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Año 1970. El certamen de Miss Mundo se celebra en Londres presentado por Bob Hope, leyenda de la comedia estadounidense. En ese momento Miss Mundo es el programa de televisión más visto en el planeta, con más de 100 millones de espectadores. En pleno directo el recién creado Movimiento de Liberación de Mujeres invade el escenario e interrumpe la retransmisión afirmando que los concursos de belleza degradan a las mujeres. Así, de la noche a la mañana, el Movimiento se hace famoso... Al reanudarse el programa, la elección de la ganadora provoca un nuevo gran revuelo: no es la favorita sueca, sino Miss Grenada, la primera mujer negra en ser coronada Miss Mundo. En cuestión de horas, una audiencia global fue testigo de la expulsión del patriarcado del escenario y del nacimiento del nuevo ideal de belleza occidental. critica: El cine de Hollywood, o el occidental por lo menos, siempre se ha caracterizado por querer "educar" -por no decir manipular- a la gente desde que el cine es cine. Como ya ocurriera en el escenario de la guerra fría, en la que todo lo americano era super guay-cool y lo soviético era la encarnación del mal, ahora el "escenario" ha cambiado a las guerras culturales. Rompiendo las normas El producto que se nos quiere endosar es el resultado de la nueva ola postmodernista que tanto excita al mundo anglosajón: un pastiche ideológico, bien adaptado para hacer propaganda de las partes que más interesan, y sobre todo que más interesan a las élites, que se creen que los espectadores somos idiotas. Siempre ha habido cine propagandístico, pero incluso a veces alguno de esos tenía algo de miga, y formaban una categoría propia para saber de qué iba la cosa. Pero ahora, parecer que el propio cine mainstream ha pasado de desarrollar arquetipos bien formados a un nuevo tipo de cine propagandístico como regla general. Rompiendo las normas
Después de quemar la noche con sus incombustibles amigos strippers, la estrella Magic Mike tendrá que valorar si puede vivir para siempre siguiendo este estilo de vida. Elegir entre el dinero fácil y cambiar completamente de oficio (con algo más de ropa) vuelve a ser de nuevo un dilema en su vida. Hasta que lo tenga del todo claro, su show sigue enloqueciendo a las mujeres de todas las edades, que hacen cola por entrar en su club nocturno y deleitarse con sus performances sensuales que dejarán a más de una con la boca abierta y los bolsillos vacios. Mientras su vida personal parece complicarse por momentos Mike deberá hacer lo que mejor sabe si quiere salir de todos sus líos: bailar y crear un espectáculo desinivido y diferente. critica: No tengas prejuicios. El consejo lo dirijo al público en general y a ti, hombre, en particular, que miras con ojos de exorcista asustado la presencia en cartelera de una «Magic Mike XXL» que ha subido la temperatura de las salas de cine veraniegas. Su varita, reinas y reyes, sigue siendo aún más mágica. Magic Mike XXL Imaginad cinco chicos en una última reunión de amigos. ¿Os hacéis una idea? Pues de eso se trata «Magic Mike XXL». Imaginad noches de cerveza junto a la playa, chistes, bromas, piques, ligues inesperados, confesiones alucinógenas, cuentas pendientes y conversaciones sobre sexo, mujeres, sueños por cumplir y sueños rotos. Testosterona desacomplejada, colegueo varonil, cosas de tíos orgullosos de serlo que se ríen de sí mismos y de su condición de hombre en un mundo de mujeres. Un espectáculo que no pide disculpas por exhibirse en un bienaventurado sexismo que a nadie le preocupa y por despertar deseo, sí, pero que también provoca muchas risas. Porque el ánimo de esta historia es hacerte sonreír y transmitirte una dosis amable de alegría y buen ambiente con un gran sentido del humor. Esto es una comedia musical, una juerga con cabeza donde es obligatorio pasárselo bien. Clásica road movie que se desplaza por la América sureña, el Hip hop y el Rhythm and blues mientras se dignifica el oficio de streaper a la vez que se caricaturiza con toda razón; ojo, por ejemplo, al graciosísimo numerito de Manganiello en la gasolinera. A destacar en el reparto la presencia femenina de Jada Pinkett Smith, que resulta todo un revulsivo para el guión, y del bailarín profesional Stephen «tWitch» Boss, que se marca en su primera aparición un número espléndido. La película recupera a una actriz de la talla de Andie McDowell con un personaje algo estereotipado que sirve para promover una liberación sexual sobre la que habría mucho que discutir. Lo que no es discutibles es que si hay un nombre propio en Magic Mike XXL ese es el de Channing Tatum, que vuelve a ser lo mejor en esta segunda entrega al poner su poderosa e inagotable magia en movimiento. No os equivoquéis: el mayor reclamo de la película no son las poses de boy ni los desnudos traseros de sus compañeros de viaje, que se desenvuelven con obvias limitaciones musicales en unas vistosas y lucrativas actuaciones a las que no era necesario dedicarle tantos minutos. Craso error. El auténtico aliciente de la franquicia Magic Mike son los bailes de Tatum, con o sin ropa, eso no