratosféricos. Pero además, es una de esas producciones suyas para el olvido, de esas que se quedan en lo que prometían más que en lo que finalmente dan. Pocas veces un título se ha convertido en una acertada metáfora de lo que es una película. La cinta de Travis Cluff y Chris Lofing es una soga repleta de nudos mal atados, un trabajo que acaba ahorcándose a sí mismo por culpa de su nefasto reparto, que más que actores parecen adolescentes tratando de ser intérpretes, y de una realización que hace un mal uso del found footage como mecanismo para generar un desconcierto inconsciente en el espectador. No son pocas las veces que cuesta seguir el rastro de sus personajes y en qué lugar se encuentran, y a esto no ayuda nada el hecho de usar dos cámaras y mostrar lo que ocurre en dos localizaciones distintas. Sin embargo, lo peor de “La horca” es su horroroso guión. No es más que un compendio de lugares comunes e ideas ya transitadas por otras propuestas de terror. No inventa nada nuevo, ni sabe aprovechar sus muchas fuentes. Están los típicos jóvenes sobreactuados y protagonistas de actos ilógicos, el asesino de turno que nace de una historia que se remonta veinte años atrás en el tiempo, momentos de silencio y otros forzados, y alguna que otra escena bien conseguida. Pero sin gracia ni chispa, y culminando en un acto final también manido y absurdo que busca dar inicio a una posible franquicia y que recuerda bastante a la saga “Paranormal Activity” en lo que a repetición de esquemas se refiere. Lo que queda es un vano intento de teatro dentro del cine cuyos ochenta minutos de duración se hacen eternos. No es capaz ni de generar tensión, y su historia, incomprensiblemente, se alarga hasta el aburrimiento cuando no debió pasar de la media hora de metraje. Es apta, eso sí, para espectadores con poca memoria y bagaje cinéfilo, y para todos aquellos que no se cuestionan si lo que ven es un refrito bien hilado o no. Los demás acabarán pagando su entrada y se darán cuenta demasiado tarde de que han sido engañados. Todos sus responsables deberían ser enviados al cadalso. A favor: algún momento bien conseguido En contra: los actores, el guión y la realización, todo un refrito de viejos esquemas mal hilados La horca