importa. Ese ardiente «chocolate blanco», como le llaman una vez, que se desliza y se derrite ante tus ojos, y tú con él. Su cuerpo es una obra de arte, no vamos a discutirlo, pero es cuando se mueve al ritmo de la música cuando su carne y sus músculos alcanzan la mayor de las bellezas. Puro placer en el sentido más amplio y artístico de la palabra. Tatum añade la nota de calidad, eleva la sensualidad del show sin restarle elegancia, reinventa el concepto para desprenderse de una vez y para siempre de los disfraces de policía y bombero, que cumplen su función pero que pueden superarse para triunfar en el intento. Él, con gorra y deportivas, simplemente baila dejándose llevar. Mirad su coreografía envuelto en luz roja mientras suena el «Feel it» de Jacquees con Rich Homie Quan y Lloyd. O su reinterpretación del ya antológico «Pony» de Ginuwine. Si eso no es magia nada lo es. A la espera de que algún productor con visión de futuro utilice su explosivo talento para un musical que de rienda suelta a todas sus habilidades, «Magic Mike XXL» es un despreocupado entretenimiento para personas sin prejuicios y sin ideas preconcebidas que le impidan participar de la diversión. Siéntate y disfruta. Magic Mike XXL
¿Qué clase de hombre desafiaría a un rey? 'Braveheart' es una historia épica medieval sobre la independencia de Escocia en el siglo XIII, basada en la leyenda de William Wallace, un montañés escocés que arrastra a su clan a luchar contra la tiranía del rey Eduardo I de Inglaterra. Después del brutal asesinato de su joven esposa por los ingleses, Wallace sólo busca venganza. Hambrientos y en inferior número, Wallace lidera a los patriotas escoceses y consigue organizar un ejército de guerreros sedientos de libertad logrando recuperar con ello el espíritu que haría a Escocia libre para siempre. critica: He tardado, pero al final gracias a la emisión de la misma por Antena 3, he podido ver Braveheart. Y qué decir de esta Obra Maestra de Gibson, que me ha sorprendido gratamente más como director que como actor en si mismo. Y no es que su papel sea malo o su interpretación mediocre, nada más lejos de la realidad: el tío se sale. William es un personaje impresionante, ahora siempre que vea a Gibson recordaré al héroe de Escocia. Braveheart Los demás actores cumplen perfectamente en su totalidad, especialmente el elenco de segundarios tras el protagonista. La fotografía es una auténtica pasada, y la música... indescriptible. Tiene una de las mejores BSO que recuerdo haber escuchado nunca, superior incluso a Conan el Bárbaro, cuyo tema central ya ha pasado al mundo del cine. Braveheart ¿Las batallas? Impresionantes. Brutales, violentas, sádicas... realistas. Hay mucha crudeza, pero está tan bien tratada que se perdona. Y el guión, incluso mejor. No sólo por la famosa frase "Podrán quitarnos la vida. Pero nunca nos quitarán la libertad", sino en general, hay algunas situaciones tan impresionantes que al menos a mi ya no se me olvidarán nunca. Braveheart Realmente me arrepiento de no haberla visto antes, es sorprendente lo mucho que ha influido en cintas épicas posteriores, sin ir más lejos en "El Último Samurai", que se permite algunas licencias sospechosamente similares. Quizá se le puedan sacar algunos fallos como el no tener más líneas para la historia de amor entre William y su esposa, o el final, que divide opiniones (a mi me parece perfecto, aunque me da lástima por cómo acaba todo). Sea como fuere, ved Braveheart. No sólo es la mejor película épica que, personalmente, he visto nunca. Sino que además es una Obra Maestra del cine de los 90. Impresionante. Braveheart
Año 2012. Robert Neville es el último hombre vivo que hay sobre la Tierra, pero no está solo. Los demás seres humanos se han convertido en unos mutantes nocturnos llamados "Darkseekers" y todos ansían beber su sangre. Durante el día vive en estado de alerta, como un cazador, y busca a los muertos vivientes mientras duermen; pero durante la noche debe esconderse de ellos y esperar el amanecer. Esta pesadilla empezó hace tres años: Neville era un brillante científico, pero no pudo impedir la expansión de un terrible virus creado por el hombre. Él ha sobrevivido porque es inmune al virus; todos los días envía mensajes por radio con la esperanza de que haya otros supervivientes, pero es inútil. Lo único que puede hacer es buscar una fórmula que le permita utilizar su sangre inmune para devolverles a los hombres su naturaleza. Pero está en inferioridad de condiciones y el tiempo se acaba. critica: El arranque es espectacular, no sólo asistimos a una presentación muy bien trazada sobre el personaje de Neville, que con la mirada repleta de pesadumbre y el gesto descompuesto nos introduce en un prólogo donde sus inquietudes y preocupaciones se nos atragantan como si las estuviesemos viviendo en primera persona, sino que, además, observamos el transcurso de una historia donde el efectismo y lo abultado o excesivo de las situaciones es borrado de un plumazo del mapa, dando paso a un trazo donde la monotonía diaria -que sigue siendo tal, pese a la situación- y la búsqueda de una salida a tan desoladora situación son las máximas que Lawrence imprime en su libreta de anotaciones, logrando así momentos de gran calidez por su tacto y resolución -el de Sam en el laboratorio- y un puñado de imágenes para la reflexión. Soy leyenda La pena aquí, es que tras esos magníficos sesenta minutos, todo queda encharcado debido a la aparición de un ente, y a las intenciones del guionista alrededor de éste, dejando caer un patético y sobrante pseudomensaje religioso y apoyando todo lo que hasta entonces había recaido sobre las espaldas de un, por momentos, gran Will Smith, sobre un giro tan estúpido y burdo como ese. Soy leyenda Probablemente los efectos especiales no sean de gran altura, pero el pulso en los momentos de mayor acción -inclusive el asalto-, la visión de una ciudad completamente desolada y determinados destellos a lo largo de la cinta, convierten "Soy leyenda" en algo tan destacable como sugestivo que, si hubiese obviado ciertas vías, podría haber resultado algo superior a lo que definitivamente es, creando así expectación y dejando en el paladar de muchos espectadores ese enorme regusto a sorpresa y satisfacción que concede el hecho de observar como esta vez no se ha antepuesto el espectáculo más pueril al enorme trazo de un personaje que parece morir día tras otro, cuando probablemente sea la última esperanza del planeta, pero entonces, ¿qué es sino una persona obligada a convivir con la terrenal soledad de un mundo que ya no parece hecho para él? Soy leyenda
Basada en la historia real que conmovió al mundo, "Trece vidas" es el relato del rescate de un equipo de fútbol de la cueva de Tham Luang, en Tailandia, tras quedar atrapado por las lluvias torrenciales y peligrosas inundaciones. critica: Emocionante film que mezcla el drama con el género de aventuras y que casi podría pasar como un docudrama. En 2018, 13 niños quedaron atrapados en una cueva inundada en Tailandia. Se movilizaron enormes medios técnicos y humanos para rescatarlos y...el resto lo tienen en Wikipedia. Trece vidas Lo más llamativo es la sobriedad con que está narrada e interpretada. No hay una sola concesión a la pirotecnia y cada momento tenso está justificado por la propia terrible situación. Se han tomados unas enormes molestias que que nos sintamos en el interior de la cueva con los submarinistas, siendo la puesta en escena lo más conseguido de toda la película. El único pero es que cuando comienza el rescate la cosa va a toda velocidad, no se transmite del todo bien el extraordinario esfuerzo que fue bucear durante cinco horas y media a través de un paso lleno de recovecos y estrecheces. En momentos puntuales se nos hace ver, y son angustiosos, pero si ya sin ello superamos las dos horas y, francamente, no se me ocurre qué cortar para trabajar más ese aspecto. Es muy de agradecer la contención y la mesura interpretativa de los protagonistas, dejando al margen histrionismos tan propios de producciones que, en seguida, buscan encumbrar a un héroe con el que identificarse. Siendo un hecho tan reciente creo que no había otro camino, so pena de faltar al respeto a todos los que se dejaron la piel en la tarea. Un esfuerzo colectivo tan enorme la verdad es que merecía una película como esta, tensa, angustiosa, emotiva, pero también rigurosa y respetuosa. Los hechos mismos crearon el guión, pero había que tener buena mano para llevarlo a la pantalla. Trece vidas
Chris Vaughn (The Rock) es un soldado retirado de las fuerzas especiales del ejército americano que vuelve a su hogar natal para volver a empezar de nuevo. Pero mientras él estuvo fuera, su ciudad se convirtió en un sitio peligroso y con mucha criminalidad. Uno de los culpables de ese cambio es el acaudalado Jay Hamilton (Neal McDonough), su rival en el instituto. A Chris, que regresaba con la intención de recuperar sus viejas relaciones y construir una nueva vida, lo que se encuentra no es lo que recordaba y luchará, bate en mano, para poner las cosas en su sitio. critica: Dwayne Johnson estaba por entonces más mirado como un personaje de moda que como un actor que merezca la pena. La verdad es que todos aquellos que esperaban que la moda de The Rock muriera pronto deben estar bastante dolidos, porque el tiempo ha acabado por asentarle como uno de los mejores actores de cine de acción del cine comercial actual. Pisando fuerte Sin embargo, uno ve su filmografía y ve demasiado parecido entre muchas de sus películas. Muchos papeles repetidos y muchas películas demasiado de relleno. Walking Tall es una de ellas, pero con el aliciente de poder ver a un The Rock peleando por hacerse un sitio en el mundo del cine. Aparentemente basado en hechos reales, pero con un rigor casi nulo. La película no acaba de definirse entre la comedia y el drama. Kevin Bray nos da una escasa hora y veinte que además no sabe distribuir apropiadamente. Los buenos primeros minutos de la vuelta a casa acaban por dar una película sin alma, que sólo se mantiente por ver cómo se las apaña The Rock como improvisado Sheriff. Así que no te aburrirá, por su duración y por su género, pero no creo que la recuerdes de aquí a un mes. Pisando fuerte